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miércoles, 25 de septiembre de 2019

ELCHIVO : cuando el metal se abre a todas sus posibilidades sonoras


Como si se tratara de un reguero de pólvora, el nombre de ELCHIVO comenzó a correr de boca en boca en las últimas semanas sin saber bien de qué iba su proyecto y quién formaba parte de él. Poco a poco se fue levantando el velo de misterio hasta que en los últimos días de agosto de 2019  fue liberado su álbum debut para su escucha digital. Luego de dicha publicación, la avalancha de comentarios sobre esta banda tras sus presentaciones, entrevistas y notas en la prensa; lo que obligó al Earthquaker a sumergirse en sus densas mareas para comprender el motivo del alboroto provocado a su alrededor.

Es inevitable escribir sobre esta banda sin hacerlo de sus orígenes. Entre los largos periodos de inactividad de la reconocida banda regiomontana Maligno, su bajista Marco Gil decidió construir con el recién integrado baterista Stefan Berdem un proyecto que buscara desarrollar otros senderos sonoros no alcanzados sin perder aquella esencia metalera y de hard rock que siempre ha caracterizado su gusto musical. En un principio tuvieron como guitarrista Jesús Osuna (quien decidió continuar con otros planes acústicos como The Dark Silence of Death), pero luego de un tiempo se integró Roi Zerda para darle una personalidad propia al sonido de la nueva agrupación; la cual obtuvo su sello final a partir de las líricas y peculiares voces de Viin Angelini.


Querer etiquetar el sonido alcanzado por ELCHIVO sería ocioso y hasta ofensivo. En la búsqueda constante de un estilo propio, de manera ineludible se han filtrado diversos elementos de la historia del heavy metal en todas sus facetas, desde los primeros instantes del género cuando surgió del encuentro entre el hard rock y la psicodelia hasta su desarrollo con el paso de las décadas en otras variantes como el stoner, el doom y hasta el southern  y groove metal. De esta manera, los ocho temas que conforman el debut del cuarteto regiomontano vagan entre diversas posibilidades sonoras sin que ello signifique la pérdida de una esencia definida sobre la totalidad de su propuesta.

El álbum gira alrededor de diversas temáticas que terminan contando historias sobre experiencias (propias o imaginarias, ¿quién podrá saberlo?) en las que el común denominador es el desarrollo de las más variadas emociones humanas. Si uno busca descifrar lo que guarda elchivo en su interior, es necesario escucharlo de manera detenida, desgranar cada uno de sus tracks y permitir que hablen por sí mismos sin prejuicios.


Mientras escuchamos por las bocinas los cantos rituales de algún tiempo pasado, una figura de guitarra entona una cruda melodía que entra a las neuronas como si fuera un afilado cuchillo bajo el nombre "Ayahuasca" y una historia de obvias referencias lisérgicas. Si uno esperar que el tema se quedara en su figura monótona hasta la hipnosis, el track rompe de manera agresiva para obligarnos a bailar alrededor de alguna hoguera sagrada; pero aprovechando la intensidad alcanzada, el cuarteto mexicano nos sumerge dentro atmósferas densas llenas de misterio a través de "Becoming" y sus hirientes acordes de gran fuerza sostenida que saben ofrecer cosas inesperadas.

Dentro de aquellas esencias psicotrópicas, nos encontramos con "Night queen" y su mágica figura descendente que hechiza desde sus primeros instantes, aunque "The oath" también contiene ese mismo ambiente electrizante que por momentos torna a sonidos lúgubres con su lírica sobre un ofrecimiento demoníaco que no pierde ni por un segundo la fuerza que distingue al material en su totalidad. Como lo hemos descrito, elchivo no se encierra en un solo género dentro de las diversas posibilidades del metal, lo que bien podemos escuchar en "Intoxicated" con su tufo al Mötley Crüe de los años noventas, en los latigazos thrash de la acelerada "Psychophrenia" y en la entrecortada "The lost & insane" con aquel devaneo con las figuras densas que recuerdan al Pantera de su "Walk".

"Soy la voz que llama desde el otro lado y estoy esperando a un costado de la cama de la moribunda novia. Soy el señor que hará que todo desaparezca. Sólo toma el último sorbo de la bola, la última gota. Mientras bailan alrededor del fuego del sol naciente, soy testigo de la corrupción de la inconsciente alma... tienes que alejarte.  Destruye el lugar, déjalo arder. Todo debe seguir adentro y al final tendrás que enfrentar la muerte de un hijo que ha venido a recoger. La voluntad de la bestia que viene golpeando con su hechizo. Llora tus palabras finales mientras te dejan ir, ayúdanos a cargarlas. Te nombro para el final del sol naciente mientras se pudren y corroen tus huesos rotos. Montarás sobre la serpiente, tienes que montar a la serpiente..."

ELCHIVO desarrolla el track promocional "My demons" a partir de una melodía directa de acordes cortantes y venenosos que encuentran lugar seguro en los amantes del metal ligero de los años ochentas. Sin embargo, la etiqueta que bien podría distinguir al estilo de los regiomontanos es la facilidad para encontrar la forma para romper con las estructuras armónicas de sus temas para otorgarles un mayor colorido. Aunque el peso del track está sobre la obscura lírica donde el señor de las tinieblas toma el control de la escena, "My demons" funciona gracias a su figura concreta y su intensidad que no decae ni por un segundo.


Cuando una banda se encuentra en búsqueda de un sonido propio puede caer en posibilidades: crear un álbum monótono y repetitivo o de plano hacer una colección de temas de divagan sin rumbo fijo. Sin embargo ELCHIVO logra desprenderse de los fantasmas que representan las bandas que preceden a cada uno de sus integrantes mientras construye al mismo tiempo un faro sonoro muy definido que sabe orientar los temas hacia puerto seguro. Siendo éste un álbum debut, elchivo tiene de manera obvia muchas áreas de oportunidad que deberán ser trabajadas en materiales posteriores, pero el disco merece la pena ser valorado gracias a la frescura de su propuesta más allá de aquellos sonidos referenciales de los cuales ninguna banda se podrá escapar...


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