Cuando buscamos sobre Fremantle, Australia encontramos que es una ciudad al oeste de dicha ciudad que cuenta con importante puerto y que además (dato importante para cualquier melómano que se jacte de serlo) es el lugar donde descansan los restos de cantante de AC/DC, Bon Scott. Sin embargo, nuestro conocimiento debería abarcar que en dicho lugar se formó en 2009 una de las bandas más importantes de Oceanía si a psicodelia y hard rock se refiere: Datura4.
Su nombre empezó a navegar por los enormes mares de la Internet gracias a su álbum debut Demon blue, disco de julio de 2015 que enamoró a propios y extraños con su ácido sabor lisérgico y atmósferas que vagaban desde el pop más melódico hasta el hard blues eléctrico heredero de aquellas bandas clásicas como Nazz, Humble Pie y The Yardbirds. Sus guitarras a través del efecto fuzz y ritmos insistentes de sencilla digestión se clavaron con facilidad en el gusto de los amantes del rock bien hecho, otorgándole un lugar muy especial a estos australianos.
A finales de octubre de 2016 han regresado a las andanzas bajo un nuevo corcel multicolor llamado Hairy mountain, segunda obra en su discografía que logra definir el sonido ya propio de la banda y que nos obliga a escuchar sin pensarlo dos veces. Más allá de la obvia influencia por el hard rock australiano de principios de los setentas de grupos como Buffalo, Coloured Balls, Masters Apprentices y Billy & The Aztecs, en este material podemos escuchar una maduración sonora más allá del garage psicodélico y hard blues del primer disco donde muchos han anclado sus naves y se han quedado definitivamente varados.
Si buscáramos una explicación del sonido que tiene Datura4 la podríamos encontrar a partir de sus dos pilares: por un lado tenemos a Dom Mariani, quien formara parte de la banda de pop estridente y teclados omnipresentes The Stems; por el otro tenemos a Greg Hitchcock con su pop ochentero del que formó parte junto con The Bamboos y el garage vintage de The Neptunes. A esta pareja nacida en la vecina ciudad de Perth, se unieron el baterista Warren Hall (quien fue el primer baterista de los salvajes The Volcanics) y el bajista Stu Loasby para terminar de darle forma a este proyecto.
Hairy mountain nos invita a escucharlo desde su portada, la cual es un verdadero deleite para la vista. En ella podemos observar desde arcángeles divinos hasta hermosas mujeres desnudas, todo revuelto en una dura mezcla de colores y figuras que retan a la mente. Naves extraterrestres, una luna impresionante, un ojo impresionante, rosas y cerebros... todo para ilustrar esta "montaña peluda". Este arte no es una sorpresa al descubrir a su autor: Joshua Marc Levy, artista grafico que entre sus trabajos destacan las portadas de discos como Black rain de Ozzy Osbourne, Black ice de AC/DC, Warpaint de The Black Crowes y White horses de Dirty Streets.
Como primera probada al Hairy mountain tenemos su track inicial: "Fools gold rush", tema atascado de fuzz que nos toma de la mano para iniciar un viaje lisérgico. Su energético inicio nos haría esperar un tema cercano al stoner californiano, pero una vez que las voces cantan la suave tonada, el ambiente se vuelve místico e introspectivo. El dulce paseo por las neuronas de la melodía se convierte por momentos en un laberinto de guitarras, que en su maremoto de figuras encontradas y efectos mágicos, la conciencia pierde control para ceder el paso a través del torrente sanguíneo al ritmo venenoso.
Por si fuera poco el viaje sonoro que nos hemos pegado con el tema de los Datura4, su video promocional no se queda atrás. Por medio del canal de YouTube de la disquera Alive NaturalSound Records, los australianos presentaron este trabajo visual que nos recibe con un caleidoscopio atascado de luces y colores, un juego de imágenes en perfecta simetría acorde a la estética psicodélica de los años sesenta. Tras caer por el tobogán misterioso, un extraño ser de máscara zoomorfa y capa brillante nos recibe entre lujo explosivo y deslumbrante avaricia, mientras los cuatro integrantes de la banda giran sobre sí mismos para cantar el adictivo estribillo.
La aguja baja sobre el vinil y entra en la piel para inyectar la ácida sustancia. Un fuerte viaje comienza y la posibilidad de regreso se reduce a cero. Los cinco minutos que dura "Fools gold rush" son prueba viviente que todavía el pschy vintage puede ser una fuente de inspiración para crear verdaderas joyas, melodías que trasciendan el tiempo y crucen fronteras, himnos mágicos que embelesen la mente y el alma. Datura4 han regresado, este el momento de soltar las cadenas y permitir que su fuerte dosis corra por el cuerpo sin freno alguno...
Como primera probada al Hairy mountain tenemos su track inicial: "Fools gold rush", tema atascado de fuzz que nos toma de la mano para iniciar un viaje lisérgico. Su energético inicio nos haría esperar un tema cercano al stoner californiano, pero una vez que las voces cantan la suave tonada, el ambiente se vuelve místico e introspectivo. El dulce paseo por las neuronas de la melodía se convierte por momentos en un laberinto de guitarras, que en su maremoto de figuras encontradas y efectos mágicos, la conciencia pierde control para ceder el paso a través del torrente sanguíneo al ritmo venenoso.
Por si fuera poco el viaje sonoro que nos hemos pegado con el tema de los Datura4, su video promocional no se queda atrás. Por medio del canal de YouTube de la disquera Alive NaturalSound Records, los australianos presentaron este trabajo visual que nos recibe con un caleidoscopio atascado de luces y colores, un juego de imágenes en perfecta simetría acorde a la estética psicodélica de los años sesenta. Tras caer por el tobogán misterioso, un extraño ser de máscara zoomorfa y capa brillante nos recibe entre lujo explosivo y deslumbrante avaricia, mientras los cuatro integrantes de la banda giran sobre sí mismos para cantar el adictivo estribillo.
La aguja baja sobre el vinil y entra en la piel para inyectar la ácida sustancia. Un fuerte viaje comienza y la posibilidad de regreso se reduce a cero. Los cinco minutos que dura "Fools gold rush" son prueba viviente que todavía el pschy vintage puede ser una fuente de inspiración para crear verdaderas joyas, melodías que trasciendan el tiempo y crucen fronteras, himnos mágicos que embelesen la mente y el alma. Datura4 han regresado, este el momento de soltar las cadenas y permitir que su fuerte dosis corra por el cuerpo sin freno alguno...
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