El número tres siempre ha tenido una gran carga simbólica en la historia de la humanidad. Ya sea desde su significado como elemento representativo del equilibrio hasta su uso metafísico que encarna a ciertas deidades. Signo que contiene en sí mismo la perfección, su constante repetición conlleva al movimiento continuo que jamás terminara. La inspiración y la imaginación se encuentras regidos bajo su nomenclatura, cifra mágica que dota de poder a quien lo porta.
Tres veces tres dan nueve, los años que han cumplido 3 Wheeler Band como un grupo de amigos dedicados a hacer música desgarradora y energética hasta colocar su nombre en reconocidos espacios y en la memoria colectiva gracias al esfuerzo y dedicación. Tras un lanzamiento poderoso en 2013 llamado Smoke n' groove que buscaba una definición por medio del hard rock seco (reseña/review), la banda presentó en los últimos días de 2016 un álbum maduro llamado Space tribe con líricas enfocadas que narraban aquellas leyendas sobre el hombre y su encuentro con seres llegados de otros lugares del Universo (reseña-review). Para 2019 era necesario dar la vuelta a la página para desarrollar nuevos senderos sonoros y así permitir otras posibilidades a lo alcanzado hasta el momento.
Para esta ocasión, Adrián Girón (guitarra y voz), José Maldonado (batería) y David Carrillo (bajo) decidieron crear un EP conformado por tres venenoso temas donde su hard rock se acerca más añ stoner para brindarle mayor colorido a sus composiciones y lograr así crear ambientes acústicos perfectos para el viaje neuronal y resguardo para los demonios internos. Bajo el ideal y obvio nombre de 3 3 3, el trío de Monterrey se encerró nuevamente en el Estudio Madera para trabajar con su inseparable Abraham Madera en aquel tercio perfecto de tracks que lograra de manera concreta establecer a la banda como uno de los mejores representantes de su género en México.
3 3 3 logra caminar por tres caminos muy claros, cada uno identificado los temas que lo conforman como material discográfico. Para este EP, 3 Wheeler Band desarrolla su propuesta musical a partir de la base del hard rock directo y sin filtros, por lo que en "The Wolf" nos demuestra un track de riff directo que logra crear un estribillo infeccioso que obliga a gritar junto con la áspera voz de Adrián. Sin embargo, aquella capacidad interpretativa alcanzada en Space tribe que se permite transformar una melodía en un fuerte paseo lisérgico se logra saborear en su puente musical lleno de intensidad y su pequeño tufo a zozobra provocado por el lobo que está al acecho.
La segunda línea sonora del 3 3 3 se encuentra fundamentada en el hard blues que le dio origen al heavy metal. Bajo esta lógica, "The night" respeta las figuras clásicas del género entre una línea melódica definida sobre una base sincopada y entrecortada que logra construir una atmósfera densa que poco a poco se posa sobre el escucha. Mientras la espectacular distorsión del bajo en manos de Davo mantiene la base sonora, la guitarra de Adrián nos demuestra su magia melódica y los tambores de José marcan los tiempos como si nuestro corazón se agitara ante aquello que se encuentra escondido bajo el manto de la obscuridad.
Finalmente, "The God" contiene la furia de los primeros instantes del heavy metal gracias a un riff descendente que electrifica la piel hasta volarnos los sesos. Aquellos golpes sobre la campana de los platillos que delimitan las frases del estribillo logran romper la muralla de sonido creado por los acordes sueltos de los instrumentos distorsionados, pero en el momento en que todo se convierte en una tormenta, la ira de aquel dios iracundo cae sobre la tierra para demostrar su furia y su fuerza.
Sin embargo, en las venas de "The God" se respira también la esencia de hard blues dentro de su figura principal mientras su guitarra explota en un solo lleno de wah y feeling, además de rescatar del proto-doom setentero aquellos cambios de velocidad que lograban imprimir intensidad a una melodía venenosa que es imposible de soltar. Por si fuera poco, el track logra cerca de su final un cambio radical de "tempo" para crear así una colosal conclusión por medio de un arpegio de sus notas fundamentales a través de los instrumentos de cuerda y los remates de las percusiones.
Mientras las fauces de los lobos muestran sus colmillos afilados, los acordes desgarran la carne y las líricas atraviesan las neuronas. Aquella ilustración nacida desde los lápices de Viejo Macabro (guitarrista de The Dark Silence of Death), nos grita sin temor alguno lo que podemos escuchar en el interior del 3 3 3: tres temas hechos por un power-trio que logran unir al hard blues, el hard rock y el heavy metal como si se tratara de una jauría salvaje dispuesta a devorar todo lo que se le ponga enfrente. Las bocinas expulsan la rabia de aquellos animales coléricos hasta que la tormenta eléctrica de notas furiosas logran cruzar las células para alojarse en el torrente sanguíneo sin posibilidad de escape ni huida. Tras la escucha de estas tres fieras, ahora sólo queda esperar con mayor ansiedad su siguiente ataque...