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miércoles, 30 de noviembre de 2016

Datura4 : un paso más allá de la psicodelia dominante


Cuando buscamos sobre Fremantle, Australia encontramos que es una ciudad al oeste de dicha ciudad que cuenta con importante puerto y que además (dato importante para cualquier melómano que se jacte de serlo) es el lugar donde descansan los restos de cantante de AC/DC, Bon Scott. Sin embargo, nuestro conocimiento debería abarcar que en dicho lugar se formó en 2009 una de las bandas más importantes de Oceanía si a psicodelia y hard rock se refiere: Datura4.

Su nombre empezó a navegar por los enormes mares de la Internet gracias a su álbum debut Demon blue, disco de julio de 2015 que enamoró a propios y extraños con su ácido sabor lisérgico y atmósferas que vagaban desde el pop más melódico hasta el hard blues eléctrico heredero de aquellas bandas clásicas como Nazz, Humble Pie y The Yardbirds. Sus guitarras a través del efecto fuzz y ritmos insistentes de sencilla digestión se clavaron con facilidad en el gusto de los amantes del rock bien hecho, otorgándole un lugar muy especial a estos australianos.


A finales de octubre de 2016 han regresado a las andanzas bajo un nuevo corcel multicolor llamado Hairy mountain, segunda obra en su discografía que logra definir el sonido ya propio de la banda y que nos obliga a escuchar sin pensarlo dos veces. Más allá de la obvia influencia por el hard rock australiano de principios de los setentas de grupos como Buffalo, Coloured Balls, Masters Apprentices y Billy & The Aztecs, en este material podemos escuchar una maduración sonora más allá del garage psicodélico y hard blues del primer disco donde muchos han anclado sus naves y se han quedado definitivamente varados.

Si buscáramos una explicación del sonido que tiene Datura4 la podríamos encontrar a partir de sus dos pilares: por un lado tenemos a Dom Mariani, quien formara parte de la banda de pop estridente y teclados omnipresentes The Stems; por el otro tenemos a Greg Hitchcock con su pop ochentero del que formó parte junto con The Bamboos y el garage vintage de The Neptunes. A esta pareja nacida en la vecina ciudad de Perth, se unieron el baterista Warren Hall (quien fue el primer baterista de los salvajes The Volcanics) y el bajista Stu Loasby para terminar de darle forma a este proyecto.


Hairy mountain nos invita a escucharlo desde su portada, la cual es un verdadero deleite para la vista. En ella podemos observar desde arcángeles divinos hasta hermosas mujeres desnudas, todo revuelto en una dura mezcla de colores y figuras que retan a la mente. Naves extraterrestres, una luna impresionante, un ojo impresionante, rosas y cerebros... todo para ilustrar esta "montaña peluda".  Este arte no es una sorpresa al descubrir a su autor: Joshua Marc Levy, artista grafico que entre sus trabajos destacan las portadas de discos como Black rain de Ozzy Osbourne, Black ice de AC/DC, Warpaint de The Black Crowes y White horses de Dirty Streets.

Como primera probada al Hairy mountain tenemos su track inicial: "Fools gold rush", tema atascado de fuzz que nos toma de la mano para iniciar un viaje lisérgico. Su energético inicio nos haría esperar un tema cercano al stoner californiano, pero una vez que las voces cantan la suave tonada, el ambiente se vuelve místico e introspectivo. El dulce paseo por las neuronas de la melodía se convierte por momentos en un laberinto de guitarras, que en su maremoto de figuras encontradas y efectos mágicos, la conciencia pierde control para ceder el paso a través del torrente sanguíneo al ritmo venenoso.


Por si fuera poco el viaje sonoro que nos hemos pegado con el tema de los Datura4, su video promocional no se queda atrás. Por medio del canal de YouTube de la disquera Alive NaturalSound Records, los australianos presentaron este trabajo visual que nos recibe con un caleidoscopio atascado de luces y colores, un juego de imágenes en perfecta simetría acorde a la estética psicodélica de los años sesenta. Tras caer por el tobogán misterioso, un extraño ser de máscara zoomorfa y capa brillante nos recibe entre lujo explosivo y deslumbrante avaricia, mientras los cuatro integrantes de la banda giran sobre sí mismos para cantar el adictivo estribillo.


La aguja baja sobre el vinil y entra en la piel para inyectar la ácida sustancia. Un fuerte viaje comienza y la posibilidad de regreso se reduce a cero. Los cinco minutos que dura "Fools gold rush" son prueba viviente que todavía el pschy vintage puede ser una fuente de inspiración para crear verdaderas joyas, melodías que trasciendan el tiempo y crucen fronteras, himnos mágicos que embelesen la mente y el alma. Datura4 han regresado, este el momento de soltar las cadenas y permitir que su fuerte dosis corra por el cuerpo sin freno alguno...


lunes, 28 de noviembre de 2016

The Urges : garage y psicodelia desde Irlanda


Dentro de la marea vintage que ha inundado a todo el mundo desde hace ya varios años, la vertiente que recupera la psicodelia es una de las que ha logrado establecerse con mayor fuerza y se ha logrado filtrar a los rincones menos esperados. Aquellos sonidos surgidos en los garages olvidados de la costa oeste norteamericana entre el flower power y la experimentación con drogas sintéticas salen a flote nuevamente por todas partes para servir de inspiración en el siguiente siglo.

La infección contagió sin control hasta convertirse en una ácida pandemia de dimensiones continentales y consecuencias locales: Baby Woodrose en Noruega, Acid Mothers Temple en Japón, The Growlers en Estados Unidos, Cheap Wine y Sunder en Francia, Vibravoid en Alemania, Elephant Stone en Canadá o Purson en Inglaterra. El fuerte viaje nos lleva ahora a Irlanda, donde el trébol abandona el verde para transformarse en un caleidoscopio multicolor gracias a The Urges.


La banda tiene sus orígenes en Dublín por el año de 2003, cuando se integró el grupo por medio de su gusto por la vieja psicodelia sesentera  de bandas como The Seeds, The Chocolate Watch Band, The Doors y Love. Tras algunos años de composición y conformación de su sonido propio, The Urges presentó su single "(Around &) Around" que dio base a lo que sería Psych-ward, el álbum debut publicado a finales de 2007.

Comparados con los británicos de The Coral, los irlandeses tuvieron la oportunidad de tocar en Europa, Estados Unidos y hasta México, logrando compartir escenarios con gente de la talla de Kula Shaker, The Electric Prunes y los míticos The Sonics en su regreso. Por si fuera poco, fueron firmados por la pequeña disquera Wicked Cool Records de Steve Van Zand (guitarrista de la E Street Band, grupo de soporte de Bruce Springsteen), misma que re-editó el Psych-ward en 2008.


Tras un merecido descanso luego de la gira promocional de su álbum debut, The Urges publicó en abril de 2012 "Fire burning", lisérgico single que volvió a poner a a banda en las listas de éxitos en su país. Sin embargo, después de dicha genialidad , todo se volvió silencio. ¿Habían desaparecido de la faz de la tierra? ¿Los estridentes colores se habían apagado para dar espacio a la obscuridad total?

De manera sorpresiva, en abril de 2015 se presentó "Passing us by", sencillo que anunciaba la publicación de un nuevo disco de The Urges. El tema de aires místicos y teclado omnipresente colocaba a la banda de nuevo en el foco de atención y calmaba la ansiedad de los tímpanos desesperados por psicodelia densa. Aun así, su paciencia tendría que aguantar más de un año para poder tener en las manos el Time will pass, segundo disco de los irlandeses que vería la luz en octubre de 2016.


Para esta ocasión, el vocalista y guitarrista Jim Walters, el bajista Ross McGee, el guitarrista Peter Smith, el baterista Ken Mooney y el tecladista Thomas D'Arcy nos ofrecen una placa de obvia psicodelia, pero al masticar detenidamente sus diez temas saboreamos una orientación más hacia el pop sesentero que hacia los sonidos fuzz que identifican al garage muy presente en el primer disco de la banda. En Time will pass podemos escuchar paisajes orientales, trompetas con aires españoles y juegos melódicos donde las voces vuelan como aves libres que al final se encuentran entre sí.

Para acompañar el lanzamiento del segundo disco de The Urges, se presentó un segundo sencillo titulado "Echoes softly", quizá el track que logra resumir en sus poco más de tres minutos lo que podemos encontrar en Time will pass. Sus acordes son directos, mismos que de manera fácil llaman la atención y entrar al gusto de quien los escucha. La guitarra, el teclado y las trompetas las escuchamos en un primer plano, mientras el bajo y la batería se contentan con tan sólo dar el soporte al tema. Un innegable sabor a The Zombies se detecta en toda la canción gracias a su estructura melódica, el teclado de D'Arcy muy en la escuela de Rod Argent y la semejanza en el tono vocal de Walters con el de Colin Blunstone.


Hay dos puntos que llaman mucho la atención de "Echoes softly", mismos que nos obligan a regresar la atención en esta pequeña dosis de The Urges. Primeramente, la canción tiene un puente hecho a partir de un conjunto de trompetas que transforman el recuerdo pop sesentero a una melodía española, mismo que es acentuado por una guitarra muy marcada como si de una mandolina se tratara. En segundo lugar, tras los pequeñísismos solos de órgano eléctrico con figuras descendentes y de guitarra ahogada en fuzz, el espectro estereofónico del siglo XXI es abandonado por unos instantes para mutar a un viejo sonido monaural que tributa a las bandas que iniciaron la psicodelia; mismas que vivieron en carne propia la mudanza sonora al stereo y el uso de varios canales.

Acompañando el lanzamiento del sencillo, The Urges publicó un video realizado por Amos Kahana a través de la fotografía de Julien Vannucchi, donde podemos observar a la banda paseando por las calles de Florencia, Italia, lugar donde tuvieron la oportunidad de presentarse a finales de 2015. Reflectores multicolor, gente bailando al ritmo contagioso y una banda ansiosa por mostrar el nuevo material que trae entre manos.


Irlanda levanta la mano dentro del mapa de la recuperación de la vieja psicodelia. The Urges está de regreso y es momento de que los escuchemos, que gocemos su calidad y que dejemos que su música nos haga viajar en el tiempo y el espacio. Los ecos que salen de sus amplificadores resuenan en las neuronas de quienes rememoran aquella música empapada en fuzz y teclados estridentes, magia sonora de místicos vuelos que nos toman de la mano suavemente para invitarnos a un paseo por el recuerdo de una ácida época. Bajemos la aguja sobre el vinil y dejemos que todo fluya...


viernes, 25 de noviembre de 2016

Year of the Goat : un recuerdo para el ritual de sangre y fuego


Hace varios años nos enteramos de la existencia de una banda sueca gracias a que fue soporte de Witchcraft para presentar Legend, disco que significó la reconstrucción del mítico grupo de Magnus Pelander. Su sonido encajaba con aquel gusto por el occult rock y proto-doom setentero que comenzaba a dominar Europa y sobre todo Escandinavia. Al rascar un poco más descubrimos que eran publicados por la misma disquera de los ahora desaparecidos The Devil's Blood, situación que obligaba a compararlos. Sin embargo, poco a poco el tiempo y su calidad propia fue estableciendo el nombre del sexteto hasta construir un lugar propio... Year of the Goat. 

Norrköping, Suecia vio nacer en 2010 a una banda inspirada en la música de atmósferas densas, las artes ocultas y la lírica libre y profana para crear un concepto sonoro que obscureciera el panorama de lo que existía en ese momento. De su satánico grial se podría saborear algunos ambientes psicodélicos de las bandas más ácidas de los sesentas, los lúgubres ritmos que hicieron nacer al metal en los setentas, las sombras que se posaron sobre el pop ochentero y el renacimiento del hard rock lleno de referencias malignas y riffs infecciosos del nuevo siglo. Lucifer como referente directo de inspiración, de incitación y de insurrección contra lo establecido y la moral religiosa.

