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viernes, 13 de diciembre de 2019

Karkara : entre mantras eléctricos y ritmos tribales


"Es de noche:
ahora se despiertan todas las canciones de los amantes.
Y también mi alma es la canción de un amante..."
Friedrich Nietzsche, "Así habló Zaratustra" (1883)

Luego de varios años escarbando entre las distintas arenas esparcidas por el globo terráqueo, la suerte a dirigido a Earthquaker para tocar buen puerto y descubrir verdaderos tesoros sonoros. Dentro de las amplias posibilidades acústicas del hard psych y el garage ácido, existen diversos grupos que se han arriesgado al fusionar la llamada "música del mundo" en un intento intercultural de hacer coincidir las antiguas líneas melódicas de ritos olvidados y pueblos desconocidos con aquel rock lisérgico ávido de inspiración que provoque la construcción de mantras eléctricos.

Nuevamente hoy los vientos de la fortuna han orientado las velas de nuestro barco hacia las turbias aguas de Karkara, banda formada en Toulouse, Francia que ha publicado a finales de octubre de 2019 por medio de la disquera Stolen Body Records su alucinante álbum debut Crystal Gazer. En un intento por mezclar el poder del fuzz y el garage con los exóticos sonidos surgidos en Medio Oriente, el grupo ha logrado conformar un disco hipnótico lleno de magia y poder que provoca el despegue de los pies hacia lejanas constelaciones.


Para alcanzar este objetivo sonoro, Karkara suma a la instrumentación tradicional de una banda de rock la magia de las percusiones antiguas y las estremecedoras vibraciones del didgeridoo. El guitarrista Karim Rihani, el bajista Hugo Olive y el baterista Maxime Marouani construyen el soporte eléctrico lleno de distorsión y acidez digna del hard psych mientras las vocales entonan melodías místicas  que poco a poco recrean densas atmósferas imposibles de disipar. Si uno está buscando algo que provoque el viaje interno bajo la sombría estética auditiva del Medio Oriente mientras la electricidad toma el control de nuestro itinerario, el destino seguro sería Crystal Gazer.

Lógicamente Karkara no han encontrado el hilo negro, y al escuchar su debut nos llega a la memoria de manera inmediata las referencias sonoras de King Gizzard and The Lizard Wizard, Thee Oh Sees, Killer Moon y ORB, por tan sólo mencionar a algunos. Sin embargo, el trío francés se distingue por levantar a su alrededor ambientes lisérgicos que logran una abducción del escucha hasta su transportación a realidades alternas. Los paseos son largos e intensos, pero dentro de su recorrido sinuoso se pueden detectar pequeños resquicios que sirven de apoyo entre el ruido y el delirio.


Crystal Gazer es un álbum hipnótico de principio a fin, aunque existen temas en él que logran la perdición total. "Zarathoustra" arranca con una figura francamente oriental que es revestida de fuzz, distorsión y voces etéreas hasta que la velocidad se apodera de ella y todo se transforma en una baile desaforado lleno de intensidad imposible de frenar su orgasmo sonoro. De la misma manera, "The way" nos toma de la mano bajo un monótono ritmo que nos envuelve sin opción de escape hasta ahogarnos en su zumbido eléctrico. Aun así, el trío francés logra ofrecer otras texturas sonoras más cercanas al surf y al garage sin perder la esencia del álbum como en su "Jedid", tema que tienen la capacidad de demostrar la gran calidad interpretativa de cada uno de sus integrantes.

El momento álgido del álbum se encuentra en su parte media a través de la hechizante "Camel rider" con aquella melodía sostenida que poco a poco se transforma en música digna de algún antiguo ritual místico hasta provocar el extravío neuronal por medio de la insistencia de sus acordes y su explosión garage. Luego de escuchar un pequeño puente sonoro titulado "Into orchard" con todo y los arenosos vientos del oriente, nos encontramos con el track que le da título al disco, un tema lleno de zozobra que muta lentamente a un ejercicio musical de figura arabesca que poco a poco se desboca en un aquelarre cósmico lleno de magia y erotismo irremediable.


El primer single promocional del Crystal Gazer  fue "Proxima Centaury", track inaugural del álbum que está inspirado en un viaje astral que busca llegar a la estrella más cercana a nuestro sistema solar. Una figura adictiva que mezcla coros mántricos y un insistente didgeridoo nos sumerge en alguna ceremonia pagana frente a un fuego ritual que logra abrir un portal interestelar y provocar el inevitable paseo cósmico hasta aquel paraje desértico lleno de místicas entidades. Mientras observamos el trabajo visual realizado por Guthio, las percusiones nos transportan hacia místicas atmósferas de tiempos remotos y la distorsión eléctrica provocan el recorrido a través de los pasillos internos más recónditos. El poder del wah se mezcla con las imponentes y saturadas líneas de bajo sobre un incesante ritmo atascado de misterio y poder...


El álbum debut de Karkara es una cascada de acordes intensos que de manera aferrada provocan el extravío de los sentidos y abren la puerta a percepciones desconocidas. Una vez que baja la aguja sobre sus lisérgicos surcos, el Crystal Gazer verte su ácido líquido directo a las venas entre múltiples colores y atmósferas sonoras estridentes que basan su poder hipnótico en la intensidad y la persistencia. Una vez que arranca el alucine, no existe retorno posible... pero no importa, la experiencia habrá valido la pena sin lugar a dudas.


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