Las viejas profecías han comenzado a cumplirse, antiguos presagios que narraban muerte y destrucción producidas por la enfermedad, la ambición, la guerra y la contaminación hoy se han convertido en realidad. La madre naturaleza le cobra al ser humano por todos los daños causados, polución y exterminio de especies animales y vegetales que terminan afectando al hombre como si se tratara de un efecto boomerang. El planeta se hace escuchar con los estertores de la tierra que desfallece, ruidos que desgarran el alma pero que aún no son escuchado por la mentalidad tecnológica soportada en el desarrollo económico sobre el bienestar del resto de los seres vivos con los que comparte el hombre este único lugar...
A través de este concepto, la banda texana de The Well ha publicado hace unas semanas el primer single de su Death and consolation, un álbum áspero que logra sobrevolar terrenos mórbidos hasta crear un ambiente denso y enigmático más allá de lo alcanzado por el grupo con sus materiales discográficos anteriores. Melodías aletargadas cargadas de zozobra y sonidos desgarradores son la materia prima para el tercer disco de la agrupación, elementos que le han permitido pisar nuevos territorios más allá del obscuro hard psych ácido que lo había distinguido en el pasado.
Lejos del áurea de misticismo que se respiraba en Pagan science (reseña-review), The Well concibió su Death and consolation a través de diversos eventos fatídicos vividos por la banda durante el proceso de composición, creando de esta manera un lúgubre ambiente donde la búsqueda de resignación se convirtió en un motor para enfrentar al irónico encuentro entre la vida y la muerte. Para esta ocasión, el trío de Austin nos ofrece una colección de ruidosos temas hipnóticos que logran abandonarnos frente al umbral de la desolación y la necesidad de encontrar pronto consuelo.
Desde el instante en que bajamos la aguja y escuchamos el denso murmullo inicial del Death and consolation que marca la pauta para un tema de ritmo fuerte sin concesiones como "Sabbah", de manera inmediata sabemos que estamos frente un álbum que será radicalmente obscuro. Los fúnebres juegos corales del tema nos remiten a un lisérgico sepelio, pero al momento de arrancar la infecciosa "Raven", la banda recuerda el estilo ácido que los ha distinguido por medio de aquel sabor que sólo pueden igualar grupos como Uncle Acid & the deadbeats o Salem's Pot.
Sin embargo, Death and consolation encuentra en los terrenos pantanosos del doom el lugar más cómodo para explotar su rabia contra lo que la muerte nos ha arrancado de las manos. Como si se tratara de una marcha fúnebre "Death song" juega con el ruido estridente y el silencio sepulcral para hacernos saber qué es lo que hay más allá de las criptas, aunque la aletragada figura de "Freedom above" es el tema que sin duda logra erizarnos la piel gracias a su fría intención y mórbida melodía. El eléctrico clamor de "Cup of peace" satura las bocinas sin perder ese toque lúgubre del álbum, pero si bien buscamos algún referente sonoro que confiese las influencias de The Well, en "Act II" y "Endless night" detectamos ese tufo áspero con el que Electric Wizard nos ha enamorado desde hace muchos años.
El sombrío juego vocal creado por Ian Graham y Lisa Alley consigue realmente que el álbum sea sombrío más allá de las distorsiones en sus instrumentos de cuerda (guitarra y bajo, respectivamente). La grabación, mezcla y producción realizada por Chico Jones permite alcanzar la intención enfermiza de The Well de respirar la tierra húmeda de los sepulcros, haciendo que hasta la batería de Jason Sullivan se escuche más atmosférica que explosiva. Sin embargo, el riff asesino de "This is how the world ends" sumergido entre lamentos de monos y frases lacónicas logra sacudir al escucha para arrastrarlo hasta un alto risco con la finalidad de mostrarle el espectáculo del apocalipsis.
A partir de un juego de imágenes creado por Sandy Carson donde podemos observar a la banda entre escenas de viejas películas, tenemos el telón perfecto para "This is how the world ends" como primer single del Death and consolation. Mientras las imponentes notas del track nos pisan sin compasión, las estrellas cantan y los dioses nos recriminan bajo una armonía que hechiza y nos abandona en la zozobra al mismo tiempo. Entre capas de fuzz e hipnóticas líneas melódicas, la canción tiene la capacidad de sacudirnos mientras crea a su alrededor una danse macabre con la obscura intensión de embrujar sutilmente.
Ejecución y producción son los elementos técnicos que distinguen a Death and consolation, elementos ambos que permiten de este tercer álbum ser considerado de manera íntegra como la mejor de sus producciones discográficas. Sin embargo, es necesario no olvidar el negro contexto con el que fue construido, lo que quizá provoque el que no pueda ser superado o quizá igualado. Por lo pronto, The Well se ha sacudido de las sombras que pesaban sobre la agrupación para crear un álbum más experimental, más propositivo y mucho más variado dentro de sus matices sonoros. Serán necesarias muchas más vueltas al tercer disco del trío de Austin para terminar de descubrir todos los demonios que aún se ocultan dentro de sus surcos...
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