A través de la figura de Tommie Eriksson, Year of the Goat estableció su soporte, su piedra de toque, su referencia obligatoria. El sacerdote de este nuevo ritual tomó la guitarra y la voz como símbolos mágicos, y en un bautismo de fuego, su nombre se transformó en Thomas Sabbathi. Para acompañarlo en esta travesía de predicación y sacrificio, cuatro apóstoles se sumaron al reto: Per Broddesson y Jonas Mattsson en las guitarras, Fredrik Hellerström en la batería y Tobias Resch en el bajo. Luego de grabar un EP llamado Lucem Ferre, la banda se enfocó a componer lo que sería su álbum debut, el cual comenzaría sus grabaciones en el estudio Huvudstaden a finales de 2011; lugar caracterizado por sus equipos análogos y por haber sido utilizado por bandas como Ghost y PG Lost.

Sin embargo, las cosas empezaron a complicarse cuando Per Broddesson tuvo un accidente, imposibilitándolo para seguir con las grabaciones. Dicha situación comenzó a generar conflictos dentro de la banda hasta que Jonas Mattsson decidió bajarse del barco. Ante la incertidumbre y con medio disco grabado, Year of the Goat reclutó al guitarrista Don Palmroos, y al poco tiempo, al tecladista Mikael "Pope" Popovic para que se hiciera cargo del mellotron y de los coros. Fue así que hasta finales de 2012 se publicó Angels' Necropolis bajo el sello alemán VAN Records.


El álbum debut de Year of the Goat terminó siendo una verdadera joya a pesar de las situaciones internas de la banda, y quizá sea la participación de diversos músicos dentro de las sesiones de grabación lo que provocó que el disco tenga tantos sonidos de diversas épocas pasadas. No se puede negar su obvia influencia retro y ocultista de gente de la talla de Black Sabbath, Blue Öyster Cult y Wishbone Ash, pero también se pueden escuchar algunos detalles e influencias de bandas como los suecos Ghost, los fineses Jess and the Ancient Ones y los americanos Blood Hammers. Fusión de distintos momentos que dieron forma al hard rock y al metal, mismo que se pueden palpar en cada canción del disco.

Como sencillo promocional, los suecos escogieron "Spirits of fire", tema que tiene una introducción con aires progresivos de guitarra limpia y flautas cortesía de un suave mellotron. La melódica voz de Thomas Sabbathi logra encajar a la perfección con la atmósfera tenue del track, misticismo que termina explotando en un orgasmo coronado por las excelente figuras vomitadas por unas twin guitars. Un pequeño dulce relleno de maldad, tres minutos y medio que entran con facilidad por los tímpanos y hacen arden al alma que está perdida en algún rincón obscuro de nuestro interior.

"Deja que las estrellas sean las velas de tu tumba. El despertar de un antiguo elegido en búsqueda. Las manos del infierno te recuestan en un agujero en la tierra, ardientes manos y rostros serios. El aquelarre te observa con mirada voraz, el aire se llena de muerte y la noche de amor, amor por el maestro. Espíritus de fuego te rodean ahora mientras sus tranquilas voces por el maligno..."

Para ilustrar este ritual satánico, Year of the Goat publicó en febrero de 2013 el video de "Spirits of fire", el cual fue un trabajo visual realizado por Rickard Monéus y el propio Thomas Sabbathi a través de la productora 1897.se donde podemos ver un aquelarre de misteriosas damas bailando alrededor de hombres enmascarados, un trono y una mesa donde se practicará un sacrificio. Tinieblas, imágenes psicodélicas deslumbrantes y el torso desnudo de una rubia chica recibiendo el cuchillo que la desangrará. El demonio podrá estar complacido...


La memoria nos ha llevado al recuerdo de Year of the Goat y su ritual de sangre y fuego, pero el tiempo ha pasado y las cosas han cambiado. Jonas Mattsson regresó y Per Broddesson abandonó definitivamente a la banda. Dos años después se publicó The Unspeakble por medio de la reconocida Napalm Records. Quien fuera el ingeniero de sonido de dicho grupo, Joona Hassinen, se convirtió en el nuevo bajista. En estos momentos se encuentran preparando el lanzamiento de su tercer disco bajo el nombre de Song of Winter y regresarán a los escenarios de la mano de los estruendosos Tombstones y de The Orden of Israfel, banda comandada por Tom Sutton (guitarrista de Night Viper y ex-miembro de Church of Misery).

Los poderes de la noche fueron llamados y la maldad respondió. El sacrificio fue de su agrado y la obscuridad tendió su manto sobre Year of the Goat. Se han roto las cadenas que ataban a la bestia y ahora es momento de sufrir las consecuencias y prepararnos para su siguiente paso, quizá el definitivo...

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Scorpion Child : un baile con la muerte


El segundo disco de una banda que tuvo un excelente álbum debut siempre será un gran reto, una afrenta de la cual pocos salen vencedores. Si a ello le sumamos cambios en la alineación original, realmente es como si se comenzara desde cero. Sin embargo, hay grupos que a pesar de las adversidades renacer de sus cenizas como el ave fénix para crear joyas inesperadas. Acid roulette de Scorpion Child es una de esas felices excepciones. 

La banda originaria de Austin, Texas había logrado con su primer disco excelentes críticas, diversos reconocimientos en revistas especializadas y hasta tuvieron la oportunidad de compatir escenario con gente como Clutch y Monster Truck en la gira "Lords of the riff", misma que los llevó hasta Inglaterra. Su sencillo "Polygon of eyes" fue calificado como "el single de la semana" por la plataforma mundial de descarga musical iTunes, lo que nos habla del éxito logrado. Pero aún con lo cosechado en tan poco tiempo, las cosas al interior del grupo se fueron descomponiendo hasta el grado de su probable desaparición.


El baterista Shawn Paul Alvear, el bajista Shaun Avants y el guitarrista Thomas Frank habían decidido abandonar el barco, dejando a la deriva al vocalista Aryn Jonathan Black y al guitarrista Christopher Jay Cowart. Sin dejar tiempo que perder, la pareja se dio a la tarea de sumar nuevos aliados a su proyecto, encontrando en el baterista Jon "Charn" Rice, el bajista Alec "Mexecutioner" Caballero Patrón y el tecladista Aaron John "AJ" Vincent a los compañeros ideales para crear el siguiente paso del niño escorpión.

