En los últimos días del año 2019 tuvimos un par de noticias que nos provocaron sentimientos encontrados: al fin teníamos el segundo disco de la banda austriaca Pastor, pero al mismo tiempo el grupo anunciaba su final. De manera sorprendente, Unveil se convertiría en el epitafio para una agrupación en la que muchos depositamos nuestra confianza para recuperar la magia del primer metal y el rock obscuro. Aquí están las odas que clausuran siete años de historia sonora, quizá la mejor forma de darle punto final a través de su objetivo: crear música maravillosa.
Cuando escribimos sobre Evoke, el álbum debut de Pastor (reseña-review), describimos al cuarteto de Viene como una banda que había comprendido a la perfección aquel momento en que la maldad se aprovechó de las guitarras rabiosas para crear himnos obscuros y desgarradores llenos de misterio que saben explotar cada uno de sus rincones auditivos. Efectivamente, la banda bebía directamente de las neblinas del primer doom y la intensidad del NWOBHM, lo que provocaba que fuera relacionada con otras bandas como Demon Head, Duel, Burning Saviours, Demon Eye y BUS, pero los austriacos tenían entre sus mejores características su gran capacidad interpretativa y su gran imaginación compositiva que le permitía darle una amplitud de posibilidades a cada una de sus melodías sin perder su estilo propio.
Dentro del universo del protometal, Pastor se había hecho de un nombre importante; pero con su desintegración, sin duda queda un lugar vacante difícil de llenar debido a su virtuosismo e imaginación musical. Sin embargo, todo podría quedar reducido al gran trabajo logrado en su álbum debut, pero al escuchar cada uno de los siete temas que conforman su concluyente Unveil podemos confirmar todo el potencial de los austriacos.
A pesar de ser este material discográfico el último de la banda, ha sido pasado de largo para muchos debido al momento del año en que fue publicado, a la constante salida de bandas y discos que saturan el panorama y a la propia nota del cierre de actividades de Pastor. Por eso es necesario repasar sus surcos de manera urgente si deseamos disfrutar las últimas gotas de su elixir, algo que sin duda sucede desde el instante que las guitarras ahogadas en wah de Arik y Shardik nos permiten ver entes en plena caída libre bajo la fiereza sonora de "Sky descending" mientras el tema se desarrolla entre múltiples piruetas y posibilidades que ponen a prueba nuestra atención.
Tras aquel primer track acelerado y atascado de notas y situaciones sonoras tan dispares, Unveil se abre ante nosotros como un álbum rico en opciones sin perder aquel sabor a metal viejo lleno de acordes en picada y armonías agresivas. Una vez recuperada la respiración, las notas sombrías pero poderosas de "Bone dagger" cruzan la piel como una afilada cuchilla dispuesta a atravesar hasta el final gracias a la distorsión de las guitarras y ese bajo sucio en manos de Georg imposible de no compararlo con el sonido de Steve Harris en el primer disco de su Iron Maiden; aunque el solo de guitarra de Shardik tienen todos los elementos para elevarnos a la estratósfera. Bajo la misma intensidad sonora, "Obey" nos toma de la mano para recorrer obscuros senderos mientras las cuerdas electrónicas nos azotan con sus interminables figuras hasta que todo se descontrola en una carrera desbocada llena de intensidad.
Unveil tambien tiene momentos más sosegados como en "Slave of fear", un cover a Stone Axe que se distingue por su sombría introducción que logra llenar de temor al escucha hasta dejarlo abandonado a su suerte ante la fuerza de su melodía. De la misma manera, la tenue canción que dota de nombre al álbum nos sorprende con sus cuerdas prístinas sin efecto ninguno para que finalmente se provoque un sobre salto con aquellas inconfundibles "twin guitars" que entonan la endemoniada armonía que provoca la danza frente al fuego ritual. Por si fuera poco, el disco también contiene un extraño tema onírico llamado "City of sleep", que tras unos segundos alucinógenos podemos escuchar un juego de notas agresivas como si todo se tornara en una pesadilla imposible de abandonar.
Aprovechando un fan-video realizado por el canal de video Shlominger, Earthquaker escoge "Chaos age rises" como el tema más importante del Unveil gracias a su impresionante construcción melódica. Luego de un riff heredero del primer doom, Pastor construye una armonía violenta donde las guitarras afiladas clavan sus colmillos sin piedad hasta que entra la voz rasposa y apagada de Arik que tras varias frases logra construir un estribillo de juegos corales obligados. Alex mantiene el ritmo con sus insistentes percusiones, pero las cuerdas no dejan por un solo instante de crear figuras insistentes que obligan a mantener la atención; aunque el elemento distintivo del track está en el ritmo feroz inspirado en aquel metal acelerado de finales de los años setentas. Sin embargo, "Chaos age rises" tiene la capacidad de domar a sus jinetes para construir una base melódica donde podemos escuchar una voces tétricas y un inspirado solo de guitarra que jamás se apaga.
Si buscábamos un pretexto perfecto para regresar los tímpanos al Unveil más allá de la desaparición de Pastor como banda, una noticia publicada hace unos días nos lo ofreció. La reconocida disquera Cursed Tongue Records editará el último álbum del cuarteto de Viena en vinilo, lo que permitirá escuchar sus siete temas bajo un formato enriquecedor donde podremos descubrir cada uno de los detalles que los componen. La despedida de Pastor es un material que vale la pena escuchar más allá de la melancolía por su desintegración, es un álbum que vale la pena por sí solo gracias a las interesantes composiciones que lo conforman y al sonido que recupera el proto-metal setentero que hacía coincidir la maldad con la intensidad. Descanse en paz, Pastor...