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miércoles, 6 de mayo de 2020

Soldati : cuando el ruido encuentra su lugar ideal


Sergio Chotsoutian es toda una institución dentro de los sonidos ásperos del rock argentino. Su nombre es referencia obligada cuando se habla del stoner latinoamericano gracias a que formó parte fundamental de la mítica banda Los Natas, pero tras la disolución de la banda, el guitarrista se ha mantenido en constante movimiento a través de diversos proyectos que lo tienen en actividad sonora; sin olvidar su trabajo como productor y cabeza principal de su sello independiente South American Sludge Records. Ahora es momento de hacer a un lado los obvios antecedentes de esta leyenda viva del ruido para que podamos desmenuzar detenidamente el álbum debut de su poderosa banda Soldati. 

En marzo de 2016 conocimos a Soldati gracias a la publicación de un demo del mismo nombre editado por SAS Records, material que se distinguía por ofrecernos la versión más sucia y densa de Sergio Ch. A través de cuatro tracks obscuros podíamos darnos cuenta de todo el poder que resguardaba el músico argentino más allá de lo logrado con Los Natas. Bajo la alineación de un power trio completado por el bajista Lucas Cassinelli y Razz en la batería. Las estridentes notas de este EP tenían la capacidad de saturar las bocinas como si se tratara de un enjambre de abejas furiosas a nuestro alrededor, pero bien se podía detectar que las grabaciones eran caseras y le faltaba un fino toque de producción técnica.

Foto: Verónica Astudilla
Tras varias presentaciones en el underground argentino, la banda comenzó a forjar un nombre propio a base de sonido y furiosas interpretaciones, pero las cosas comenzarían a tomar otros rumbos a partir del cambio en la alineación del grupo con la incorporación de Alfredo Felitte en las percusiones, quien fuera baterista de Ararat, otro de los diversos proyectos de Sergio Ch. Las estrellas comenzaron alinearse hasta que Patricio Claypole y su legendario estudio El Attic tuvo el espacio para recibir a Soldati y registrar así toda su potencia con la calidad de sonido necesaria para una banda de estas características.

Bajo el nombre de Doom nacional encontramos un material muy denso lleno distorsiones y melodías obscuras que logran atravesar los resquicios de su impresionante muro de sonido. Sin lugar a dudas es un viaje al pasado que retoma el sendero donde se quedó Los Natas para continuarlo a través de un áurea mística de líricas encriptadas y acordes rabiosos. Y aunque el título del álbum nos podría remitir a un género de conceptos sonoros muy definidos, Soldati tiene la capacidad de avanzar más allá de las cadenas y prejuicios hasta lograr una colección de melodías estridentes con características propias.


El primer golpe lo ofrece "From skulls" y su espesa línea de bajo que permite a Sergio Ch. ofrecernos una melodía hipnótica con su característica voz cansada y una historia resguardada en la memoria sobre un hombre de la mar. El tema inicial de Doom nacional es una pesada oda de pocos acordes aletargados que se arrastran como un grillete encadenado al tobillo hasta que su densa neblina cubre todo el audiorama hasta que la batería decide cambiar la velocidad para construir una venenosa estructura sonora que explota con un solo de guitarra como sólo sabe crear el mítico Sergio Ch.

Enseguida escuchamos una desbocada melodía de tiempos insistentes y furia incontrolada llamada "Suicide girl". Más allá de encontrar referencias en el stoner desértico de sonidos valvulares, el track se hace más espeso en el momento que la guitarra se ofrece en sacrificio. Aquella rabia que no es retenida ni por un segundo contrasta con las entumecidas líneas  con las que inicia "Solar Tse", tema ruidoso que poco a poco toma su rumbo a través de acordes sostenidos que nos ofrecen una bienvenida a su viaje de escándalo encausado y distorsión precisa que permite su deleite mientras el ruido satura todo alrededor.


Doom nacional retoma tres de las cuatro canciones que formaban parte de su demo con la finalidad de ofrecerles la oportunidad de recibir la magia de Patricio Claypole. Más allá de la suciedad que distingue a Soldati como concepto ótico, la fina producción técnica que tiene el material permite detectar cada uno de sus elementos sin perder la sensación de unidad que envuelve y satura. La imprescindible "Whiskey negro" con aquella impresionante introducción que nos toma de la mano para hacernos entender lo que es realmente el stoner metal, logra una definición exacta al colocar a cada instrumento en su lugar justo.

"La electricidad del árbol caído" hace honor a su nombre al ofrecernos las vibraciones de aquel rayo surgido del cielo atormentado a través de una figura que crece poco a poco hasta hechizarnos de manera irremediable con su lento y pesado embeleso. De igual forma, "Los secretos de Shiva" encuentran en las manos de Patricio Claypole un toque de precisión acústica que nos permite disfrutar cada uno de los sonidos que la constituyen mientras aquel afilado riff de Sergio Ch. suelta todos los demonios que se resguardan en su interior y al mismo tiempo nos cubre con un manto de misticismo más allá de la estridencia de los instrumentos y nos abraza suavemente con ese hermoso solo de guitarra.


El track que ha sido elegido como single a través de un trabajo visual realizado por Diego Madurga y el propio Sergio Ch. es "Un tren al sol". Dicho tema es quizá el que tiene mayor diversidad de figuras y arreglos sonoros de siete que contiene el Doom nacional, ya que inicia con bajo en fuzz que marca la melodía para ser seguido por una batería tormentosa que asemeja una lluvia de meteoritos y una linea de guitarra que entona una melodía hasta que finalmente nos ofrece los acordes que conformarán el riff definitivo. Una vez que "Un tren al sol" toma su forma, la canción soporta su sonido en una figura insistente y entrecortada que construye una base sólida para la voz de Sergio Ch. quien entona una lírica abierta y libre de interpretación sobre viajes cósmicos mientras el desbocado ferrocarril se deja caer al abismo sin gravedad que se muestra al final de las vías.


Tras varios años de esfuerzos, cambios de alineación y definición sonora, Soldati ha logrado publicar su álbum debut, una pieza auditiva única en su especie debido a su calidad en la grabación, al poder de su interpretación y a la inteligencia en su composición, ésa que destaca por saber coincidir la aspereza de los sucios acordes con las enigmáticas líricas que finalmente conformar una atmósfera obscura y enigmática que sólo Sergio Ch. podría crear. El disco se debe consumir de un solo trago más allá de que cada pieza tiene su esencia propia, pues el Doom nacional logra construir un sonido uniforme de distintas intensidades para sacudirnos mientras nos arranca los pies del suelo y nos muestra el escándalo del universo...


1 comentario:

  1. descubri tu blog ayer, me parece genial lo que haces y me arme una playlist con el nombre del blog en spoty asi voy guardando todo lo que recomendas. Saludos y gracias por comprartir música, de manera constante y critica. Saludos!

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