A principios de 2015, el reconstruido Scorpion Child entró al estudio The Bubble de la mano del reconocido productor Chris "Frenchie" Smith para grabar un disco que rescatara aquellas épocas cuando los grupos se metían juntos en el mismo lugar a grabar, logrando plasmar en el vinil la fuerza y la crudeza de las bandas en vivo. Con tan poco tiempo de adaptación de los nuevos integrantes, el material que resultó de las sesiones de grabación tienen el sabor de la improvisación, de la naturalidad y de la intensidad; pero ello fue logrado también gracias a la mezcla hecha por Dave Schiffman (quien ha trabajado con Rage Against the Machine, The Mars Volta, Dead Meadow y Janes's Adiction). Pero por irónico que parezca, el segundo disco de los texanos no tiene un concepto sencillo...


En una época donde se privilegia el single, el EP y las canciones sueltas, Scorpoin Child le apostó a componer un disco conceptual, una colección de 12 temas unidos por una historia desgarradora: "Un hombre se inculpa de un delito que no cometió. Un asesinato lo condena a pasar el resto de sus días en la cárcel, salvando a sí a su mujer. Sin embargo, ella comienza un nuevo romance con hombre rico, lo que devela su engaño. Una vez en prisión, el hombre busca redefinir su universo a través de la ruleta rusa de las emociones que genera las drogas. Finalmente, el individuo se pierde en sus fantasías, mismas que quedan plasmadas en papel".

Este relato sirve de pretexto para crear un universo sonoro lleno de posibilidades, ideas y sentimientos. Sin dejar atrás el sonido que Scorpion Child logró con su álbum debut, la nueva alineación llevó aquella influencia musical de gente como Led Zeppelin y Aerosmith hacia la acidez y la magia de Deep Purple, Rainbow y Uriah Heep por medio de los teclados, ácidas atmósferas que sirven de telón de fondo para una crónica llena de imágenes psicotrópicas provocadas por las pastillas, el encierro y la imaginación.


Para darnos una idea de a nueva propuesta sónica de Scorpion Child, pulsamos el botón de play en el segundo track del Acid roulette, tema arrebatado y desbocado que lleva por título "Reaper's danse". Siendo el tema más cercano a lo que fue su álbum debut, sirve de puente perfecto para tomarnos de la mano y recibir a brazos abierto al nuevo niño escorpión. Un riff asesino se escapa por las bocinas mientras los teclados apoyan la potencia sonora con su atmosférico sonido, un juego de guitarras inspirado en el insistente rasgueo del viejo New Wave of British Heavy Metal mientras una aguda voz entona un tema estremecedor. Un tobogán de notas nos hacen caer hasta el fondo de un abismo de ansiedad y desesperación que sólo un encierro indefinido puede provocar en la mente atormentada.


Bajo la estética de las ilustraciones de Costin Chioreanu de Twilight 13 Media, Scorpion Child dota de imágenes a la cruda historia de su prisionero, narración que tiene en la muerte al personaje principal. Espinosos paisajes de soles pálidos y una vieja casa en ruinas llena de almas en pena sirven de escenario ideal para un asesinato, pero los responsables han quedado sin culpa porque un hombre enamorado ha tomado el lugar de su esposa sin saber que ha sido engañado. Ahora en el encierro, su único escape son sus escritos y los efectos alucinógenos de las drogas consume, sin embargo, todo se ahoga en un infierno donde la muerte toma el control de todo lo posible y lo imposible.


Si buscáramos una palabra con la cual encapsular el Acid roulette sería "intensidad". La mutación de Scorpion Child logró crear un disco conceptual arriesgado en los tiempos de la inmediatez y las canciones sueltas, pero que al final del día termina haciendo un buen disco. Quizá algunos de los primeros seguidores de la banda quedarán decepcionados al no escuchar una continuación del debut, pero con este segundo disco el reformado grupo ha abierto las posibilidades sonoras hacia diversas opciones que rompen con los géneros cerrados (lo que los ha llevado a compartir escenario con Uncle Acid & the deadbeats). Su hard rock original lleno de vitalidad ha sabido asimilar otros sentimientos para construir una ruleta rusa de sensaciones a través de una mente debilitada por el encierro y los ácidos de su personaje central.  "Reaper's danse" es la entrada a este enfermo mundo, esta es nuestra oportunidad de atravesar por ella y descubrir cómo una banda se puede reconstruir sin abandonar su esencia...


lunes, 21 de noviembre de 2016

Pulpo Negro : desatando a la bestia


Desde las profundidades del ser se escuchan los acordes de sus atrocidades, sus errores y sus pecados cometidos en nombre del progreso, la tecnología y el desarrollo. Aquellos sonidos no pueden ser unos simples murmullos que fácilmente se pierdan en el vacío, sino un estruendo que ha alcanzado al individuo tal y como lo hace el destino, más como consecuencia de sus actos que como el cumplimiento de algo escrito. El monstruo interno despierta y nos muestra en carne viva las pesadillas que nosotros mismos hemos creado. Éstas son las notas que le sirven como música de fondo...

Desde la Gran Buenos Aires, Argentina nos llega una banda que toma el metal como bandera sonora y Pulpo Negro como nombre de guerra. Esta máquina de destrucción interna hace explotar el inconsciente con la única intención de abrir los ojos a una sociedad ciega en su necedad de alcanzar poder, control y civilización a cualquier costo. El hombre ensimismado y hedonista es cuestionado a punta de guitarrazos salvajes, punto de inflexión para romper las barreras de la sumisión, el egoísmo y el odio.


Formados en 2008, Pulpo Negro se integró con la única intención de recuperar la fuerza del rock crudo, directo y pesado que alguna vez tuvo el metal. Inspirados en el sonido del rock pesado y el groove noventero de bandas como Down, Pantera y Corrosion of Conformity, el grupo se montó en un potro salvaje que lograra reencontrarse con la agresividad perdida en estos días de ligereza de pensamiento, de actitud y de creación.

Inspirados en una vieja serie de televisión argentina de mediados de los ochentas, Pulpo Negro se bautizó con el único objetivo de tomar una identidad propia por medio del suspenso que crea el crimen, la premeditación y la muerte. Todo conllevó al grupo a componer temas desgarradores que poco a poco con el tiempo y la maduración que sólo logra tocando sobre los escenarios, tuvieran un concepto encadenado, una visión clara y orientada de lo que una banda puede obtener si busca una coherencia entre la música y la lírica.


