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lunes, 28 de noviembre de 2016

The Urges : garage y psicodelia desde Irlanda


Dentro de la marea vintage que ha inundado a todo el mundo desde hace ya varios años, la vertiente que recupera la psicodelia es una de las que ha logrado establecerse con mayor fuerza y se ha logrado filtrar a los rincones menos esperados. Aquellos sonidos surgidos en los garages olvidados de la costa oeste norteamericana entre el flower power y la experimentación con drogas sintéticas salen a flote nuevamente por todas partes para servir de inspiración en el siguiente siglo.

La infección contagió sin control hasta convertirse en una ácida pandemia de dimensiones continentales y consecuencias locales: Baby Woodrose en Noruega, Acid Mothers Temple en Japón, The Growlers en Estados Unidos, Cheap Wine y Sunder en Francia, Vibravoid en Alemania, Elephant Stone en Canadá o Purson en Inglaterra. El fuerte viaje nos lleva ahora a Irlanda, donde el trébol abandona el verde para transformarse en un caleidoscopio multicolor gracias a The Urges.


La banda tiene sus orígenes en Dublín por el año de 2003, cuando se integró el grupo por medio de su gusto por la vieja psicodelia sesentera  de bandas como The Seeds, The Chocolate Watch Band, The Doors y Love. Tras algunos años de composición y conformación de su sonido propio, The Urges presentó su single "(Around &) Around" que dio base a lo que sería Psych-ward, el álbum debut publicado a finales de 2007.

Comparados con los británicos de The Coral, los irlandeses tuvieron la oportunidad de tocar en Europa, Estados Unidos y hasta México, logrando compartir escenarios con gente de la talla de Kula Shaker, The Electric Prunes y los míticos The Sonics en su regreso. Por si fuera poco, fueron firmados por la pequeña disquera Wicked Cool Records de Steve Van Zand (guitarrista de la E Street Band, grupo de soporte de Bruce Springsteen), misma que re-editó el Psych-ward en 2008.


Tras un merecido descanso luego de la gira promocional de su álbum debut, The Urges publicó en abril de 2012 "Fire burning", lisérgico single que volvió a poner a a banda en las listas de éxitos en su país. Sin embargo, después de dicha genialidad , todo se volvió silencio. ¿Habían desaparecido de la faz de la tierra? ¿Los estridentes colores se habían apagado para dar espacio a la obscuridad total?

De manera sorpresiva, en abril de 2015 se presentó "Passing us by", sencillo que anunciaba la publicación de un nuevo disco de The Urges. El tema de aires místicos y teclado omnipresente colocaba a la banda de nuevo en el foco de atención y calmaba la ansiedad de los tímpanos desesperados por psicodelia densa. Aun así, su paciencia tendría que aguantar más de un año para poder tener en las manos el Time will pass, segundo disco de los irlandeses que vería la luz en octubre de 2016.


Para esta ocasión, el vocalista y guitarrista Jim Walters, el bajista Ross McGee, el guitarrista Peter Smith, el baterista Ken Mooney y el tecladista Thomas D'Arcy nos ofrecen una placa de obvia psicodelia, pero al masticar detenidamente sus diez temas saboreamos una orientación más hacia el pop sesentero que hacia los sonidos fuzz que identifican al garage muy presente en el primer disco de la banda. En Time will pass podemos escuchar paisajes orientales, trompetas con aires españoles y juegos melódicos donde las voces vuelan como aves libres que al final se encuentran entre sí.

Para acompañar el lanzamiento del segundo disco de The Urges, se presentó un segundo sencillo titulado "Echoes softly", quizá el track que logra resumir en sus poco más de tres minutos lo que podemos encontrar en Time will pass. Sus acordes son directos, mismos que de manera fácil llaman la atención y entrar al gusto de quien los escucha. La guitarra, el teclado y las trompetas las escuchamos en un primer plano, mientras el bajo y la batería se contentan con tan sólo dar el soporte al tema. Un innegable sabor a The Zombies se detecta en toda la canción gracias a su estructura melódica, el teclado de D'Arcy muy en la escuela de Rod Argent y la semejanza en el tono vocal de Walters con el de Colin Blunstone.


Hay dos puntos que llaman mucho la atención de "Echoes softly", mismos que nos obligan a regresar la atención en esta pequeña dosis de The Urges. Primeramente, la canción tiene un puente hecho a partir de un conjunto de trompetas que transforman el recuerdo pop sesentero a una melodía española, mismo que es acentuado por una guitarra muy marcada como si de una mandolina se tratara. En segundo lugar, tras los pequeñísismos solos de órgano eléctrico con figuras descendentes y de guitarra ahogada en fuzz, el espectro estereofónico del siglo XXI es abandonado por unos instantes para mutar a un viejo sonido monaural que tributa a las bandas que iniciaron la psicodelia; mismas que vivieron en carne propia la mudanza sonora al stereo y el uso de varios canales.

Acompañando el lanzamiento del sencillo, The Urges publicó un video realizado por Amos Kahana a través de la fotografía de Julien Vannucchi, donde podemos observar a la banda paseando por las calles de Florencia, Italia, lugar donde tuvieron la oportunidad de presentarse a finales de 2015. Reflectores multicolor, gente bailando al ritmo contagioso y una banda ansiosa por mostrar el nuevo material que trae entre manos.


Irlanda levanta la mano dentro del mapa de la recuperación de la vieja psicodelia. The Urges está de regreso y es momento de que los escuchemos, que gocemos su calidad y que dejemos que su música nos haga viajar en el tiempo y el espacio. Los ecos que salen de sus amplificadores resuenan en las neuronas de quienes rememoran aquella música empapada en fuzz y teclados estridentes, magia sonora de místicos vuelos que nos toman de la mano suavemente para invitarnos a un paseo por el recuerdo de una ácida época. Bajemos la aguja sobre el vinil y dejemos que todo fluya...


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