Cuando una banda tiene tan asimilado su estilo y éste forma parte de un género tan definido durante el correr de los años, el reto de publicar un nuevo álbum se hace mucho más grande. Los lugares sonoros se hacen comunes y los recursos técnicos se tornan predecibles. Sin embargo, sólo algunos tienen la capacidad de seguir adelante sobre la comodidad de lo alcanzado para arriesgarse y saltar al abismo de la búsqueda y el crecimiento.
La banda italiana de doom Bretus se ha encontrado en dicha encrucijada y la próxima publicación de su Aion Tetra es una muestra de cómo enfrentarla y salir victoriosos de ella. Sin salir de la atmósfera densa y lúgubre que escuchamos en The shadow over Innsmouth (reseña-review) o de los inquebrantables muros de sonido construidos en ...From the twilight zone (reseña-review), para esta nueva entrega del cuarteto de Catanzaro nos enfrentamos a nuevos ambientes llenos de zozobra y senderos jamás recorridos.
Sin embargo, existen algunos cambios dentro de la alineación de Bretus para esta nueva entrega. A las ya conocidas vocales de Zagarus, las afiladas guitarras de Ghenes y las percusiones sacerdotales de Striges se ha sumado Janos en las cuatro graves cuerdas; cuatro entidades bajo las negras capuchas que a finales de 2018 fueron enclaustrados en el estudio de grabación para registrar el Aion Tetra, material discográfico que editará la disquera Ordo MCM.
El cuarto álbum completo de estudio de la banda italiana busca proponer nuevos ambientes de terror, misticismo y muerte sobre el soporte del doom como género musical. Tras algunos segundos de indecifrables sonidos dentro de una marea de inquietud, las guitarras eléctricas encuentran el riff inicial que rompa con el silencio. Así es como arranca Aion Tetra con "The third mystic eye", tema heredero del doom más clásico pero que se permite cruzar el umbral hacia un efímero metal básico mientras escuchamos la historia sobre un mortal dragón.
Lejos de lo que podríamos esperar dentro de la discografía de Bretus, un misterioso teclado sirve de introducción para "Priests of chaos", un track de fuertes figuras que saben herir con sus apocalípticas sentencias y abismales sonoridades. Sin embargo, y como un ejercicio en búsqueda de nuevos terrenos dónde recorrer, el Aion Tetra ofrece a través de "Prisioner of the night" la canción más metalera del álbum por medio de un desbocado ritmo sostenido que infecta las heridas sin perder aquellas líricas inspiradas en el gran H.P. Lovecraft; aunque los sonidos densos de las profundidades no son abandonados del todo cuando la velocidad es domada y caemos rendidos ante un vals macabre.
Tras un breve impase acústico que nombra al álbum, el cuarteto de Catanzaro nos sumerge en las profundidades desconocidas del espacio por medio de "Deep space voodoo" y "Fields of Mars", dos temas aletargados más allá de los esporádicos azotes eléctricos de sus guitarras que de manera contraria sí logran su imposición en "Mark of evil" gracias a su figura llena de maldad que construye sobre sí un poderoso himno dedicado al maligno. Aion Tetra cierra de manera colosal por medio de "City of frost", una ruidosa y helada oda que busca establecer sus dominios por medio de acordes fuertes y ambientes sombríos imposibles de abandonar mientras se escuchan los rugidos de bestias invisibles bajo el refugio de la obscuridad.
El primer single promocional del Aion Tetra fue "Cosmic crow", una canción hecha a través de una serie de acordes básicos sobre el doom clásico que permite a Zagarus expulsar su mística lírica y al mismo tiempo descifrar cada uno de los elementos que conforman el muro de sonido que se levanta frente a nosotros. Una vez que las notas quedan sueltas, Bretus logra domar al ruido para ofrecernos una onírica melodía de suaves pasajes y lúgubres atmósferas que nos transportan a obscuras zonas como si se trataran de algún vacío en la inmensidad del universo. Entre escenas de viajes películas de horror que han inspirado a Bretus y algunos instantes de la banda sobre los escenarios, "Cosmic crow" brota de las bocinas entre el embeleso de la melodía y la fuerza tormentosa de los instrumentos que no cesan de golpear como si de un vendaval se tratara.
Aion Tetra conocerá la luz este viernes 27 de septiembre de 2019, ese será el momento en que el mundo conocerá los nuevos senderos que marcan los pasos de Bretus en búsqueda de nuevas posibilidades sonoras dentro de claros límites del doom clásico. Los referentes acústicos de esta lúgubre bestia abismal vaticinan el estruendo que se resguardará en este nuevo material, una promesa que asegura el deleite de los amantes de los acordes fuertes y aletargados entre líricas tétricas sobre misticismo, horrores cósmicos y criptas abiertas.
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