Pablo Krause y Damián Masulli en las guitarras, Sebastian "Vitel" Persec en el bajo y Pablo Iacovone en la batería integran el cuerpo de esta abismal bestia, misma que tuvo su propia voz hasta 2014 cuando Max Jones se sumergió en sus profundas aguas; llevando al cantante a alternar su estadía con sus otros proyectos musicales como Mil Tormentas y The Boors. 

Una vez consolidado el octópodo de obscuras intenciones, todo se orientaba a plasmar en un plato lo que la banda había construido bajo esfuerzo y tenacidad. Durante 2015 se encerraron en  los FDM Studios junto con Sebastián Barrionuevo para darle forma a su primer hijo, desgarrador material de 6 temas que tiene como nombre El arte de matar. El disco emergió de las profundidades hasta abril de 2016, pero su suerte terminó de cambiar gracias de la mano del coloso independiente South American Sludge Records, sello creado por el mítico Sergio Ch., ex-guitarista de Los Natas y actual miembro de Soldati y Ararat.


Como primera mordida al envenenado material tenemos a su track inicial, "Pantano", tema infeccioso que golpea sin piedad desde el primer segundo. Agresivo riff que sacude la tierra sin contemplaciones, un sismo que busca cimbrar el aletargado ambiente dominante, un metal pesado que realmente cae del cielo sobre nosotros. Guitarras filosas que arañan las entrañas, denso bajo que soporta al engendro marino y batería agresiva que rompe con el silencio y la apatía. 

"Pantano" es una fuerte crítica contra la desidia del individuo en una sociedad que lo oprime sin piedad hasta la asfixia, hecho que lo hace encapsularse en sí mismo hasta el olvido de los demás. Egoísmo al límite de lo imaginable que ahoga al ser humano en las negras aguas de su podredumbre y su mezquindad. Este un golpe al rostro, quizá el último intento para arrancar la apatía que inunda las calles, un poderoso grito que desea arrancar al hombre de la fosa que él mismo ha creado.  

Desde lo más hondo del precipicio humano se escuchan las palabras de Pato Larralde que retumban en nuestra conciencia: "No se anticipa el comienzo, no sabemos el final. Nos urge descubrir las entrañas de lo vedado. La mente puede ser un universo o una pasión. No hay espacio entre el bien y el mal, sólo el momento donde se clava el puñal ocultos bajo el arte de matar..."

A través del canal de YouTube de Pulpo Negro pudimos ver el video promocional de "Pantano", un conjunto de imágenes de la banda realizadas por Sebas Michia, Norita Baca e Ileana Giménez que muestran su poderío y energía sobre los escenarios. La edción final de este trabajo visual fue realizado por el propio Damián Masulli, guitarrista del grupo.


Este es el momento en que Pulpo Negro busca su consolidación dentro de la escena metalera de su natal Argentina, pero el retumbar de sus notas empiezan a hacer eco en otras latitudes del planeta. El arte de matar no sólo sacude al cuerpo, también estremece la conciencia abrumada por los deseos avaricia, control y muerte. Arrancamos el mensaje del ruido que lo acompaña y sembramos la semilla que logrará despertarnos de nuestras propias pesadillas...


viernes, 18 de noviembre de 2016

Spiral Shades : cómo hacer una banda virtual y no morir en el intento


La tecnología y las redes sociales tienen dos puntos de vista ambivalentes y contradictorios: por un lado está el demonio que alimenta el hedonismo de los individuos cada vez más ensimismados y por el otro está el puente que a través de sus tentáculos se alcanzan las más diversas posibilidades de comunicación que logran poner en contacto a personas sin la obligatoriedad de un encuentro físico. El mundo de la música no se encuentra excluida de esta paradoja, pues encierra al egoísta en su burbuja auditiva hasta el grado de evadir la realidad gracias a su mundo onírico creado por las salvajes notas musicales y, al mismo tiempo, rompe con las fronteras creadas por el antaño imperativo físico del disco y por la obligatoriedad de la exposición en los medios convencionales que frenaban la creatividad y la difusión del artista más allá de lo establecido comercialmente.

Esta es la historia de lo que podría ser la primera banda virtual de la historia del rock, más allá de los monitos de Gorillaz, grupo que se reduce a una imagen virtual con la presencia de los músicos sobre el escenario y en los estudios de grabación. Pero el caso de Spiral Shades va mucho más allá... separados por más de 6,000 kilómetros, con idiomas diferentes y culturas distintas, dos jóvenes crearon una agrupación la cual ha publicado ya un disco y un EP, pero que hasta el día de hoy jamás se han visto en persona y mucho menos han tocado juntos.


Khushal Bhadra y Filip Petersen coincidieron a través de un canal de YouTube que compartía música de los años setenta especializada en el incipiente heavy metal y en las semillas del doom. Bandas como Black Sabbath, Pentegram y Saint Vitus comenzaron a ser punto de encuentro entre ellos. Pláticas, recomendaciones y gustos compartidos llevaron a estos amigos "on line" a la idea de conformar un grupo con canciones originales que tuviera como fuente de inspiración a sus  bandas favoritas.

Sin embargo, existía un pequeño inconveniente; Bhadra vive en Mumbai, India y Filip en Vennesla, Noruega. El poder de las distintas herramientas de comunicación a distancia llevaron a compartir ideas, melodías, riffs y sonidos que poco a poco se convirtieron en temas completos. El método de composición del grupo fue en principio sencillo: Bhadra escribía las líricas y mostraba a Filip la línea melódica que tendrían, y a partir de dicha base, ambos comenzaban a estructurar el tema.


La pareja comenzó con el proyecto en 2012 y para 2014 tenía el material completo para su publicación, pero finalmente tuvo un segundo trabajo de mezcla y masterización realizada por Eric Oberthaler, músico y técnico norteamericano que ha trabajado para bandas del género como The Well, Electric Citizen, Mondo Drag, Sons of Huns y Slow Season. Por si fuera poco, gracias a él tuvieron el contacto para que las ediciones finales fuera editadas a través de RidingEasy Records en agosto de 2014 bajo el nombre de Hypnosis sessions.

