La nieve se derrite, el pasto quemado por el hielo ahora recibe al tenue sol que nace a través de las altas montañas, un leve viento sopla sólo para erizar la piel. A lo lejos se alcanza ver el paso lento de una extraña figura humana sobre su caballo, acaso un justiciero que busca terminar con la falsa verdad. Mientras se acerca aquella presencia abismal, el ambiente se enrarece y se hace muy difícil mantener el aliento hasta que irremediablemente todo se torna denso. A su paso se respira reclamo, venganza y muerte...
La Patagonia argentina vio nacer a este monstruo sonoro hace un poco más de un año, pero ya para el día de hoy su voz se ha convertido en un clamor de eco profundo. Desde la pesadez que regala el desierto montañoso, escuchamos un gordo engendro que en su estertor reclama a aquellos que con su discurso engañan, pero también contra aquellos que terminan traicionándose a sí mismos. Desde Bariloche llega la fuerte represalia contra los "arrastrados" bajo el obscuro nombre de Comeculebras.
Poderoso trío que tiene en el stoner más profundo el medio ideal para trasmitir su mensaje de inconformidad, quizá una manera de encender la mecha contra la opresión, la desigualdad y la mentira sistemática. Algunos trazos de doom por aquí, algunas gotas de metal por acá. Un personaje creado como identidad, como concepto y como ideal que terminan construyendo un compacto y conciso proyecto de protesta por medio de la fuerza que el rock ha traído en sus venas desde que nació.
La larga cabellera de Fernando Valeria se agita mientras su bajo eléctrico de brutales tonos graves retiembla el suelo bajo nuestros pies. Su voz lleva el mensaje de aquel jinete de aspecto espectral, una queja a través de la garganta contra la devastación del hombre por el mismo hombre. La espigada figura de Emilio Contissa sirve de contrapeso, mismo efecto que sus acordes sobre las seis cuerdas alcanzan sobre la profundidad, acaso una distorsionada luz eléctrica al final de la obscuridad. Aguardando al fondo de la escena observamos a Federico Agüero, esa entidad que marca el lento paso del pesado corcel bajo el ritmo de un vals macabro sin compasión.
Si aún así fuera difícil escribir lo que es Comeculebras, la banda nos ofrece su "Himno", que no es otra cosa más que una declaración de intenciones, un manifiesto que sacude conciencias en búsqueda de lealtad y defensa de los ideales. Potentes figuras infranqueables que al cruzar las bocinas destruyen muros de ignorancia e incredulidad hasta deshacer la represión intimidante y la mentira que nubla la realidad. Ritmo hipnótico de baja velocidad que sumerge en su abismal sonido a quien ose poner un pie en su interior. La tensión sonora aumenta hasta que el coro se levanta en una sola voz con su bandera muy clara: no va a poder neutralizar nuestro poder, nuestra lealtad.
El álbum debut de Comeculebras vio la luz a finales de mayo de 2016 bajo el auspicio de South American Sludge Records, colectivo musical y disquera nacidos por idea de Sergio Chotsourian (ex-miembro de Los Natas y actual cabeza de Ararat). Los siete temas que lo conforman fueron grabados en el H3 Estudio por el grupo junto con Matías Campos Bianchi, quien logró captar la crudeza que Comeculebras tiene en vivo. Mención a parta merece la ilustración hecha por Toro Brizuela y el diseño de la tapa realizada por Julieta Contissa, ya que con su trabajo podemos darle forma a la lúgubre entidad más allá de nuestra imaginación.
"Himno" no quedará solamente en un tema que anuncie el camino ha seguir por Comeculebras, ya que próximamente saldrá su video promocional para dar imagen al aplastante sonido de la banda. En lo que esperamos su publicación, nuestras neuronas se ahogarán en la densidad y el estruendo de el monstruo sonoro que cabalga sobre nosotros, estandarte del poder eléctrico que busca encontrar más voces en el desierto que desean despertar de su letargo y pelear contra la tiranía del engaño y la falsedad.
Comeculebras a través de Bandcamp:
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