Una reverberación se escapa por las bocinas, puede ser el volumen o quizá sea feedback. De la nada, dicho zumbido se transforma en un riff de guitarra ahogado en fuzz al que es imposible dejar pasar por desapercibido. Unos cuantos remates en la batería y ante nosotros se levante un impresionante muro de sonido, una locomotora sonora sin freno ni control. El sonido explota y un fuerte viaje ácido nos arrastra a tétricos parajes difíciles de asimilar de manera inmediata. Buscamos a los culpables del escándalo y los encontramos bajo un extraño y cósmico nombre: Prophets of Saturn.
Formados durante 2012 en Leicester, una de las ciudades más antiguas de Inglaterra, la banda buscó su propio sonido a partir del hard rock vintage, la psicodelia pesada, el doom setentero y el stoner más crudo. Su álbum debut de abril de 2013 es un fiel testigo de esta bizarra mezcla sonora, pero el trabajo logrado en su Retronauts publicado en julio de 2015 por HeviSike Records consigue el equilibrio entre distorsión, melodía y magia necesarias para un grupo bipolar que funde el arco iris lisérgico de la experimentación (teniendo a Sleep como referente) y la lúgubre obscuridad del misticismo (teniendo a Black Sabbath como referente).
Sin embargo, el sonido logrado en el Retronauts no es una casualidad. Tras la salida de Jonathan Meacock (su primer bajista), el resto de los integrantes de Prophets of Saturn comenzó a componer de manera individual, hasta que los temas fueron terminados en conjunto cuando se integró Max Mead como nuevo bajista; al grado que él fue quien grabó y mezcló lo que hoy escuchamos en el disco. Por si fuera poco, la masterización final del material corrió a cargo del experimentado Tony Reed a través de su HeavyHead Recording Co. (guitarrista de Mos Generator, quien ha trabajado en los discos de Desert Suns, Red Wizard, Seedy Jeezus, Doctor Doom, Goya o Doublestone).
De esta manera, el baterista Duncan Torrance, el guitarrista Ben Shore y el vocalista/letrista George Sanderson retomaron el camino para sus "profetas" para enfrentarlos a un nuevo universo de esoterismo y acidez a través de temas directos que tuvieran la posibilidad de ser "estirados" a través de la improvisación y la libertad musical llevada hasta sus últimas consecuencias.
Retronauts son cuatro puertas que viajan por el tiempo y el espacio, abiertas por cuatro tipos para que cualquier incauto viajero se arriesgue a cruzar por ellas. La advertencia está hecha desde la portada del disco, una fuerte imagen realizada por Goatess Doomwych que muestra una bruja cósmica sobre un gran altar cósmico dedicado a la muerte. Sin embargo, al escupir las primeras notas desde las bocinas, sabemos que estamos frente un fuerte viaje sin regreso.
Como sencillo se lanzó el tema más pequeño en duración del disco, canción que no esconde su descendencia directa del Electric Wizard más denso. Los poco más de tres minutos de "Witchrider" son un golpe directo al rostro que no permite hacer nada más que recibirlo y gozar su fuerza, su estruendo y su toxicidad. Colosal sonido inquebrantable que tan sólo permite que una chillona voz con efecto a la Ozzy Osbourne nos cuente sobre brujas que vagan por los bosques olvidados de las Midlands de la gran isla británica. Tres palabras pueden resumir al single: densidad, crudeza y acidez.
A través del canal de YouTube de Prophets of Saturn, en octubre de 2015 fue lanzado el video promocional de "Witchrider" dirigido por Brendan Grimley, el cual es un fuerte paseo por lúgubres ambientes que sólo la madre naturaleza nos puede regalar y que son utilizados por una hermosa bruja para perder a estos hijos de Sabbath mientras nos lee la suerte a través del Tarot. Una figura de rostro oculto en una máscara de temible ave y refugiada en su larga túnica obscura nos persigue hasta que, irremediablemente, comenzamos una huida sin control; pero una vez en sus garras, será imposible regresar a la realidad.
Esto es un poco de Prophets of Saturn, una banda que no sólo se refugia en el confort del estudio ya que tiene la capacidad de llevar su monstruoso sonido a los escenarios, mismos que ha compartido con bandas como Goatess, Windhand o Admiral Sir Cloudsley Shovell. Esta es una pequeña dosis de su lisérgico sonido, aquel que provoca fuertes viajes entre la distorsión fuzz y el ocultismo pesado de esas bandas que fundaron el doom. Estas son algunas notas que penetran la sangre con facilidad, causan adicción y nos hacen desesperar por un poco más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario