En el principio, Black Sabbath creó el sonido que obscureció al hard rock hasta convertirlo en un híbrido del que nació el doom. A dicha quimera, Hawkwind agregó algunos polvos cósmicos que sólo el Pink Floyd de David Gilmour logró condensar en un viaje estelar con punto de despegue en la Tierra. Pasó largo tiempo hasta que tres chicos coincidieron en un mismo momento en la marítima Geelong, Australia donde decidieron abandonar el nido de su primera banda para hacer jamming a través de la alquimia setentera olvidada por las generaciones, pero que gracias a dichos experimentos sonoros realizados por medio de densas improvisaciones crearon a uno de las mejores aleaciones que Oceanía ha logrado: ORB.
Durante diez años, la banda local The Frowning Clouds se había convertido en el refugio para los amantes aferrados al garage y la psicoledia de finales de los sesentas resurgida en la primera década del siglo XXI. Tres de sus integrantes aprovecharon los espacios que la banda dejaba para improvisar temas más estridentes y con mayor duración al formato que tenían el grupo, siendo el doom el punto de partida para dichos juegos musicales. Sin embargo, el tiempo de ensayo los llevó a abandonar The Frowning Clouds para crear una nueva agrupación de hard psych, progresivo divagante y rock fuzz hipnótico que tuviera en el riff poderoso y relapageante su marca personal.
El esfuerzo de tres años de ensayo, composición y grabación han sidos recompensados en julio de 2016 por medio de la publicación de Birth, disco debut de la banda que ha sido editado por Flightless en Australia y por la pequeña disquera Castle Face Records para Estados Unidos y Canadá, marca que fue creada por John Dwyer, guitarrista de Thee Oh Sees. Dicha placa fue grabada, mezclada y masterizada por Mikey Young, guitarrista y tecladista de Total Control que se ha dedicado a una vida dentro de los estudios para trabajar con gente como The Wytches, Night Beats y King Gizzard and The Lizard Wizard.
Bajo este amplio panorama musical de influencias, ORB construyó cinco temas que vagan desde el proto-metal inglés plenamente setentero hasta la distorsión del garage californiano, pasando por las ensoñaciones progresivas de los sintetizadores cósmicos. Siendo así, Geelong tan sólo se convirtió en un punto en el mapa que sirvió para el encuentro: Zack Olsen llegó de Nueva Zelanda, Jammie Harmer emigró de la vecina Ocean Grove y sólo Daff Gravolin vio su primera luz en el puerto donde nació el grupo. Coincidencia, suerte, quizá destino... las circunstancias y las decisiones llevaron a que hoy tengamos en los oídos este precioso cocktail lisérgico lleno de frescura más allá de sus obvias referencias vintage.
El plan original de la banda era crear melodías que dieran paso a la libre improvisación para sus presentaciones frente al público, sin embargo todo tendía a construir una estructura, logrando que todo lo que quedó plasmado en el estudio es lo mismo que podemos escuchar en el escenario. Una muestra de ello es el épico tema de 16 minutos "Electric Blanket", canción de referencia cósmica que se enfrenta con la totalmente sabbathiana "Iron mountain" y la agresiva "First and last men" de tiempos cortados y voz robótica que confiesa su inspiración en la constante lectura de Ciencia Ficción por parte de los integrantes del grupo.
Sin embargo, "Reflection" es el tema adictivo que mejor puede reflejar el ecléctico estilo de la banda, el cual demuestra la capacidad interpretativa de sus integrantes y encapsula sus posibilidades sonoras en seis minutos que se escapan como agua entre las manos. Proto-doom de esencia psicodélica que nos sumerge en un ambiente futurista gracias a la fuerza del fuzz de la guitarra eléctrica interpretada por Daff y los mágicos juegos del bajo de Zack; quienes no tienen la menor preocupación de alternarse los instrumentos en el resto de los temas que conforman el disco. La sincopada batería de Jamie logra sacudir la tierra con su juguetón ritmo, aunque todo queda sumido en un abismo denso que sólo la luz multicolor del rock ácido logra rescatar con tan sólo presionar el pedal de wah.
