Nuestra alma se encuentra al borde, a la orilla de un enorme abismo que muestra la inmensidad del mundo, de la vida y de la muerte. Imponente vista que paraliza, sorprende y destruye cualquier idea, cualquier sentimiento, cualquier acción. El universo se postra ante nuestros pies y la inmovilidad nos absorbe hasta dejar a una sombra frente la magnitud y la totalidad. Encontrar la libertad nos enfrenta con el cumplimiento del deseo y con la eterna pregunta: ¿y ahora qué sigue?
Aquí tenemos para nuestros oídos a la nueva promesa británica que se une a las huestes del llamado "heavy psychedelic", movimiento musical inspirado en el rock obscuro de los años setentas al estilo Sabbath que al mismo tiempo se nutre del sentimiento progresivo de gente como Tool o Baroness, del poder y el ambiente del stoner entendido al estilo de Sleep o Witch, pero que termina sonando como proto-doom y occult rock de los eternos referentes suecos Graveyard y Witchcraft. Desde Londres, Inglaterra, ellos son Bright Curse.
A través de HeviSike Records nos llega Before the shore, álbum debut de este trío inglés publicado en mayo de 2016. La placa es un collage de atmósferas que nos hacen referencia a sus influencias por ellos mismos referidas, sin embargo, la banda logra construir un sonido propio a través de fuertes composiciones, líricas profundas y una propuesta musical sólida que fácilmente entra a las neuronas de los amantes del hard rock bajo los preceptos establecidos los últimos años en Europa.
Conformados desde junio de 2012, Bright Curse apenas ha logrado presentar su primer disco completo tras un EP homónimo lanzado en noviembre del mismo año y un single con dos canciones en marzo de 2015. Bajamos la aguja, pulsamos el botón de play, damos un click sobre la pantalla y las notas comienzas a golpear incesantemente sobre nuestra playa como si las olas de un impostergable océano nos tomaran por sorpresa. Desprevenidos caemos en su encanto hasta que poco a poco nos ahogamos irremediablemente en sus profundas aguas.
Romain "Shaman" Daut en las vocales y guitarras eléctricas, el sueco Max Ternebring en el bajo y Zacharie Mizzi en la batería se metieron a los Rock in London Studios bajo la visión técnica de JB "Wolfy" Pilon para construir esta excelente colección de siete precisas canciones, un vendaval de sensaciones que logran su cometido: sacudir, impresionar y enamorar. Por si fuera poco el cocktail sonoro que fue masterizado por Jaime Gómez Arellano en el estudio Orgone, el arte de Adam Burke logra captar nuestra vista y desear saber qué es lo que guarda en su interior.
Echamos un vistazo y una blanca ave rapaz sobrevuela el panorama caótico e imponente, bello y tenebroso, una contradicción que despierta incertidumbre y confusión. Before the shore nos recibe con "Lady freedom", poderosa canción de guitarras muy en el recuerdo al primer doom setentero, pero la clara voz de "Shaman" logra transportarnos a otros tiempos en una extraña mezcla de los tonos de Magnus Pelander de Witchcraft y las líneas melódicas de Maynard James Keenan de Tool. Los instrumentos cambian caprichosamente las figuras en un laberinto tenue que sin más nos pierde y nos abandona en sus largos pasillos. Acordes cortados finamente, notas que pasean por distintos ambientes pero que al final nos dejan al borde del abismo...
Vuelta y vuelta sobre el vinil y nuestra mente queda atrapada sin salida en los surcos. Los datos electrónicos son leídos mientras el alma queda prendada de una construcción musical finamente tejida. Ahora es cuando entendemos las razones por las cuales la banda ha compartido el escenario con gente de la talla como Earthless, Mars Red Sky, Colour Haze y Pentagram. El amplio panorama de los inglés abre las posibilidades a muchísimos caminos, mismos que pueden ser recorridos en una sola pieza de las siete que conforman Before the shore, placa que merece ser escuchada de principio a fin. Una vez dada la primera mordida, el gusto se convierte en vicio, pero es necesario masticarlo varias veces para digerirlo y disfrutar todo lo hay en él...
Vuelta y vuelta sobre el vinil y nuestra mente queda atrapada sin salida en los surcos. Los datos electrónicos son leídos mientras el alma queda prendada de una construcción musical finamente tejida. Ahora es cuando entendemos las razones por las cuales la banda ha compartido el escenario con gente de la talla como Earthless, Mars Red Sky, Colour Haze y Pentagram. El amplio panorama de los inglés abre las posibilidades a muchísimos caminos, mismos que pueden ser recorridos en una sola pieza de las siete que conforman Before the shore, placa que merece ser escuchada de principio a fin. Una vez dada la primera mordida, el gusto se convierte en vicio, pero es necesario masticarlo varias veces para digerirlo y disfrutar todo lo hay en él...