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miércoles, 3 de agosto de 2016

Mount Salem : deseando el regreso de un lúcido sueño


Han pasado más de tres años desde que Mount Salem publicó de manera independiente su EP Endless, disco que fue re-editado por Metal Blade Records a principios de 2014 con dos temas nuevos, haciendo que la placa se convirtiera en un álbum completo. Ese mágico e hipnótico sonido de doom revival de principios de los setentas bajo un áurea psicodélica enamoró a más de uno, pero no menos que la belleza y la voz de Emily Kopplin en contraste con el tercio de greñudos choppers que la acompañaban con su densidad sonora. Tras largo tiempo después de disfrutar aquel pedazo de maravilla, todo ha quedado en silencio...

A pesar que la respuesta del público y de la prensa fue excelente ante la joya que resultó ser Endless, el grupo desapareció de la faz de la tierra durante 2015. Sólo sabemos por algunas entrevistas que la banda se retiró para componer a partir del jamming y  la escritura de líricas sobre las mejores bases musicales. Hoy sólo nos queda esperar su regreso y recordar lo hecho por esta bella bruja al frente de tres barbados motociclistas.


Tras coincidir en diversas bandas en su natal Milwaukee, Emily Kopplin y el baterista Cody Davidson se mudaron a Chicago, lugar donde formaron a Mount Salem a mediados de 2012 junto con Kyle Morrison en las guitarras y a Mark Hewett en el bajo. Tras construir el suficiente materia propio para armar un set en vivo, antes de presentarlo en los escenarios, se metieron a los estudios para grabar todo el material y publicarlo por sus propios medios. 

Dicho disco los llevó a compartir escenarios con gente de la talla de Vidunder, Horisont, Spiders, Jex Thoth, Windhand, Holy Grove y los consagrados Saint Vitus y Pentagram, lo que nos habla de la calidad del material. Asimismo, Mount Salem se colocó rápidamente dentro del selecto grupo de las "female-fronted bands" que bebían directamente del hard rock setentero de sonidos tétricos y aletargados como los propios Jex Thoth, Blood Ceremony, Black Moth, Cauchemar, Jess and the Ancient Ones y The Oath; agrupaciones inspiradas en lo hecho por Black Sabbath, Coven y Pentegram.


La añoranza por lo logrado por este cuarteto nos ha llevado a recordar su único sencillo: "Lucid", canción que entremezcla la fuerza de una instrumentación cruda y la ensoñación de una voz femenina que busca confrontar la bondad y la maldad, el día y la noche, la luz y la obscuridad. En esta grabación podemos identificar lo que nos ofrece Mount Salem como propuesta musical: guitarrazos abrumadores, cambios de intensidad, atmósferas llenas de misterio y un embeleso a través de la voz de Emily Kopplin.

Un poderoso riff golpea las neuronas a cada rasgueo, una danza malévola que nos lleva por las infinitas posibilidades del universo onírico, ritmo endemoniado que es endulzado con el canto de una sirena que enamora y engaña al incauto. La obscuridad va tomando el control poco a poco y el terror se va apoderando de nosotros. Fuertes acordes entrecortados y un misterioso teclado terminan creando un ambiente de zozobra, una pesadilla que nos hace caer al fondo de un abismo.

"Estoy atascado en sueños lúcidos que están encantados por gritos distantes. Yo soy obscuro como la propia noche y tú eres temido por tu propia vida. Tú estás en mi cabeza ahora, aquí en mis pensamientos, y no puedo ir a la cama en este momento porque tú me haces perder el control, me pierdes. Creí que podría olvidarme de ésto, pero me arrastro de regreso a tu endemoniado plan. Pensé que ésto pasaría, pero ha pasado ya mucho tiempo. He dado un paso hacia otro reino, pero esta vez será diferente: despertaré y en silencio gritaré... ¿pero será suficiente?"

Para la promoción de la re-edición de Endless publicada por Metal Blade Records, Mount Salem presentó un video para "Lucid" realizado por el director Dave Skwarczek. Este trabajo visual muestra a la banda tocando con su fuerza bajo un sopor de ensoñación, una neblina que hace confusa las imágenes y logra romper las fronteras entre el sueño y la vigilia. Parece que es complicado conciliar el sueño, una luz se ve al final del pasillo y lo único que logramos ver a una bella mujer cantando mientras tres hombres agitan sus cabelleras y hacen tronar sus instrumentos. Una lúgubre luna intenta iluminar la pesada obscuridad, pero todo se hace confuso, enigmático y frío; sin embargo, un último rasgueo y la luz de la mañana nos despierta de un mal sueño.


Nuestra memoria se ha aferrado a un mundo de sueños, pesadillas y deseos titulado Endless, pero ahora nuestra mente desea algo más, una nueva lluvia de ideas que torne lo experimentado hacia nuevos senderos no recorridos. Demasiado silencio y misterio alrededor de Mount Salem nos hace temer su desaparición, pero quizá su ausencia es parte de la atmósfera requerida para crear una nueva maravilla como la lograda anteriormente, un álbum que vuelva a colocar a la banda como uno de las más importantes de la escena heavy psych y proto-doom que tanto ha regalado a los que adoramos esta tendencia musical.


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