Todos los instrumentos que se escuchan en los nueve temas del disco fueron tocados y grabados por Filip Petersen, aunque la batería fue hecha por medio de una programación creada en un software. En cambio, todas las voces fueron hechas por Khushal Bhadra. Ya con los temas terminados, el sonido fue cuidado en la producción con la intención de que lo que se escucha tuviera la fuerza y la crudeza que tenían las bandas de los setentas cuando se metían todos los integrantes a grabar en un mismo estudio al mismo momento.


La disquera lanzó en su canal de YouTube como video promocional del Hypnosis sessions una colección de gráficos con el arte del disco que acompañan la música y las letras de "Frustrations", tema inicial de la placa. Un elefante psicotrópico, un caleidoscopio en simetría y un manto estelar sirven de telón de fondo a una líricas llenas de emoción bajo la estética sonora del proto-doom de los setentas donde la mente y los sentimientos del hombre ante un mundo vacío explotan para terminar con el dolor que se guarda en el alma.

"Jamás quitaré lo vivido en esta vida que he deseado. Cargado de depresión, siempre me sonrío a mí mismo para darme un sentimiento de confianza, pero con el paso del tiempo se desvanece. Enfrento a la vergüenza y la culpa, pero quisiera regresar para cambiar el tiempo que me ha engañado. Estoy terminando con el dolor... Frustraciones de la vida que se arrastran por mi mente, estoy en este espacio vacío, en un mundo distinto al cual no pertenezco. La frustración de morir ronda en mi mente..."

¿Qué futuro puede tener una banda si jamás ha tocado y sus integrantes se encuentran a tantos kilómetros de distancia? Quizá la tecnología llegue a un punto donde podamos tener la oportunidad de ver una presentación de Spiral Shades tocando en vivo "on line" donde banda y público nos encontremos conectados en alguna sala de conciertos virtual. El desarrollo electrónico nos permite soñar en situaciones que en este momento parecen imposibles, pero hasta hace poco no imaginábamos un grupo virtual en toda la extensión de la palabra como este dúo noruego-hindú. Aquí está su material y ahora queda en nosotros escucharlo, disfrutarlo y volver a inundar nuestra mente de aquel sonido denso que marcó al rock hasta transformarlo en metal.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Black Sabbath : el final ha llegado


El día de hoy, 16 de noviembre de 2016, toca Black Sabbath en el Foro Sol de la Ciudad de México como parte de su gira de despedida de los escenarios. Los culpables de que exista la obscuridad en la música han decidido despedirse y hoy será la última oportunidad de verlos en vivo. Los arquitectos del heavy metal se jubilan, pero aún tenemos la suerte de escuchar sus últimos acordes y darles las gracias por su legado a través del aplauso y la ovación.

¿Y cuál sería la razón para ver a un viejo loco come murciélagos que es manipulado por su mujer (Ozzy Osbourne), a un excéntrico anciano de bigote que golpea en los bares a la menor provocación (Geezer Butler) y a un senil tipo con los dedos cortados que acaba de salvarse del cáncer (Tony Iommi)? Pues aquí van nuestros motivos...


A finales del 2011 comenzó a escucharse el rumor de que los miembros originales de Black Sabbath se volverían a juntar tras su  Reunion de 1998 y The last supper de 1999. Todo fue confirmado en noviembre de dicho año cuando anunciaron una serie de conciertos y la grabación de un disco con temas nuevos con Rick Rubin tras el intento fallido hecho en el 2001. Sin embargo, y como siempre ha ocurrido con la banda, las cosas se tornaron distintas.

En enero de 2012 Tony Iommi fue diagnosticado con un linfoma y en febrero Bill Ward se bajaba del barco alegando por diferencias económicas con el resto de sus compañeros. Tras muchas dudas y misterios alrededor de Black Sabbath, todo concluyó con la presentación de Osbourne, Butler y Iommy junto con Tommy Clufetos en la batería, músico experimentado que había tocado en la banda de Ozzy (además de con Alice Cooper, Ted Nugent y Rob Zombie). Pero por si fuera poco, al fin vería la luz un disco con temas inéditos de los tres supervivientes de la alineación original del grupo desde el contradictorio Never say die! de 1978.


13 fue publicado a través de Vertigo el 13 de junio de 2013. El disco recupera aquellos viejos riffs de los años setentas así como las obscuras letras nacidas de la retorcida mente de Geezer Butler, sin embargo, el material nos muestra al melodioso Ozzy Osbourne de los ochentas, una producción bajo los cánones ya establecidos por Rick Rubin y el apoyo como músico de sesión a Brad Wilk, baterista de bandas como rage Against the Machine, Audioslave y The Last Internationale. Sin aquella fuerza sonora que tienen los primeros discos de Black Sabbath donde las distorsiones naturales de los instrumentos lograban hacer vibrar las bocinas a través del volumen y unos cuantos pedales analógicos, para este 13 escuchamos a una banda grabada bajo la estética sonora de la última década del siglo pasado donde la guitarra eléctrica se escucha muy limpia, el bajo en un segundo plano y los platillos de la batería bastante agudos (¿acaso tenemos de referencia el famoso álbum negro de Metallica?).

Sin embargo, los ocho tracks que conforman esta placa van más allá del resultado final obtenido en los estudios de grabación. La magia que alguna vez tuvieron tres de los miembros fundadores de Black Sabbath se escuchaba otra vez por los amplificadores, el misticismo de los ambientes creados por los riffs de Tony Iommi regresaban intactos tras décadas de naufragios sin remedio, el recuerdo de esa banda fundadora de aquello que llamamos metal y doom se materializaba en un presente con la promesa de regreso a los escenarios. Ochos temas colosales, ya sea en tiempo o en construcción melódica, nos hacen retornar la esperanza por tener en el nuevo siglo a los maestros de la obscuridad entre nosotros.


Una muestra de lo que es 13 se escucha en su primer track, "End of beginning". Este tema es un heredero directo del riff de clásico "Black sabbath" del primer disco de la banda, ya que recupera la densidad y letargo que rompió con los ritmos dominantes del ya lejano 1970 y que ahora en el 2013 vuelven a sacudir con su intensidad y su sensación abismal. Como podría esperarse, la melodía se transforma en un caballo desbocado que abre paso a los fundamentales solos de guitarra de Iommi y  tras de ellos la eterna persecución de las figuras del bajo de Geezer. Ocho minutos que nos pasean por todo el camino recorrido por la banda maldita, un recorrido por las posibilidades sonoras de un grupo con más de cuarenta años de carrera bajo tensiones, vicios y mucha pasión por la obscuridad.

