Las viejas lenguas que algunas vez hablaron en el México antiguo llamaron a su principal deidad como el colibrí zurdo, traducción directa lo que un día tuvo como nombre Hitzilopochtli. En su imagen condensaba la representación del sol y la guerra, fuerzas creadoras que fundamentaron la cosmovisión de un pueblo que se desarrolló a partir de la lucha y la conquista. Las leyendas tributan al dios caído, los cantos mantienen su historia y la música rescata su magia...
Desde hace varios años, un rumor se hizo cada día más fuerte hasta que las cosas se hicieron realidad. Una banda formada en la Ciudad de México desde 2013 había recuperado aquellos sonidos que identificaron a la California de la última década del siglo pasado, pero seguía oculta bajo el velo del underground hasta que su explosión sonora fue incontenible. A través del nombre de Electric Mountain, tres zurdos jóvenes fundieron en un mismo sonido los procesos alucinatorios de una constante exposición solar y la crudeza de los acordes arrancados de las fauces de la temible dama llamada guerra.
La energía eléctrica de los instrumentos se encuentra inevitablemente con los poderes de la naturaleza para que de su conflicto nazca una impresionante banda escondida por mucho tiempo en los callejones de la gran Tenochtitlan. Sin embargo, el ruido comenzó a envolver todo el horizonte auditivo hasta que el día de hoy (¡al fin!) tenemos en nuestras manos el primer disco de Electric Mountain, un álbum grabado en los sencillos estudios Rec On por Gibran en la guitarra y voces, Max en la batería y JB en el bajo con la mezcla y masterización de Jorge Trejo.
El álbum debut de la banda ha sido publicado en mayo de 2017 a través de Loud, Slow and Distorted Rifs Records (LSDR), sello fundado por Román y Juan Tamayo (integrantes en algún momento de la ahora reconocida banda Vinnum Sabbathi y administradores de la página web Doomed & Stoned Latinoamérica) que reúne en su catálogo a los grupos mexicanos dedicados al sludge, doom, psicodelia y stoner con la intención de compilar la escena local, registrarla con una buena calidad de audio y difundirla a partir de las distintas redes sociales a forma de colectivo (tomando la imagen de Lxs Grises, un grupo de músicos y artistas gráficos que unieron sus fuerzas para crear espacios y apoyos).
El esperado Electric Mountain es un disco centrado en el stoner clásico de sangre desértica que logra fundir en su sonido la vibrante distorsión del fuzz y los lisérgicos juegos del wah, creando de esta manera una colección de temas rasposos que nos teletransportan al cosmos para replantear lo alcanzado por un género olvidado en México a pesar de la cercanía con su epicentro. La explosión vintage que en la última década nos ha llevado al rescate de la psicodelia más pesada ha traído con su marea el recuerdo por el rock desértico al estilo del sonido Palm Desert con bandas emblemáticas como Fu Manchu, Nebula, Kyuss y sus descendientes directos Queens of the Stone Age y Slo Burn; todas influencias directas para Electric Mountain que se reflejan claramente en su disco debut.
En diversos sitios electrónicos y blogs especializados hemos leído sobre la gran claridad sonora alcanzada en el material a pesar de ser un material independiente, pero en Earthquaker tenemos dos ideas por las cuales la banda mexicana se escucha así: 1) los años que tienen sus integrantes juntos en la búsqueda de un estilo definido que los ha llevado ha afianzar por lo menos las 8 composiciones que se escuchan en su primer material; y 2) el impresionante sonido del grupo que tiene en vivo, mismo que se trató de reflejar fielmente en la grabación, obteniendo así un espacio propio para cada instrumento sin perder su potencia distorsionada.
Electric Mountain es un reptil que pasea por las ardientes arenas del desierto, un extraño monstruo multicolor que esconde su veneno en la mordida, una inyección lisérgica de efectos alucinatorios idénticos a los de una insolación, un poderoso V8 rodando a salvajes kilómetros por hora sobre el asfalto derretido. Bien podemos planear las quemadas dunas por medio de "Going under" como podemos besar las estrellas con "Space rocket", tenemos la posibilidad de bajar la velocidad y disfrutar del paisaje con "Down on the road" o dejar que las bocinas del autostereo se fundan por medio del ruido infeccioso de "Heavy stone".
Así como los pies pisan el acelerador para que el auto se transforme en un metálico potro sobre la carretera, Electric Mountain pisa el pedal para que las cuerdas se conviertan en magia desbocada corriendo por nuestras neuronas. "Free woman" abre el disco debut de la banda para mostrarnos lo que bien saben hacer: acordes rasposos sobre la base de un bajo envolvente y los golpes de una batería monolítica, cambios de figura que posibilitan los juegos melódicos y solos de guitarra que demuestran el dominio del wah y el fuzz, un power trio que domina el escenario y que ha logrado encapsular en cuatro minutos y medio de grabación todas sus posibilidades sonoras. El tema es una granada que una vez lanzada es imposible de controlar...