"Mi reflejo te observa a través del espejo, fuera de este cuarto. Tú reflejo me observa y es lo único que puedo ver. El espejo está dañado, está roto. Siete años y el espejo se vuelve obscuro. Te observo y me miro a mí mismo. Me observas y no hay nada más que mi reflejo, tu reflejo, nuestro reflejo...No estoy preocupado, no estoy asustado"
Como parte de la promoción de Birth, ORB publicó el video de "Reflection", trabajo visual realizado por Alex McLaren y Sean McAnulty, quienes ya había realizado previamente "First and last men". En sus imágenes podemos ver a los tres integrantes del grupo con el rostro cubierto por una máscara blanca a través de un filtro multicolor que nos hace regresar en el tiempo de la omnipresente pantalla del televisor, poderoso reflejo que todo lo observa y que sólo es delatado por el ruido blanco de la imagen y los pixeles del cristal.
Gracias a la fuerza plasmada en el Birth, la banda ha tenido la oportunidad de ser abridora de grupos australianos ya establecidos como los psicodélicos The Murlocs y los enfermos King Gizzard and the Lizard Wizzard, además de los bizarros suecos de GOAT; sin embargo, hasta este momento sólo han tocado en Australia. Quizá con la difusión de su álbum debut por medio de las redes sociales y la distribución con una disquera americana, ORB tenga la oportunidad de tocar en otros países y nos demuestre de lo que son capaces. Por lo pronto, su escaso Birth sirve como carta de presentación para mostrar aun poderoso trío que engloba en su sonido la fuerza sonora del principio de los años setenta para hacerla explotar por medio de la visión del nuevo siglo. Sin temor a la equivocación, ORB es una verdadera promesa australiana a la cual no debemos de perderle la pista...
Sin embargo, "Reflection" es el tema adictivo que mejor puede reflejar el ecléctico estilo de la banda, el cual demuestra la capacidad interpretativa de sus integrantes y encapsula sus posibilidades sonoras en seis minutos que se escapan como agua entre las manos. Proto-doom de esencia psicodélica que nos sumerge en un ambiente futurista gracias a la fuerza del fuzz de la guitarra eléctrica interpretada por Daff y los mágicos juegos del bajo de Zack; quienes no tienen la menor preocupación de alternarse los instrumentos en el resto de los temas que conforman el disco. La sincopada batería de Jamie logra sacudir la tierra con su juguetón ritmo, aunque todo queda sumido en un abismo denso que sólo la luz multicolor del rock ácido logra rescatar con tan sólo presionar el pedal de wah.
Como parte de la promoción de Birth, ORB publicó el video de "Reflection", trabajo visual realizado por Alex McLaren y Sean McAnulty, quienes ya había realizado previamente "First and last men". En sus imágenes podemos ver a los tres integrantes del grupo con el rostro cubierto por una máscara blanca a través de un filtro multicolor que nos hace regresar en el tiempo de la omnipresente pantalla del televisor, poderoso reflejo que todo lo observa y que sólo es delatado por el ruido blanco de la imagen y los pixeles del cristal.
Gracias a la fuerza plasmada en el Birth, la banda ha tenido la oportunidad de ser abridora de grupos australianos ya establecidos como los psicodélicos The Murlocs y los enfermos King Gizzard and the Lizard Wizzard, además de los bizarros suecos de GOAT; sin embargo, hasta este momento sólo han tocado en Australia. Quizá con la difusión de su álbum debut por medio de las redes sociales y la distribución con una disquera americana, ORB tenga la oportunidad de tocar en otros países y nos demuestre de lo que son capaces. Por lo pronto, su escaso Birth sirve como carta de presentación para mostrar aun poderoso trío que engloba en su sonido la fuerza sonora del principio de los años setenta para hacerla explotar por medio de la visión del nuevo siglo. Sin temor a la equivocación, ORB es una verdadera promesa australiana a la cual no debemos de perderle la pista...