Este tema fue utilizado en unos de los capítulos de la serie norteamericana CSI: Crime Scene Investigation, lo que motivó a que Black Sabbath tocará en el set de filmación cuando se grabó el último programa de la temporada. Dicha presentación fue grabada y se convirtió en el video oficial de "End of beginning" con la intención de promocionar el disco recién estrenado. En sus imágenes podemos observar a la gente de la producción televisiva levantar las manos al ritmo del apocalíptico tema que critica a la tecnología y la postura del ser humano ante ella, pero ello queda muy lejos de los verdaderos fanáticos de la banda quienes podrían haber disfrutado del poder de los de Birmingham y comprender el mensaje de sus líricas.


"¿Es éste el final del comienzo o el inicio del final? ¿Estás perdiendo el control o estás ganado? ¡Es tu vida real o sólo una pretensión? Para encontrar el motor para la solución tendremos que reiniciar el sistema, reanimar la secuencia y rebobinar el futuro a través del pasado. Tu vida está sobrecargada, es necesario limpiarla para alcanzar los secretos de su código propio, ahí donde está tu identidad.  No sabes qué camino tomar y quizá estés perdido y confundido, pero ésta es tu segunda oportunidad. El tiempo y el espacio se han transformado. Almas cibersónicas que tienen en el hombre a su huésped, analizan y clonan de manera implacable hasta que finalmente te dejan libre. No deseas ser un robot fantasma, así que necesitas levantarte y resistir para ser dueño de tu destino. No observes hacia el pasado vive el ahora, mañana será demasiado tarde..."


Ha llegado el gran día y tan sólo quedan algunos segundos para despedirnos de la banda que cambió el curso del rock. Será acompañada esta noche por Rival Sons, grupo que se ha diluido hasta ser una caricatura hipster de sí mismos hasta abandonar la posibilidad de ser una de las mejores bandas del vintage rock en esta década; pero podemos confiar en los maestros de la obscuridad y sus razones para escogerlos como teloneros. Varias generaciones estaremos presentes en el Foro Sol esta noche, gritaremos a todo pulmón cada tema y gritaremos cada vez que Ozzy nos lo pida, pero el mejor  momento de la velada será cuando México ovacione a Black Sabbath cuando sus últimos estertores se escuchen en las bocinas del lugar...


lunes, 14 de noviembre de 2016

Saturn : otro tributo sueco al heavy metal



Los amplificadores Orange son encendidos para dejar escapar el lamento de una guitarra Fender a través de un slide metálico que resbala sobre sus cuerdas. Por algunos segundos el blues árido corre por las venas, pero todo se elimina cuando el resto de los instrumentos entran a escena para soltar la carrera de un caballo eléctrico desbocado, un descendiente directo del viejo metal británico de finales de los setentas, un bólido que sube hasta las estrellas para recordar los primeros instantes del heavy metal agresivo, crudo y directo. Respiramos un poco y descubrimos a los culpables de esta regresión... Saturn.

Formados en la estratégica ciudad de Boras, Suecia a finales de 2012, Saturn se sumó al conjunto de bandas escandinavas que se embarcaron en el rescate del famoso New Wave of British Heavy Metal como tendencia musical que inspira la creación de nuevos temas para los amantes del género. Enriquecidos por su gusto por el blues, el space rock y otras lineas progresivas, el grupo construyó una cápsula sonora para regresar en tiempo y llevarnos de paseo a través de rápidas guitarras encontradas y ritmos voraces llenos de intensidad.


Bajo el recuerdo de bandas clásicas como Deep Purple, Black Sabbath y UFO en mezcla perfecta con el incipiente metal de los primeros discos de Iron Maiden y Judas Priest, Saturn muestra su amor por dicho sonido con una única intención: divertirse. Largas cabelleras, pantalones entubados de mezclilla y "atrapa-sueños" sobre los micrófonos forman parte de la imagen de una banda que fácilmente se adueña del escenario y se anexa al selecto grupo sueco de nuevo metal junto con Horisont, Hypnos y Black Trip.

Fue así que Linkan Lindgren y Robin Tidebrink en las guitarras eléctricas, Ted Carlsen en la batería y Oscar Pehrson en el bajo y vocales crearon Ascending (Live in space), su álbum debut publicado en 2014 por Rise Above Records. El disco es un conjunto de ocho temas que van desde el frénetico heavy metal de "So, you have chosen death" y el sentimiento bluesero de "Over the influence", pasando por los aletargados ritmos de "Tower of terror" y la cósmica "The last man in space".


Quizá el track que condensa todas las posibilidades sonoras de Saturn es "Rokktori", único sencillo del disco. Sus acordes nos llevan desde el incipiente blues hasta el NWOBHM y los primeros instantes del power metal alemán más nostálgico posible. Ritmo entrecortado que cabalga a toda velocidad y que en algunos instantes se permite jugar con sintetizadores galácticos que le ofrecen una mística muy espacial. La energía del tema lo obligaba a convertirse en single seguro, una pequeña muestra de lo que podíamos esperar del Ascending (Live in space) y un gancho para escucharlos en vivo.

Gracias las explosivas melodías de este primer disco, Saturn empezó a girar por su natal Suecia hasta tener la posibilidad de tocar en Alemania. Es así como la banda ha podido alternar con grupos como Hypnos, MaidaVale o Heat, además de formar parte del cartel del festival Sankt Hell que realizó los últimos días de 2015 en Hamburgo junto con Greenleaf, Wolvespirit, Zodiac y Sons of Morpheus.

En diciembre de 2015 fue presentado a través del canal de You Tube de la disquera Rise Above Records el video promocional para "Rokktori", un trabajo visual realizado por Jim Nedergard que muestra a Saturn bajo un estética vintage tocando en un pequeño antro, en un "deshuesadero" de automóviles y dentro de una vagoneta que corre a toda velocidad por arenosos caminos al ritmo de la melodía. Vale la pena resaltar un misterioso antifaz blanco con el logo del grupo sobre la frente que aparece en los lugares menos esperados.


