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lunes, 3 de mayo de 2021

Kabbalah: un presagio de horror, enfermedad y muerte

 


Las voces de la noche, aquellas que se ocultan bajo el manto de la obscuridad al resguardo de los frondosos árboles del bosque místico, entonan una lúgubre melodía para delatar lo que la mano del hombre ha roto su tranquilidad a través de las máquinas de la muerte y la destrucción. Su desarrollo se ha convertido en enfermedad, su evolución se ha tornado en polución, su crecimiento se ha transformado en su propia sentencia. Un fuego abrasador se extiende hasta donde alcanza nuestra vista mientras todo termina bajo el calor infernal que dejará tan sólo ceniza y polvo. Este es el hedor que provoca la fatalidad y aquellos los ruidos que surgen de la angustia y el dolor ante el final de la madre que los ha cobijado durante la eternidad.

Bajo el título de The Omen, la banda española Kabbalah retorna para ofrecernos sus hipnóticos himnos que invocan misterio, evocan tiempos antiguos y entonan las sensaciones que únicamente podría despertar el velo de la muerte cuando se posa frente a nosotros. Sin embargo, el regreso de las tres obscuras musas no está dedicado a describir esos lúgubres parajes descritos en su espectacular debut Spectral ascent de julio de 2017 (reseña-review), sino que este nuevo trabajo está construido bajo la premisa de ofrecer un presagio ante la llegada de la parca y todo aquello que puede despertar su interés y provocar su tan temida función. 


Si bien es cierto que se mantiene la esencia de occult rock con tintes psicodélicos de su debut, la banda de Pamplona ha madurado su estilo al crear un álbum equilibrado a partir de mantener su sonido consolidado mientras ofrece líricas más profundas a través de mensajes claros y denuncias devastadoras. Ahí está su áurea etérea creada por el juego vocal de las sirenas malditas, pero hoy su canto es más claro que en antaño y su dicho no es alentador, sino al contrario, se transforma en indicio de destrucción, un lamento lleno de dolor y una angustia ante lo irrevocable del destino que nosotros mismos nos hemos construido.

The Omen fue publicado en enero de 2021 a través de las disqueras Ripple Music, Rebel Waves Records y Stoner Witch Records, logrando de esta manera una mayor difusión del mismo. Sin emabrgo, no es sino hasta bajar la aguja en el vinilo cuando descubrimos que el material resguardado encaja a la perfección con la época pandémica y de enfermedad en la que nos encontramos: lo que bien podría convertirse en un soundtrack ideal pensado para provocar zozobra y desazón. La verdad se ha postrado frente a nosotros mientras se muestra con toda su realidad y su fuerza, logrando a través del sonido envolvente de las guitarras desgarradoras y la melodía hipnótica de su inaugural "Stigmatized", la construcción de un ambiente tétrico que sabe erizar la piel ante el macabro entorno que nos envuelve por la enfermedad virulenta.


Aun así, el segundo disco de Kabbalah sabe encontrar el momento preciso para golpear con su fuerza más allá de sus densas melodías ahogadas en pesadumbre. Los poderosos acordes de "The ritual" logran asestar el puñetazo en la cara mientras escuchamos una lírica que habla sobre un aquelarre y la entonación de un hechizo que busca paliar la muerte que acecha paso a paso. De forma similar, "Labyrith" nos hace correr despavoridos sobre los pasillos ruinosos de una estructura que resguarda en su interior a la mítica Ariadna, aunque todo termina desmoronándose sobre un descuidado Teseo gracias a la distorsión eléctrica que simula la fuerza de un imponente minotauro indestructible.

Sin embargo, la esencia del The Omen se encuentra en su mística obscura, en aquellas neblinas sonoras que envuelven al escucha hasta extraviarlo en la nada. Si bien "Duna" nos describe un obvio abandono bajo el asfixio del ardiente desierto, "Night comes near" nos retorna a los bosques encantados resguardados bajo el manto de la noche mientras su melodía no puede romper las cadenas e influencias del ya clásico debut de The Oath (reseña-review) gracias a las guitarras frías, las voces tenues que sobrevuelan el escenario y los cortes secos que cambiar las armonías y dotan de fuerza a la canción misma. Y aunque "Lamentations" trabaja también sobre sonidos lúgubres que nos sumergen sobre abismos hasta abandonarnos en la antesala de ultratumba, "Liturgy" es el tema que logra amarrar el estilo de Kabbalah por medio de una batería tribal y una línea de bajo hechizante que terminan explotando ante la omnipresencia del fuzz y el embeleso de las brujas que ofrecen un sacrificio a las fuerzas del mal.


Esos ojos, rojos y ansiosos ojos
observan orquídeas morir
al borde de la extinción
el gran horror de la humanidad.
La higuera-catedral arde
los prehistóricos se han ido
y las viejas leyendas se han convertido en humo.

La Tierra
y todas sus vidas antiguas
han terminado su tiempo.
Habitantes del bosque 
huyendo del fuego.

Ceibas cayendo, murciélagos ciegos cantando, cavando tumbas para árboles sagrados.
El humo negro se eleva, el perfume mortal, todo infectado por la enfermedad. 
¿Qué viene después de los desastres naturales anunciados por las profecías de Nostradamus?
Fatal humo negro, perfume mortal, la raza humana es la enfermedad.

El rostro de la parca nos observa con su terrible mirada para anunciarnos su fatídico cumplido, uno provocado por el propio género humano contra el mundo que lo rodea y contra sí mismo. Mientras las ilustraciones de David Bermúdez nos muestran aquel ardiente horror entre poderosos colores rojos y negros, una tenue guitarra inicial nos ofrece la línea melódica de "Ceibas"  para después explotar en un conjunto de sonidos fuertes que poco a poco te hechizan hasta atraparte en su densa atmósfera. La guitarra fuzz de Alba y el bajo profundo de Marga se unen para crear una estridente figura al unísono mientras la batería de Carmen golpea, pero en el momento que las voces se unen para hablarnos de como la humanidad se ha transformado en la plaga de su hogar hasta dejarlo en cenizas, es cuando alcanzamos el clímax del tema. Esas tres siluetas misteriosas bajo un tétrico manto son imponentes, que como si se trataran de tres sacerdotes malditos dispuestos a dirigir una liturgia obscura, logran despertar una sensación de temor y misterio frente a un sonido hipnótico del cual es imposible escapar ante su embeleso.


Sin lugar a dudas, The Omen termina por confirmar la calidad de las tres chicas españolas gracias a sus líricas afiladas y su mórbida atmósfera sonora. Kabbalah se ha convertido en un referente obligado de los sonidos más tétricos del hard psych a partir de su pesado manto que cubre su obra de horror, enfermedad y muerte. Bajo una producción técnica que saben colocar cada elemento en su lugar, el segundo disco del grupo de Pamplona tienen todas las características necesarias para colocarse entre uno de los fundamentales del género mientras uno puede desgranar de manera detenida y gustosa cada uno de sus tracks sin perder su esencia. Los tres cráneos tienen entre sus restos aquel presagio que es obligatorio escuchar hasta el cansancio, o por lo menos, hasta que la pandemia nos permita escapar de nuestros aposentos y logremos zapar los océanos maldecidos con la intención de encontrarnos con el canto de aquellas tres negras sirenas... 


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