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lunes, 5 de junio de 2017

Stubb : bajo un pesado y triste cielo


La mente juega de manera caprichosa con nuestros conceptos, pues lo que creemos un día al siguiente se transforma en algo erróneo. Este es el hombre y su contradictoria naturaleza, un cúmulo de ideas que buscan un sentido al caos, quizá un intento por alcanzar la calma tras su estallido interno...

Cry of the ocean es un canto que cuestiona a la libertad y lo que en ella habita, es un irónico himno que por un momento se alegra por alcanzar lo que un día fue anhelado pero tras un instante de reflexión todo queda en duda. Este es el lapso de tiempo exacto en que sentimos sobre los hombros al pesado y triste cielo, que aunque nos ofrece un horizonte ilimitado, las cadenas siguen amarradas a los pies. A lo lejos se observa la tormenta eléctrica que se avecina, un ruido que anuncia una sacudida para el alma.


La banda londinense Stubb presentó su disco Cry of the ocean en noviembre de 2014 a través de Ripple Music y en él se demostró un cambio en su estilo sonoro, pues de aquel power trio de explosión psicodélica que escuchamos en su álbum debut de 2012, en este material encontramos a un grupo que toma como base al heavy blues de Cream, Blue Cheer y The Jimi Hendrix Experience. El fuzz original de la banda no quedaba olvidado, pero ahora era bañado dentro las aguas del sentimiento multicolor y la imaginación fértil.

Stubb fue un proyecto creado originalmente por el guitarrista y vocal Jack Dickinson a finales de 2006, que tras la publicación de un EP llamado Dropout sessions en 2007, se reconfiguró en un trio de sabores lisérgicos con la llegada del bajista Peter Holland y el baterista Christopher West. Con esta alineación grabaron su exitoso álbum debut en 2012 y un single en 7" llamado Under a spell al año siguiente. Sin embargo, la banda tuvo un cambio de integrante en ese momento, permitiendo la llegada de Tom Fyfe frente a las percusiones del grupo.


Con esta alineación se metieron a los estudios Skyhammer para grabar su segundo disco con la intención de expandir su panorama sonoro, mismo que se había quedado encerrado en los límites del ácido hard rock de guitarras distorsionadas inspirado en el jam que escuchamos en su debut. Es así como en Cry of the ocean un disco de diversas posibilidades que bien podemos escuchar en cada uno de sus ocho temas, desde el pop psicodélico muy a la Hendrix de "Devil's brew" hasta el rock entrecortado de tintes progresivos de "Snake eyes" con sus atmosféricos teclados, sin olvidar el acústico paseo de "Heartbreaker" y la suavidad etérea del tema que da título al disco que se transforma en un denso blues hasta que en su segunda parte termina convertida en una plegaria llena de voces.

Si lo logrado por Stubb con sus nuevas composiciones fuera poco, Cry of the ocean cuenta con la mezcla y la masterización de Tony Reed, guitarrista de Mos Generator y que en varias ocasiones hemos hablado en Earthquaker de su gran trabajo de estudio como lo hecho con Desert Suns, Cloud Catcher, Doublestone, Seedy Jeezus o Doctor Doom. De esta forma, el segundo disco completo de los británicos logra ser una obra redonda, pues además de una atinada selección de temas con los más diversos matices, éstos tienen una calidad de sonido logran profundidad, intensidad y claridad.


El tema que podemos utilizar como muestra de lo que podemos escuchar en el Cry of the ocean es su primer sencillo, "Heavy blue sky". Como era de esperarse, en dicha canción encontramos el hard blues más clavado que nos podemos imaginar: un riff lento de notas sostenidas vertidas con gran sentimiento, una base de batería con grandes juegos en los tambores y un bajo eléctrico que ofrece el soporte necesario a la guitarra pero que se permite explorar otros caminos más allá de la melodía. La quebrada voz de Dickinson a punto del llanto nos coloca a la orilla del abismo, pero cuando llega su solo de guitarra ahogado en wah a través de un bajo arenoso lleno de fuzz incontrolable, nos da el empujón final para hacernos caer hacia la nada.


Si con su primer disco había llamado la atención, Stubb logró con Cry of the ocean el reconocimiento de la prensa especializada y la admiración por parte del público amante del buen hard rock. En base a grandes presentaciones en vivo y la gran calidad de su disco, los británicos lograron expandir sus horizontes más allá de lo que ellos mismos hubieran imaginado. Sin embargo, las cosas comenzaron a cambiar cuando Peter Holland decidió darle prioridad a un nuevo proyecto basado en una psicodelia más densa y ruidosa: Elephant Tree.


Desde entonces, Stubb presentó a Tom Hobson como el nuevo encargado de las cuatro cuerdas con el que grabaron en 2015 un disco split con Mos Generator llamado The theory of light & matter y participaron en un disco tributo a Jimi Hendrix organizado por Redux Records. Para este año 2017, la banda se ha embarcado en un ambicioso proyecto llamado Burning moon, una épica trilogía que será presentada mientras se prepara su siguiente disco. Mientras eso ocurre, Stubb está sobre los escenarios como en el del festival Desertfest de Londres y abriendo las presentaciones de Geezer en Inglaterra; lo que nos habla de una banda más que viva que sigue experimentando bajo ese estilo que mezcla la improvisación del blues y la experimentación de la psicodelia...

Primera parte de Burning moon, a través de Bandcamp:
 https://stubb.bandcamp.com/track/burning-moon


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