Algunos de los espacios naturales con mayor perfección para resguardar fósiles de antiguas especies que existieron en el pasado son los llamados "fosos de alquitrán", los cuales son pozas de brea viscosa que terminaban convirtiéndose en trampas mortales para quienes se acercaban a ellas. Bajo esta misma lógica, un quinteto de Portland, Oregon decidió llamarse Tar Pit (término en inglés que hace referencia a dichos lugares de gelatina obscura) para evidenciar el rescate de un género musical que ha orientado los pasos de muchas bandas durante la última década: el doom metal.
Inspirados en leyendas mitológicas, ocultismo y en aquellas historias de Conan El Bárbaro escritas por Robert E. Howard donde se hablaban de bestias prehistóricas y razas antiquísimas distintas a la humana, los cinco hombres que conforman a Tar Pit decidieron utilizar al espeso y viscoso sonido del doom como medio perfecto para expresar sus intereses e influencias mientras se tributaba a los padres primigenios de dicho género: Black Sabbath, Pentagram, Saint Vitus, Witchfinder General y Candlemass.
El proyecto fue gestado en el año de 2015, pero no fue compartido al musndo sino hasta el verano de 2017 por medio de un demo compuesto por tres temas . En aquellas épocas, el grupo estaba conformado por el baterista Derek Johnson, el vocalista Mat Ortega, el guitarrista Brandon Martínez-Woodall, el bajista Haydon Johnson y el guitarrista líder Alex Huston, pero éste último fue sustituido por Stephen Hoffman. Con esta alineación, la banda se metió a los estudios Underworld bajo las órdenes técnicas de Charlie Koryn para grabar lo que sería Tomb of doom, álbum debut de Tar Pit publicado en marzo de 2019 por medio de Ordo MCM Records.
El primer disco de los de Portland es una pesada losa que bebe directamente del viejo doom pero que al mismo tiempo se refresca del stoner metal de Sleep, Conan y The Sword, además de algunos otras propuestas sonoras como las de Windhand, Electric Wizard y Beastmaker. Gracias a esta mezcla, Tar Pit logra crear en su caldero auditivo una sustancia densa y viscosa de la cual es imposible escapar gracias a su áspero sonido y sus melodías aletargadas que en conjunto logran una hipnosis irremediable.
Tomb of doom arranca con un feedback que sirve de tétrica entrada para el grave riff de "Rune", un tema que poco a poco toma su forma hasta convertirse en una tormenta sin piedad. La voz de Mat Ortega parece perderse entre las distintas capas de sonido mientras nos habla sobre un demonio enojado con el mundo y ciertas escrituras encriptadas que serán descifrada sólo por los elegidos, aunque dicho efecto sobre las líricas se guardará en el resto del material como una forma de representar a aquel individuo atrapado en la fosa de alquitrán que canta desde su cripta.
Bajo la misma lógica sonora podemos escuchar el resto del Tomb of doom, pero podemos destacar la atmósfera de aquelarre y perdición de "Sauin" con sus fuertes cambios rítmicos, la pesadumbre de "Capra nocturnus" y la impresionante "Tomb of doom", que además de darle nombre al disco, logra demostrar la capacidad de la banda para crear infranqueables murallas de sonido a través de una obvia herencia melódica al maestro Tony Iommi y la posibilidad de crear momentos lúgubres y mágicos sin el uso de las guitarras desgarradoras y la voz ahogada en el fondo de un agujero en la tierra.
"Acuéstate para la amante. Ella te mostrará el camino porque ella es la esencia de la vida. Ella es mi todo. No puedes controlarla, porque ella siempre se sale con la suya. Cuando ella termine contigo, ella te arrojará. Esta lucha sin final destruye mi interior. Ella plantó semillas de lujuria en lo profundo de mi débil mente. Sus poderes son tan grandes que yo tengo miedo y no puedo sacudirlo. Soy de ella por la eternidad. Esta seductora tentadora juega con mi mente. Ella jura que me esclavizará mientra lo hace con la humanidad. No hay esperanza para tí, ni para mí. Ella me tienta, ella me dice cosas dulces, ella me mata, ella es el infierno..."
Uno de los temas recuperados del demo de 2017 es "Bruja", un tema infeccioso donde una linea de bajo ahogado en fuzz marca el ritmo para un aquelarre sin remedio. Una vez que el resto de los instrumentos se unen a la bacanal, las voces fantasmagóricas nos recitan versos sobre una mujer que seduce hasta la perdición, una hembra llena de tentación que por medio de la lujuria provoca la condenación del hombre como si se tratara de una presa fácil sin control. La guitarra eléctrica juega sobre el ritmo infernal como si cayera por un abismo obscuro, pero ni aún así la fuerza de la melodía mengua por un solo segundo. Una vez administrado el hechizo, todos caemos en el encanto de aquella bruja hipnótica...
Rostros pintados en alusión a Mercyful Fate, acordes llenos de doom lisérgico y líricas mágicas que versan sobre tiempos remotos y manifestaciones de la maldad... éso es Tar Pit. Aunque la banda de Portaland ha logrado crear un álbum debut equilibrado y claro en sus objetivos, sólo que queda como una declaración de intenciones al no desarrollar un estilo propio. Tomb of doom tiene algunos instantes que albergan la esperanza por tener en un futuro a una banda afianzada dentro de su sonido, pero con una propuesta propia para ofrecer. Nuestra atención queda sobre el futuro de Tar Pit.
No hay comentarios:
Publicar un comentario