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viernes, 17 de julio de 2020

Horisont : la transformación sonora de una banda sueca


La discusión ha sido colocada en la mesa: si bien es necesario que una banda no se estanque bajo un estilo definido que no le permita avanzan dentro de su desarrollo sonoro, ¿acaso se requiere que un grupo mute hasta separarse de manera irremediable de aquello que lo distinguió durante muchos años y con lo que obtuvo su actual reconocimiento? Existen agrupaciones que deciden con su mismo estilo para editar uno tras otro material sin mayor progreso ni posibilidad de cambio, pero existen otras que buscan en otros géneros la inspiración que provoque una modificación hacia nuevas opciones interpretativas. Quizá esta constante búsqueda aleje a esos primeros fanáticos al quedar decepcionados por no encontrar aquellos sonidos que los enamoraron, pero al mismo tiempo existen los seguidores que permiten la evolución de su banda favorita hacia nuevos senderos musicales.

Los suecos de Horisont presentaron en mayo de 2020 su sexto álbum de estudio titulado Sudden death a través de la disquera Century Media Records, un material que ha olvidado el hard rock de siamesas guitarras afiladas para dar paso a la tenue magia del soft rock setentero de pianos melodiosos. Sin bien ya podíamos escuchar alguno atisbo de sintetizadores cósmicos en el Odyssey de septiembre de 2015, para esta ocasión la banda de Gotemburgo desarrollaría un pop melódico muy cercano a las armonías propuestas por Electric Light Orchestra o ABBA.


Efectivamente, muchos seguidores han quedado sorprendidos con la transformación melódica que ha creado Horisont en su último material discográfico, una revolución como lo es el título del tema inicial del álbum con aquellos juegos armónicos y la anulación de las guitarras desbocadas a lo que estábamos todos acostumbrados. Ya en el About time de febrero de 2017 habíamos escuchado algunos instantes cercanos al AOR (Adult Oriented Rock) (reseña-review), pero al oír detenidamente la inauguración del Sudden death mientras observamos animaciones que critican a la sociedad explotada por el trabajo insistente y el manejo del tiempo para la obtención de un capital insuficiente, nos encontramos con un tema de coros suaves, arreglos muy ornamentados y una melodía pop rebuscada que rompe completamente con el NWOBHM de sus primeros álbumes.

Si en "Revolution" podemos detectar algunos vientos escondidos entre sus arreglos, en la arriesgada "Into the nigth" toma el control un saxofón insistente mientras los suecos rescatan algunos elementos de su hard rock atenuado muy cercano al UFO de mediados de los setentas o a las figuras marcadas del acelerado rock de sus compatriotas The Hellacopters. Sin embargo, Sudden death es un muestrario de experimentaciones sonoras dentro del estilo de Horisont que por momentos corre el riesgo de perder coherencia, pues podemos encontrar sintetizadores ahogados en el space rock como en "Reign of madness" o "Breaking the chain" a pesar de contener aquella figura central basada en el ritmo constante de acordes directos que son la marca de la banda, pero a los pocos segundos podemos escuchar una divagación bajo una lógica de progresivo espacial de sesgo misterioso sin lírica como en "Archaeopteryx in flight".


Por si fuera poco, la estética visual del Sudden death también sorprende gracias a aquel concepto sobre un violento y golpeado equipo de hockey sobre hielo; pero todo termina roto con aquel piano acústico que ofrece un esqueleto a la rebuscada "Free riding" o que sostiene a "Hold on", una melodía melodramática que termina por definir los nuevos sonidos de Horisont. Aun así podemos escuchar la inconfundible voz de Axel Söderberg explotando con su característico timbre en "Sail on" o jugando con una sorprendente balada cantada en sueco como lo es "Gråa dagar".

Si aún estamos preparados para más experimentos, el sexto álbum de Horisont nos puede ofrecer teclados atmosféricos cercanos a cuerdas de cámara en "Standing here", soft rock con elementos electrónicos y percusiones forzadas en "White light" bajo la más clavada estética setentera, y la adictiva figura de "Runaway" creada a partir de acordes de guitarras limpias que poco a poco se descontrolan en un anhelado solo.


"Entonces, ¿qué es lo que estás haciendo?
sigues empujando la línea 
y sabes que lo harás del todo
para no quedarte atrás.
Y luego, antes de que te des cuenta
sabrás que tendrás de tomarlo para desconectarte
y después de otra vuelta
mi cuerpo comenzará a gritar y gritar

No me importa lo que digas
de todos modos no importa
tal vez otro día

Señora Operadora
deme conexión por favor
sólo tengo que regresarme a la realidad 
¿no puede verlo?
Y a medida que pasa el tiempo
nunca me pude detener y mirar a mi alrededor
ahora después de la última carrera 
me estoy cansando de escuchar el sonido"

El primer single del Sudden death que escogió Horisont fue la adictiva "Pushin' the line", quizá el track más cercano al viejo sonido de la banda con respecto a sus discos anteriores en un intento por ofrecer a sus seguidores una dosis de algo ya conocido para tomarlo como gancho hacia su nuevo horizonte sonoro. Un directo remate de batería da la entrada perfecta para que las guitarras siamesas de David Kalin y Charles Van Loo nos regalen su riff venenoso dentro del clásico estilo de los suecos. Una vez declaradas las intenciones, la banda nos ofrece un tema directo lleno de rabia que habla sobre la presión que puede recibir un individuo al que se le exige el mayor esfuerzo sin ninguna retribución mientras observamos un curioso trabajo visual donde los integrantes de Horisont se preparan en los vestidores al formar parte de un bizarro equipo de hockey sobre hielo. Vale la pena resaltar el gran trabajo de Pontus Jordan en eso tambores que jamás dejan de golpear, además de las líneas de bajo hechas por Magnus Delborg que construyen la base del tema mientras las guitarras explotan de manera irremediable en las bocinas bajo el más puro hard rock vintage.


Con todo lo descrito anteriormente, sólo queda estar preparado para los nuevos tiempos que han soplado sobre Horisont. Si alguien espera aún las guitarras rabiosas ofreciendo melodías adictivas llenas de poder y veneno, será mejor que se quede con el single y se refugie en los discos anteriores del quinteto de Gotemburgo. Pero si acaso se tiene la capacidad de escuchar una nueva propuesta más allá de cualquier prejuicio, Sudden death ofrece varios senderos que pueden ser recorridos más allá del hard rock que la banda nos ha ofrecido en más de una década de carrera. El pop melódico de Horisont es de gran manufactura, pero el velo del recuerdo puede nublar nuestra capacidad para disfrutarlo en su magnitud... ¡Ahí está lanzado el reto!



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