Un local ubicado en la Avenida Primavera de la ciudad de Lima se convirtió por un tiempo en el refugio para la creciente escena áspera del Perú. Sin embargo, a finales de febrero de 2018, el Hensley Monterrico Bar cerró sus puertas mientras bandas como Satánicos Marihuanos, La Ira de Dios, El Jefazo y Cuarzo le rendían tributo. Sus pintadas paredes sirvieron también de espacio vital para el nacimiento de una de las mayores promesas de dicha escena, al grado de convertirse en el lugar donde fue grabado su álbum debut. Ellos son Rito Verdugo y este es su historia...
Entre 2011 y 2012, un grupo de amigos se juntaron para tocar algunas cosas basadas en sus gustos por el hard rock y el incipiente metal de los setentas como Black Sabbath, Iron Maiden y Judas Priest, hasta que poco a poco comenzaron a componer cosas propias. Rodrigo Chávez en la guitarra, Carlos del Castillo en el bajo y Luis Rodríguez en la batería se dedicaron a tocar sin mayor presión hasta que coincidieron con el guitarrista Álvaro Gonzáles, quien le dio una nueva visión a la banda a partir de otros sonidos a partir de otros grupos como Uncle Acid & the deadbeats, King Gizzard & The Wizard Lizard o Thee Oh Sees.
No fue hasta que en 2017 el cuarteto terminó por definir su estilo sonoro y se dieron a la tarea de bautizarse, quedando el nombre de Rito Verdugo tras una combinación fortuita de opciones. Desde entonces el grupo no ha parado de tocar y darle forma a su estruendo por medio del encuentro entre el stoner desgarrador y el heavy psych alucinatorio, utilizando el espacio de aquel bar del distrito de Santiago de Surco como su base de operaciones hasta terminar siendo el lugar donde grabaron su primer disco titulado Cosmos bajo la supervisión técnica de Joel Álvarez.
El debut de Rito Verdugo fue publicado en julio de 2018 a través de Necio Records, discográfica que le apostó a la banda limeña todas sus cartas gracias a su infeccioso sonido de guitarras ahogadas en fuzz y ritmos violentos que a la más mínima provocación se transforman en densos pasajes oníricos donde la mente se puede perder fácilmente. Desde su primer track se puede detectar el sonido crudo y directo que sólo puede tener un espacio propio, lo que sin lugar a dudas lo fue el Hensley, permitiendo de esta manera que todo se escuche de manera órganica e integrada como si de un muro de ruido impenetrable se tratara.
En cada uno de los rincones del Cosmos nos encontramos con la estridencia que busca romper la realidad para llevarnos por dos distintos viajes: uno interior a través de los densos túneles de la memoria sumergida en ácidos lisérgicos que hace perder toda noción del tiempo y otro exterior que hace despegar los pies de la tierra con la intensión de visitar el espacio sideral entre galaxias y estrellas olvidadas al otro lado del universo. Ritmos venenosos, que al igual que una aguja penetrando por la piel, sueltan su tóxica sustancia hasta lograr un fuerte paseo psicotrópico donde la música áspera sirve de transporte y las líricas como confesión de aquellos infiernos internos de los que se intenta huir.
El debut de Rito Verdugo comienza de manera frenética con "Sombras", un tema acelerado que se permite rápidas escalas entre atmósferas misteriosas y hasta percusiones tribales que hacen palidecer al caleidoscopio multicolor. Los ritmos sostenidos herederos del stoner inspirado en un V8 desbocado por los arenosos senderos del desierto se pueden escuchar claramente en la desesperada "Resurrección" con su impresionante solo de guitarra, en la huida desesperada contra la soledad de "Invierno" y en la confesión demoníaca que es "Esclavo"; pero Cosmos se permite abrir otras puertas gracias a su alucinantes atmósferas de reflexión sobre el ser como en "Navegante" o sobre el tiempo y la memoria como en "Inerte".
El primer sencillo del Cosmos es el tema que le da nombre al álbum, una tormenta de notas que caen desde el cielo como meteoritos hasta que tras unos segundos de calma todo se trasforma en una violenta cabalgata por el espacio exterior en un intento ruidoso por alterar la realidad. Un par de guitarras se unen para disparar al unísono contra las neuronas de aquel que se atreva ingresar dentro de sus terrenos gravitatorios hasta que todo termina absorbido por la fuerza de un descomunal agujero negro que nos engulle con su magia y su poder alucinatorio. "Cosmos" contiene la fuerza magnética de Rito Verdugo, sus impresionantes duelos de guitarra, su batería primitiva que escapa de los tiempos habituales y su bajo que intenta mantener todo en unidad antes de que todo desaparezca en el vacío universal.
Bajo una densa neblina multicolor, Cosmos explota por las bocinas en un intento por atrapar nuestra atención y volar nuestras neuronas. Ráfagas de acordes pasan zumbando nuestra carne hasta que los tímpanos caen rendidos ante su poder, fuertes azotes sonoros que golpean sin piedad hasta que la mente se pierde irremediable ante el sopor de una música que mezcla lo ácido y lo áspero sin ningún temor. Perú puede presumir de tener a una banda que sabe mezclar la violencia del stoner más ruidosa y la magia lisérgica de la psicodelia más cruda para romper con la realidad cotidiana, tomarnos de la mano y llevarnos de paseo por nebulosas brillantes e inertes cuerpos fríos que flotan sin remedio por la majestuosidad del Universo...
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