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viernes, 22 de noviembre de 2019

Vvlva : el retorno de los eléctricos peregrinos cósmicos


Aquí tenemos el retorno de aquella promesa del hard rock vintage alemán. Sin embrago, el regreso discográfico de Vvlva resulta de manera irónica en un sorbo de agua fresca dentro de la escena europea que se ha estancado en el desarrollo del stoner metal y otros sonidos más saturados lejos de los esfuerzos por crear nuevas melodías a través de los viejos ambientes llenos de riffs de guitarra y teclados atmosféricos. Aun así, es necesario repasar de manera detenida cada uno de los surcos del vinil para descifrar cuáles son los nuevos aportes que ha hecho el quinteto bávaro a su estilo.

Cuando escribimos sobre Path of virtue, el álbum debut de la banda (reseña-review), nos encontramos de manera grata con una banda que recuperaba los antiguos sonidos del hard rock setentero en coincidencia con el krautrock, teniendo como obvios referentes a Uriah Heep y Deep Purple. Ahora que tenemos en los tímpanos su Silhouettes, disco publicado en octubre de 2019 a través de la disquera World of sound, seguimos detectando la influencia de Jon Lord y Ken Hensley, pero ahora podemos saborear algunos tintes progresivos cercanos a gente de la talla de Keith Emerson y Rick Wakeman.


En una primera escucha, Silhouettes es un disco más directo gracias a la definición de cada uno de sus elementos acústicos frente al sonido nebuloso del Path of virtue más allá de sus juegos teatrales y cambios de tiempo. Para este segundo material del quinteto de Aschaffenburg, cada uno de sus siete tracks se encuentran construidos a través de conceptos concretos que evitan la divagación y se concentra en melodías definidas que hasta por momentos se aleja de aquel tufo vintage que por momentos se convierte en un estigma difícil evitar.

A pesar de la salida de Johannes Seidel y su sustitución por Julian Rocco en la batería, la banda mantiene su esencia a través de un estilo definido que al mismo tiempo se permite navegar en otros océanos sonoros. De manera clara escuchamos el poder del órgano Hammond de Christian Karl en "What do I stand for" con aquella intensidad que remite a épocas anteriores o en la aletargada "Dance of the heathens" con su ligero toque a blues que logra mutar en un violento heavy psych por medio de los cambios marcados por el bajo de Dr. Michael Hock y las figuras rebuscadas de la guitarra de Philipp Muschal que jamás abandonan a los teclados omnipresentes.


Sin embargo, Vvlva se permite en su segundo álbum algunas fugas sonoras para abrir su campo compositivo más allá de las definidas fronteras del hard rock fundamentado en la vieja psicodelia: "Tales told by a gray man" surca misteriosas aguas que aprovechan al máximo las cualidades de su nuevo percusionista bajo un ritmo entrecortado que poco a poco sube de intensidad, "Hobos" se soporta en un hard rock básico que logra desmarcarse por instantes gracias a ciertos ritmos que podríamos calificarlos de "latinos", "Night by night" arranca con un sabor acústico progresivo que finalmente regresa al poder interpretativo que distingue a la banda y "Gomorrha" con la sustitución del Hammond por sintetizadores cósmicos que provocan un verdadero escape de nuestros límites terrestres mientras escuchamos una lírica cantada en alemán.

Sin lugar a dudas, Silhouettes logra desarrollar la plataforma melódica de Vvlva para catapultarlos hacia nuevos horizontes. Ahí están las dramáticas texturas vocales de Tobias Ritter, pero ahora podemos escuchar una colección de líricas misteriosas y hasta oníricas que hacen coincidencia con aquella apocalíptica portada creada por Lenna Richter o los desbocados teclados que escuchamos en "Night by night" o los rituales bailes que recuerdan a un aquelarre o a un sacrificio ofrecido por alguna secta olvidada que están en "Tales told by a gray man". Algo es cierto, Silhouettes rompe con los prejuicios creados por todo aquel que se enamoró de la banda tras el Path of virtue.



"He viajado por millones de millas a través de millones de diferentes momentos donde las estrellas caen a los mares. Camino a través de galaxias. 
Los destellos son mis caballos, los cuales siguen mis viejos rumbos nacidos en singularidades. Bailo a través de galaxias.
Adornado con cientos de plumas y con una armadura hecha de pieles, la fortuna se siente en el viento y se conecta con las galaxias.
Estrella peregrina, el trueno golpea cuando llego...Peregrino observa hacia la luz que cae.
Esta noche, observa. Las batallas me dan como un impulso. Tiempo de sanar. Deberías creer en mis habilidades"

Como una forma de darle seguimiento a lo escuchado en Path of virtue, Vvlva arranca su Silhouettes con un track venenoso que hace coincidir el riff asesino de la guitarra eléctrica con las etéreas atmósferas del órgano Hammon bajo una melodía astral llamada "Cosmic pilgram". Mientras observamos ilustraciones realizadas por Joel Fischer , escuchamos una lírica que habla sobre el universo y el hombre .El tema sabe jugar con los velocidades y las intensidades gracias a su armonía heredera del hard rock clásico, pero quizá su valor agregado se encuentra en aquel puente musical que, por medio de tiempo controlado, los instrumentos se permiten divagar por el universo hasta lograr un encuentro fortuito entre vocales y figuras melódicas que provocan el orgasmo inmediato.



Vvlva se encuentra de manera definitiva entre aquellas bandas que han recuperado los viejos vientos del hard rock saturado de teclados como Vinum Sabbatum, Siena Root o Ruby the Hatchet; pero al mismo tiempo es claro que la banda alemana se ha desmarcado de dichas agrupaciones gracias a un trabajo discográfico fresco que se permite salir de los cánones establecidos por el género para buscar nuevas posibilidades compositivas. Silhouettes no es un álbum sencillo, por lo que hace necesario su detenida degustación para lograr desmenuzar cada uno de sus elementos hasta alcanzar una comprensión de sus intenciones. 



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