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lunes, 27 de mayo de 2019

Obsidian Sea : el sombrío sonido de Bulgaria


Dentro del amplio panorama musical que se ha abierto tras la recuperación del doom como género donde las bandas trabajan sus propuestas sonoras, existe una veta poco explorada que hace coincidir las lúgubres melodías de tiempo aletargado con las múltiples posibilidades del hard rock progresivo que se ha desarrollado en la última década. Sin embargo, en aquellos países lejanos de las tradiciones comunes del occidente sonoro han logrado trasgredir las fronteras para crear nuevas atmósferas acústicas que logran otorgar aire fresco a los estilos varados en sitios comunes y clichés. Este es el momento de orientar el radar hacia los Balcanes para descubrir lo que están haciendo sus bandas con el mórbido ruido pesado.

Si bien no es una agrupación nueva, Obsidian Sea ha logrado capturar la atención de revistas especializadas y melómanos gracias a su ecléctica mezcla entre secos riffs de guitarra herederos del doom más clásico con rasgueos y acordes sueltos hechos con figuras fuera de lo común, logrando de esta manera crear misteriosas atmósferas que divagan entre lo sombrío y la intriga. El nombre de este trío búlgaro se ha enganchado en la mente de los buscadores de obscuros tesoros sonoros gracias a su Strangers, tercer álbum de su discografía que para esta ocasión es publicado por la etiqueta californiana Ripple Music.


Obsidian Sea se conformó a principios de 2010 en la ciudad de Sofía por medio del encuentro entre el guitarrista y vocalista Anton Avramov y el baterista Bozhidar Parvanov, quienes dejaron sus proyectos anteriores para dedicarse a crear una banda que hiciera coincidir las diversas posibilidades del doom primitivo con las diversas posibilidades de la psicodelia más profunda y el rock progresivo más onírico. Las necesidades sonoras de la pareja los llevó a buscar un bajista para completar la alineación, provocando la llegada a finales de 2012 de Ivaylo Dobrev, pero desde 2016 fue sustituido por Delyan Karaivanov.

Strangers es un disco propositivo que invita al oyente a deambular por sus sombríos pasillos mientras su atención aguarda una sorpresa en cada uno de sus rincones. Su confesión por el doom básico la podemos escuchar de manera clara en "A shore without a sea" con sus densas mareas que se agitan pero terminar poder dejarnos varados en sus abismos, aunque la aletargada melodía de "The demolished man" logra rescatar la vena más lúgubre del género.


El track que bautiza al tercer disco al trío búlgaro quizá sea el tema más digerible al mismo gracias a su figura concreta que nos envuelve hasta hechizar irremediablemente con su mágico solo de guitarra. Sin embargo, Strangers alcanza sus mejores momentos en temas más elaborados como "Every heart hides a killer" con su mortífero riff que se permite mutar hacia enfermizas formas o la colosal "The play", una polifacética oda que vaga entre místicas ensoñaciones y arranques de rabia que demuestran las diversas posibilidades sonoras de Obsidian Sea bajo un esquema teatral o hasta conceptual.

Aún con todos los senderos que recorre Strangers, la canción que logra convertirse en una declaración de intenciones y una buena muestra condensada de lo que hay entre sus surcos es la inaugural "The birth of fear". El temblor de sus acordes iniciales inmediatamente remiten a un temor que se hace realidad cuando sentimos la fuerza de huracanes que intentan ahogar nuestra barca. Los murmullos que hablan desde los abismos nos intentan convencer de cruzar el umbral que divide la vida y la muerte, por aquel solo guitarra siamés construido bajo la escuela del maestro Toni Iommi, nos sirve de faro ante la obscuridad total creada por la fría tormenta que nos azota. Sin embargo, lejos de encontrar un puerto seguro, "The birth of fear" se pierde en las sombrías y fantasmales aguas de la soledad hasta provocar nuestro terrible y lento naufragio.


"Los horrores vinieron a burlarse del sol. Diez razones y cuarenta respuestas en un silencio vivo que despierta a la noche, en las piedras de la montaña.
¿Es sólo un sueño de muerte?
Los horrores llegaron para bloquear al sol. Dame razones para las respuesta. Nosotros vivimos y lloramos, nosotros peleamos y morimos en las piedras de la montaña.
Los horrores vinieron para apagar al sol. Razones caídas y respuestas fallidas en un silencio respirable, caminando de noche en las piedras de la montaña..."

El espléndido trabajo de estudio dirigido por Kiril Petrushev en su BUST Studio logra definir cada uno de los elementos que conforman el sonido de Obsidian Sea hasta crear una atmósfera tétrica que eriza la piel de quien se atreve descender a sus abismos. Aún así, Strangers requiere la suficiente paciencia para ir desmenuzando poco a poco lo que construye cada uno de ambientes hasta entender su sombría experiencia sonora. Planeta Tierra: ¡¡desde Bulgaria nos llegan otros métodos para alimentar al viejo doom y llevarlo hacia nuevos horizontes!!


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