En este espacio virtual hemos hablado en repetidas ocasiones sobre el resurgimiento del stoner como género, un movimiento que nos ha permitido conocer a muchas bandas de diferentes partes del mundo con diferentes ideas que han alimentado a este estilo más allá de los cánones establecidos. Sin embargo, existen pocos grupos que dentro de su esencia ha logrado alimentarlo hasta regresarnos en el tiempo cuando estos sonidos eran descubiertos: Electric Mountain es una de ellas. Ahora bien podemos decir que México tiene un verdadero exponente del stoner clásico, pero lo más importante, que tiene una espectacular banda que sin problemas podría ser disfrutada en cualquier escenario del mundo y que seguramente nos dará más ácidas sorpresas.
Desde hace varios años, un rumor se hizo cada día más fuerte hasta que las cosas se hicieron realidad. Una banda formada en la Ciudad de México desde 2013 había recuperado aquellos sonidos que identificaron a la California de la última década del siglo pasado, pero seguía oculta bajo el velo del underground hasta que su explosión sonora fue incontenible. A través del nombre de Electric Mountain, tres zurdos jóvenes fundieron en un mismo sonido los procesos alucinatorios de una constante exposición solar y la crudeza de los acordes arrancados de las fauces de la temible dama llamada guerra.
La energía eléctrica de los instrumentos se encuentra inevitablemente con los poderes de la naturaleza para que de su conflicto nazca una impresionante banda escondida por mucho tiempo en los callejones de la gran Tenochtitlan. Sin embargo, el ruido comenzó a envolver todo el horizonte auditivo hasta que el día de hoy (¡al fin!) tenemos en nuestras manos el primer disco de Electric Mountain, un álbum grabado en los sencillos estudios Rec On por Gibran en la guitarra y voces, Max en la batería y JB en el bajo con la mezcla y masterización de Jorge Trejo.
El álbum debut de la banda ha sido publicado en mayo de 2017 a través de Loud, Slow and Distorted Rifs Records (LSDR), sello fundado por Román y Juan Tamayo (integrantes en algún momento de la ahora reconocida banda Vinnum Sabbathi y administradores de la página web Doomed & Stoned Latinoamérica) que reúne en su catálogo a los grupos mexicanos dedicados al sludge, doom, psicodelia y stoner con la intención de compilar la escena local, registrarla con una buena calidad de audio y difundirla a partir de las distintas redes sociales a forma de colectivo (tomando la imagen de Lxs Grises, un grupo de músicos y artistas gráficos que unieron sus fuerzas para crear espacios y apoyos).
El esperado Electric Mountain es un disco centrado en el stoner clásico de sangre desértica que logra fundir en su sonido la vibrante distorsión del fuzz y los lisérgicos juegos del wah, creando de esta manera una colección de temas rasposos que nos teletransportan al cosmos para replantear lo alcanzado por un género olvidado en México a pesar de la cercanía con su epicentro. La explosión vintage que en la última década nos ha llevado al rescate de la psicodelia más pesada ha traído con su marea el recuerdo por el rock desértico al estilo del sonido Palm Desert con bandas emblemáticas como Fu Manchu, Nebula, Kyuss y sus descendientes directos Queens of the Stone Age y Slo Burn; todas influencias directas para Electric Mountain que se reflejan claramente en su disco debut.
En diversos sitios electrónicos y blogs especializados hemos leído sobre la gran claridad sonora alcanzada en el material a pesar de ser un material independiente, pero en Earthquaker tenemos dos ideas por las cuales la banda mexicana se escucha así: 1) los años que tienen sus integrantes juntos en la búsqueda de un estilo definido que los ha llevado ha afianzar por lo menos las 8 composiciones que se escuchan en su primer material; y 2) el impresionante sonido del grupo que tiene en vivo, mismo que se trató de reflejar fielmente en la grabación, obteniendo así un espacio propio para cada instrumento sin perder su potencia distorsionada.
Electric Mountain es un reptil que pasea por las ardientes arenas del desierto, un extraño monstruo multicolor que esconde su veneno en la mordida, una inyección lisérgica de efectos alucinatorios idénticos a los de una insolación, un poderoso V8 rodando a salvajes kilómetros por hora sobre el asfalto derretido. Bien podemos planear las quemadas dunas por medio de "Going under" como podemos besar las estrellas con "Space rocket", tenemos la posibilidad de bajar la velocidad y disfrutar del paisaje con "Down on the road" o dejar que las bocinas del autostereo se fundan por medio del ruido infeccioso de "Heavy stone".
En este espacio virtual hemos hablado en repetidas ocasiones sobre el resurgimiento del stoner como género, un movimiento que nos ha permitido conocer a muchas bandas de diferentes partes del mundo con diferentes ideas que han alimentado a este estilo más allá de los cánones establecidos. Sin embargo, existen pocos grupos que dentro de su esencia ha logrado alimentarlo hasta regresarnos en el tiempo cuando estos sonidos eran descubiertos: Electric Mountain es una de ellas. Ahora bien podemos decir que México tiene un verdadero exponente del stoner clásico, pero lo más importante, que tiene una espectacular banda que sin problemas podría ser disfrutada en cualquier escenario del mundo y que seguramente nos dará más ácidas sorpresas.
MAGNIFICA BANDA ,SUPER SONIDO ,EN HORA BUENA
ResponderEliminarMAGNIFICA BANDA ,SUPER SONIDO ,EN HORA BUENA
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