La tierra se cimbra ante el ensordecedor zumbido de los helicópteros volando a poca altura y las constantes explosiones por granadas de fragmentación. Entre los ríos tropicales y la tupida vegetación de la antigua Indochina, un ejercito invasor intenta acabar con una nación que busca establecer su dirección. Durante veinte años las balas acabaron con la vida de muchas personas que seguían un ideal político, las minas sembradas bajo los terrenos intentaron volar en pedazos el deseo de unión y autodeterminación de un pueblo. A casi cincuenta años de la tristemente recordada matanza de My Lai, una extraña banda británica escribe un lacónico himno sobre la primera guerra televisida de la historia que terminó en el desprestigio americano: la terrible guerra con Vietnam.
A través de la mezcla de la psicodelia más ácida, la densidad del primer doom, la distorsión sonora del efecto fuzz y una pasión desmedida por la estética y la filosofía surgida en los 60's, nace una peculiar banda a mediados de 2016 que se ganó un lugar dentro de los mejores proyectos vintage del nuevo siglo. Bajo el nombre de Devil's Witches hemos encontrado un espacio musical que rinde culto a aquel momento del siglo pasado donde la revolución sexual se encontró con la exploración de los mayores temores del hombre por medio de la guerra, la muerte y lo desconocido.
Sin embargo, Devil's Witches no es una banda convencional. Contrario a lo que se pudiera esperar, el proyecto está conformado por una sola persona. Un joven originario de Glasgow llamado James Abilene comenzó a publicar algunos temas por medio de las diversas plataformas digitales en los cuales se podía escuchar la fuerza reptante de melodías aletargadas tan pesadas como losas en la espalda. El recuerdo a Uncle Acid & the deadbeats, a Beastmaker o a Mephistofeles es inevitable, pero en dichos adelantos sonoros se detectan algunos elementos propios que podrían dotar de personalidad propia al "grupo".
Fue así que en marzo de 2017 fue presentado de manera independiente el álbum debut de Devil's Witches con el título de Velvet magic, una colección de nueve canciones crudas que nos remiten a los primeros momentos del doom, al misticismo de la psicodelia cósmica y a la estridencia mal intencionada del primer hard rock. Mientras las misteriosas y lúgubres voces entonan mórbidas odas que hablan sobre la guerra, el sexo y la obscuridad, los instrumentos rasgan sin compasión hasta levantar un denso muro sonoro que hiere los tímpanos pero que enamora a las neuronas.
Y aunque la música es suficiente para llamar nuestra atención, James Abilene ha creado una estética ideal para sus Devil's Witches gracias a la mezcla de sus dos obsesiones vintage: la fotografía erótica y el fotoperiodismo de guerra. Mientras observamos soldados ensangrentados y cuerpos mutilados, hermosas mujeres que formaron parte de las eróticas películas de serie B buscan crear una tensión dialéctica hasta dejar desorientado al espectador. Velvet magic fue promocionado en las redes sociales por medio de supuestos carteles y collage que nos muestra a las icónicas musas de aquellos filmes de bajo presupuesto e historias violentas y fantasmagóricas como Christina Lindberg, Soledad Miranda o Lina Romay rodeadas de diversas escenas con militares del Viet Cong y soldados norteamericanos en plena acción suicida. Pero si esto fuera poco, los españoles de Branca Studio crearon la portada del Velvet magic con la intención de emular la estética de los viejos discos de los años sesentas con una chica recostada al centro de la imagen, pero con la ironía de compartir espacio con el macho cabrío.
Velvet magic es un disco directo que a pesar de su áspero sonido penetra el cuerpo para hacer estallar en millones de esquirlas. La placa comienza con el riff lento de "Apache snow" atascado de voces lisérgicas y efectos sonoros clavados en la vieja psicodelia de referencias orientales, pero al pasar "Motorpsycho" James Abilene nos obliga a rendirle tributo gracias a su melodía pop sumergida en ácido y ritmos cortante muy en la escuela de Uncle Acid & the deadbeats. Sin embargo, el disco no se clava en el doom alucinógeno y bien puede ofrecernos intensas escalas que sirven de base a hipnóticas líneas melódicas como en "Voodoo woman" o regalarnos ritmos fantasmagóricos que al pasar los segundos se transforman en demonios distorsionados y salvajes como en "Mountain of the devil's witch". El material encuentra su respiro por medio de un onírico tema instrumental llenos de teclados como "Pornodelic opium dreams" así como un puente mágico a través del viaje cósmico ahogado en pedal wah llamado "Jupiter kush" o concluyente "Requiem pour un vampire" con su suave marea de notas delirantes. pero antes del cierre tenemos a la canción que nombra al disco, la cual nos deja anegados en su sonido pantanoso y saturado que nuevamente nos remite a los parajes psicotrópicos que revistieron todos los tracks precedentes.
Sin embargo, el tema que nos engacha de manera inmediata es "Black cauldron", la cual surge directamente de la pesadilla sangrienta que fue la Guerra de Vietnam, pero bien podría ser un extracto del Apocalipsis now de Francis Ford Coppola. Es un tema violento pero sensual al mismo tiempo, un lujurioso vals que huele a napalm y a asfixiante humedad; es como surfear sobre un río escondido en la maleza sin más motor que las aspas de un helicóptero de ataque Apache. Su guitarra es hiriente y sus voces espectrales, irónica visión que hace referncia a ganadores y vencidos, a luz y obscuridad, a vida y muerte...
"El mundo es frío y tú vendrás conmigo de regreso a casa disparando drogas y sin aprender nada realmente. Visiones de cristal que informan a mi caldera negra, jodidos dolores que me rodean cuando observo hacia afuera. Miro adentro de tus ojos y puedo oír el grito del silencio. Lee mi mano y dime que estamos huyendo. Dame el signo del ojo abierto. Estoy mudo con la lujuria solitaria. Cabra de su rebaño, soy oro y soy dios, carne de su hueso, flor de su tallo. Las armas son disparadas por tus manos para crear cuerpos fríos. La masacre de My Lai fue hace sólo 9 años. Sólo fueron víctimas de la guerra que vendiste y pero prometes que jamás volverás a asesinar. Acércate para que observes mi cuerpo vivo como flama, contempla mi caldera negra..."
En mayo de 2017 fue presentado el video promocional de "Black cauldron", el cual es un collage de imágenes editado por PRETTYNOOSE888 donde podemos observar obviamente imágenes de la guerra de Vietnam mezcladas con flashes cósmicos, peyotes y las musas de Jess Franco. Los bombardeos deslumbran la pantalla mientras los corazones vibran al ver la belleza de misteriosas mujeres vampiro y chicas a go-go, un reflejo fiel de los indómitos años sesentas.
Por obvias razones, Devil's Witches jamás se ha presentado en directo, aunque el morbo se despierta por saber cómo se escucharían los temas del Velvet magic sobre el escenario. Sin embargo, James Abilene ha logrado quitar todas las capas sonoras de su proyecto hasta reducirla al máximo a través del acústico Cherry napalm, un EP presentado en mayo de 2017 que nos muestra el lado más minimalista del proyecto, quizá la única alternativa para presenciar a Devil's Witches sin el refugio antiaereo que es el estudio de grabación, mismo que amplificado gracias a la masterización del eterno Tony Reed, guitarrista y voz de Mos Generator. Por lo pronto sólo nos queda deleitarnos la mirada con los videos que rondan YouTube y la música ofrecida por este genio nacido en Escocia en lo que esperamos su próxima entrega.