El recuerdo nos llevó a Saturn y su mágico Ascending (Live in space), pero afortunadamente no todo a quedado en un explosivo debut. La banda se metió a los estudios de grabación entre junio y julio de 2016 para crear lo que será su segundo disco, mismo que ha sido mezclado en setiembre del mismo año. Será cuestión de algunos meses que vea la luz el nuevo y esperado material, así que aprovechemos la ocasión para regresar la mirada y volver a disfrutar de los que este cuarteto sueco sabe hacer.


sábado, 12 de noviembre de 2016

Montenegro : un arrabal instrumental para la mente


El cambio es la única constante en el universo. La transformación nos muestra las múltiples caretas que las cosas tienen en sí. Todo es trastocado y como lo relata la teoría del caos, el más mínimo movimiento puede desencadenar grandes consecuencias... algunas desastrosas, otras maravillosas. El onírico mundo de la música no se escapa de esta condición obligatoria, por lo que la mutación se convierte en una musa inspiradora que crea obras maestras a través de poder revolucionario e innovador. Y para muestra, un ejemplo: Montenegro.

Nacidos en la Gran Buenos Aires, Argentina, cuatro jóvenes crearon un proyecto en el 2010 que fusionara toda la imaginación gaucha hasta los derroteros del stoner más denso, aquel heredero de los viajes ácidos de la psicodelia antigua. La idea terminó condensada en cuatro colosales temas bajo el título de Confusos recuerdos después del coma, material presentado en abril de 2013. Al año siguiente se enfrascaron en una enorme obra conceptual inspirada en el cuento del siglo XIX El matadero de Esteban Echeverría, la cual terminó unida en un mismo disco con otro tema de semejantes intenciones hecha por los rusos The Grand Astoria. Sin embargo, las cosas han tornado y la historia de hoy es diferente.


Las modificaciones en la alineación de Montenegro llevó a la banda a un cambio dentro de su concepto musical, aunque su esencia pesada se mantuvo a flote como idea original. Luciano Marchisio en el bajo y Gonzalo Rubio García en la guitarra han servido de pilares para un proyecto sonoro conciso basado en la experimentación, la virtuosidad y el sentimiento. Reclutando al baterista Arístides Catalano y olvidando por completo las vocales, el grupo se ha convertido en un power trio sin contemplaciones que permite fluir las sensaciones a través de melodías sin lírica y ensoñaciones distorsionadas llenas de electricidad.

Por si la nueva idea musical de la banda no fuera temeraria, Montenegro se subió a los escenarios para plasmar en un plato su poder, su magia y su versatilidad a través de la espontaneidad que tiene tocar en vivo más allá del calor y el refugio técnico de un estudio. Es así que llega a nuestros oídos en julio de 2016 el tercer material del grupo, ocho temas bautizados simple y certeramente como Vivo


Grabado en la noche del 13 de mayo de 2016 en el Detroit Club, aquel pequeño local de Morón donde también grabaron los lísergicos Los Planeta Rojo, el grupo aprovechó la cercanía con el público fiel y abierto al cambio para desarrollar temas instrumentales más allá de lo hecho en sus materiales anteriores. El material fue registrado por Ignacio Gracia y mezclado por Jose Luis Álvarez Rodríguez en el Estudio La Villa Records, para que fuera finalmente masterizado por Gustavo Sammartin en el Estudio Urbano. Gracias a su trabajo, hoy tenemos la oportunidad de viajar cuantas veces queramos con un instante en el tiempo captado y recopilado en un material de descarga directa desde la página de Bandcamp de Montenegro. (Escucha y descarga "Vivo"

Los nuevos aires que soplan sobre Montenegro han permitido que la banda suelte las amarras y naveguen más allá de las fronteras argentinas, pero que al mismo tiempo, nos muestran la multiplicidad de culturas que viven en la república gaucha, collage vivo que crea y recrea una identidad. La música sirve de pasaporte mágico que nos arrastra a vuelos imaginarios por tierras maravillosas enmarcadas por noches cósmicas, extravagantes sonidos que juegan con nuestras neuronas por medio de tiempos precisos que cambian de velocidad a la menor provocación, visceral juego de armonías que demuestran la energía de interpretar los sueños con la única arma posible... un instrumento musical.


Aprovechando las bondades que los medios tecnológicos y las redes electrónicas brindan a los románticos amantes de la música, nuestros ojos ahora tienen la oportunidad de participar del viaje que es Vivo de Montenegro. En octubre de 2016 ha sido lanzado el video promocional de "Cayengue", trabajo visual que permite trasmitirnos lo que es la banda sobre la tarima, acompañados tan solo de sus amplificadores y su imaginación vertida en un tema de momentos sublimes llenos de energía y magia. Humo, reflectores y cables rodean a un power trío en una demostración de habilidad e inspiración que no requiere de palabras para teletrasportarnos a otros espacios, a otras épocas y a otras vidas.
"Cayengue" es un tobogán que nos deja caer por notas insistentes y un caleidoscopio que explota en una tormenta multicolor, pero que un remanso permite que todo se vuelva un baile exótico entre el ritmo enigmático y nuestra alma, un ácido tango de arrabal lleno de pasión, de cadencia y de erotismo. La velocidad incrementa hasta que todo revienta en un orgasmo sonoro que nos empapa en acordes, distorsiones y reverberaciones. El poder de la interpretación en directo logra expandir los sentidos a través del volumen en las bocinas del local, ambiente único que sólo el poder de la mente intenta repetir gracias al atrevimiento de quienes arrancaron ese instante al fugaz presente. 


Estos forajidos de la pampa han logrado evadir este plano de la realidad para llevarnos por un recorrido astral sin más límites que nosotros mismos. La espectacular portada de Leandro Almendro nos invita a seguir al conejo blanco construido por Montenegro, a cruzar el vértice para caer por un abismo desconocido y tentador. Los caballos de Tersa Buongiorno nos dan la bienvenida a un panorama misterioso donde el ser humano queda desnudo ante sí mismo, único culpable de sus miserias y sus glorias. Por lo pronto, tres argentinos abren la puerta para cualquiera se anime a entrar a esta galaxia instrumental... en nosotros está la decisión de cruzar el umbral y romper nuestras propias cadenas.