Cuando una banda define su sonido desde sus primeros segundos, lo único que tiene que hacer enseguida es desarrollarlo para los mismas bases acústicas para llevarlo a nuevos lugares sin perder aquella esencia alcanzada. Habrá momentos en que ciertos ingredientes sean más acentuados que en otros, pero en ello estriba la importancia de tener muy claro qué es lo que se busca ofrecer mientras se disfruta su camino para alcanzarlo. Sin embargo, existen pocas agrupaciones pueden presumir de este estado de equilibrio que oriente su trabajo sonoro, por lo que es importante resaltar a aquellas que lo han logrado. Es por eso que Daily Thompson ha encontrado un espacio dentro de Earthquaker...
Daily Thompson tienen sus orígenes en el año 2012 cuando se conformó a través de la base de un power trío inspirado en el grunge y el noise rock de los 90's que con el paso del tiempo ha sumado a su combo sonoro varios elementos de la psicodelia espacial, el rock desértico y hasta el blues electificado. Así es como encontramos el día de hoy a Danny Zaremba en las guitarras, Mercedes Lalakakis en el bajo y Matthias Glass, quienes no han abandonado Dortmund, Alemania como base de operaciones.
Lejos de la referencia olímpica que ofrece su nombre bajo el recuerdo de aquel decatlonista inglés, el trio alemán siempre ha buscado colocar un velo sobre sí con la intención deliberada de ocultar su sonido en base a un título obvio. Por si fuera poco, al escuchar un tema de la banda ésto podría resultar engañoso, pues su estilo sonoro no queda atrapado en una sola cápsula auditiva; obligando así al escucha a terminar de recorrer los surcos del vinilo para hacer un intento por descubrir todas las influencias musicales que se resguardan en su interior.
Dentro de la misma lógica misteriosa que ha empleado Daily Thompson desde su origen, en agosto de 2020 a través de Noisolution Records han publicado su cuarto álbum completo titulado Oumuamua, que más allá de la referencia mimética al Ummagumma de Pink Floyd, logra una nula idea sobre lo que podemos encontrar en su interior. Una vez que bajamos la aguja sobre el plano negro nos encontramos con un largo track de once minutos y medio de duración llamado "She's so cold" que bien podría espantar a cualquiera, pero tras tomarnos suavemente de la mano entre tenues marismas que hipnotizan, la banda logra subir la intensidad de manera perfecta hasta construir un típico tema stoner bajo la escuela de Fu Manchu que con el tiempo recuperaron los griegos 1000mods, no sin antes ofrecernos un embeleso bajo la hermosa y enigmática voz de Mephi con aquel tufo a Sonic Youth o las sosegadas caminatas sonoras de All Them Witches.
El track más violento del Oumuamua es sin duda "On my mind" gracias a sus figuras resbaladas que le dan inicio hasta que un riff afilado entona la melodía adictiva. Daily Thompson nos ofrece una armonía directa de hard blues sin mayores pretensiones que confiesan algunas de las influencias de la banda cuando ésta se decide a cambiar la melodía bajo los preceptos de la música hecha en la última década del siglo pasado. Es imposible no detectar ese sabor a grunge ruidoso y áspero en su puente, pero al tomar velocidad, la figura nos remite por algunos segundos al stoner arenoso. Cuando creemos que ya todo está terminado, la guitarra abandona el fuzz y se transforma en unos limpios acordes campiranos que hasta ofrecen espacio para que alternen las voces de Zaremba y Lalakakis bajo un tufo sureño que es olvidado casi de manera inmediata. Manteniendo de manera contradictoria un ambiente de inquietud y misterio, escuchamos el inicio de "Slow me down", un track que a los pocos segundos muta en un hard rock concreto con cierto sabor sureño y hasta desértico; aunque dicha esencia sonora se logra mantener en la obvia "Half Thompson" con su armonía clásica de blues electrificado que sabe encontrar las pausas exactas para alcanzar su intensidad.
Oumuamua encuentra su punto climático en la colosal "Cosmic cigar", un tema psicodélico que sin duda inspiró el arte de Maike Klamp que sirve de portada al álbum. Este track hace a un lado el sonido fuzz para divagar sobre tenues experimentaciones que provocan el abandono de la gravedad mientras observamos el espectáculo del Universo, pero una vez que nos encontramos en el extravío sideral, Daily Thompson vuelve a retomar el ruido y el volumen para sacudirnos el espasmo. Para terminar el material discográfico, los alemanes aprovechan la atmósfera espacial para dejar en las bocinas algunos diálogos que nos remiten a cosmonautas en odiseas estelares mientras una guitarra acústicas nos golpea con su melancólica melodía bajo el recuerdo desértico del The coyote who spoke in tongues de John Garcia mientras observamos cómo se apaga la fogata que nos ha acompañado durante una noche arenosa bajo el resguardo del cielo estrellado.
Efectivamente, Daily Thompson es demasiado versátil, pero su mayor valor se encuentra en la inteligencia que tienen para cambiar de estilo sonoro de forma natural sin que se siente forzado cada mutación, algo que no es sencillo por más que parezca serlo. Oumuamua nos cambia de dirección de manera radical con su rastrera "Sad Frank", un blues aletargado que repta por el suelo con su ritmo ahogado en zozobra que logra su clímax de manera controlada por medio de un teclado atmosférico que sabe construir un riff venenoso junto con la punzante figura de la guitarra, la cual logra finalmente un anhelado solo explosivo. De manera irónica, el trabajo visual realizado por Daniel Hacker y Dirk Rosenlöcher que acompaña al track, rompe de manera drástica con la zozobra del tema, pues sus intensos colores nos sacuden frente al aletargado ritmo de su melodía. No podemos dejar pasar esta canción sin recordar a gente como los americanos All Them Witches o los australianos The Blackwater Fever debido a esa capacidad para construir ambientes llenos de obscuridad que sólo el poder de la electricidad pueden dinamitar hasta dejarlos reducidos en mil astillas.
Si uno tiene la cautela de escuchar el trabajo previo que antecede a Oumuamua, bien se pueden detectar en algunos momentos todos y cada uno de sus elementos, pero sin lugar a dudas, este material de Daily Thompson es el mejor de su discografía gracias a la inteligencia para saber insertar cada ingrediente en el lugar preciso. El álbum fluye de manera orgánica y tiene la capacidad de recrear distintas atmósferas más allá de su esencia sonora, provocando que el escucha se encuentre atento a cada una de las sorpresas que se resguardan en su interior. Es necesario escribirlo, es obligatoria la escucha de este gran pedazo de disco... fundamental para este 2020.
No hay comentarios:
Publicar un comentario