Al hurgar por el extenso océano de las palabras para encontrar alguna que pudiera describir de la mejor manera a Glitter Wizard, eclécticos fue quizá el mejor calificativo que se ajusta a sus características. Collage bizarro que reúne en un mismo lugar a la psicodelia más ácida, al hard rock vintage, el rebuscado sonido del progresivo, la distorsión del stoner, la agresividad del punk y la imagen del glam. Indefinición que se convierte en estilo propio, sonidos que chocan contra sí mismos para crear una policromática gama de posibilidades que no hacen otra cosa que sorprendernos e infectarnos.
Asimilar el concepto sonoro de esta banda originaria de San Francisco, Estados Unidos es realmente un reto, un desafío que fácilmente cualquiera podría salir derrotado; pero al mismo tiempo, extasiado por la facilidad con la que los temas entran a las neuronas sin mediación alguna. Quizá la estridencia de los instrumentos podrían convertirse en un barrera, quizá su multifacética imagen que va desde caballeros y sacerdotes de la Edad Media hasta personajes sadomasoquistas que portan tan sólo una diminuta tanga y hombres de largas cabelleras y entalladas mallas con estampados felinos puedan espantar a cualquiera; sin embargo Glitter Wizard sale sin un rasguño cuando su música escapa por los amplificadores e inunda todo a su alrededor de ritmos cortantes y melodías hipnóticas.
El inevitable invierno nos llevó al recuerdo de uno de los singles que se desprendieron del Solar Hits, disco publicado en julio de 2011, situación que nos hizo encontrar una sorpresa: la re-edición del disco en vinil lanzada apenas en este 2016 por medio de Captacha Records y Cardinal Fuzz. Aquel disco maravilloso que sorprendió a más de uno volvía a los estantes con todo su energía sonora para preparar el lanzamiento de Hollow Earth Tour, tercer disco completo del enfermo quinteto californiano.
Bajamos la aguja sobre el vinil y una emoción recorre nuevamente por el cuerpo, una sensación de escalofrío eriza la piel hasta electrizar cada una de las células a través de la memoria que provoca un tema directo de casi tres minutos, una diminuta dosis de locura y esquizofrenia que entra en la sangre para explotar las neuronas en un viaje excéntrico entre lisérgicos colores, teclados estridentes y ritmos salvajes que no parar ni por un segundo...
Aquí está "Snow crash", golpe certero para quienes buscan melodías directas, guitarras hirientes y energía que mezcla la electricidad con la química. Incesantes golpes de batería por cortesía de Fancy Cymballs, la guitarra de Lorfin Terrafor soportada por la fuerza del fuzz, notas de bajo saltando por todos lados gracias a los dedos de Kandi Moon, el ácido y cósmico teclado de Doug Graves y el poder escénico de Wendy Stonege logrando unir todos los elementos para crear una pequeña joya estridente.
Nos detenemos por algunos segundos y logramos detectar algunas influencias en el proyecto sonoro de Glitter Wizard: la omnipresencia de los teclados de bandas setenteras como Deep Purple y Uriah Heep, la fuerza interpretativa del hard rock agresivo de gente como Blue Cheer y MC5, la obscuridad temática a través de la densidad distorsionada de Black Sabbath y Pentagram, la magia cósmica de los progresivos Hawkwind, las arrebatadas presentaciones de Iggy Pop con The Stooges y la locura visual del shock rock de Alice Cooper. Sin embargo, si buscáramos alguien que pudiera conjuntar todos los elementos arriba escritos, sólo lo podríamos encontrar el la mítica banda inglesa The Crazy World of Arthur Brown, que adelantada a su época, sentó las bases para un fuerte show a través de música y temas venenosos con teclados que se incrustan en los tímpanos y melodías imposibles de soltar.
Glitter Wizard asimila aquellos sonidos para crear un pastiche único, mezcla adictiva que no se puede dejar de escuchar. Un golpe en la tarola y la brillante diamantina salpica todo a nuestro alrededor, las bocinas dejan escapar una melodía impactante que llama la atención por el encuentro de los instrumentos distorsionados que cortan el ritmo como cuchillas y un teclado absorbente que logra crear a su alrededor un ambiente psicodélico y cósmico al mismo tiempo. Todo sale de control y lo único que queda es dejar que el cuerpo se una a la fiesta de nieve y ácido rock n' roll.
Un poco glam, un poco kitch, un poco psych... sin embargo, Glitter Wizard termina siendo un coctail de múltiples sabores que impacta visual y musicalmente. El tiempo ha pasado y "Snow crash" permanece firme como un tema poderoso que resume perfectamente lo que es el quinteto californiano, lo que nos sirve de primer mordisco para acercarnos a sus ideas musicales y saber a qué enfrentarnos con su Hollow Earth Tour, material que ha sido clasificado por la propia banda como "progresive punk". Es poco probable que tras escuchar el tema uno no mueva los pies y agite la cabellera a su frenético ritmo, así que con este aperitivo es obligatorio recorrer la discografía del grupo para disfrutar una de las mejores propuestas que existen actualmente.
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