Tras una búsqueda en
tiendas de discos y la red, una portada nos llama la atención sobre las demás.
Una ilustración de fuertes colores azul y amarillo nos atrapa irremediablemente.
Una mujer con el torso desnudo y un pavo real sobre su cabeza forman un círculo
al centro de la imagen, mientras que a su alrededor se vive una contienda entre
la noche y el día sobre un psicodélico paisaje. Sólo una banda podía utilizar
la vieja iconografía de los años setenta creada por la artista holandesa
Marijke Koger-Dunham: Blues Pills.
Luego de una espera de
dos años, tenemos en nuestras manos el primer álbum completo de una de las bandas
que muchos medios musicales han alabado y que sin duda serán revelación durante
esta década. Gracias a su contrato con la discográfica Nuclear Blast, Blues
Pills logró meterse a los estudios para aterrizar sus conceptos forjados por
medio de las incendiarias presentaciones en vivo atascadas de improvisaciones y
la publicación de algunos EP’s de la mano de Plattenlabel Crusher Records.
Estamos frente a un
disco que no nos podrá decepcionar, que precisamente gracias a su portada,
podemos obtener las suficientes pistas para saber qué podemos esperar: hard
rock de gran manufactura que mezcla el “revival” de las bandas hippies de
finales de los sesenta, el blues blanco al estilo de los power trios ingleses
de la misma época y ese empalagante aderezo de blues y soul que nos trasmite
una voz femenina que versa sobre un mundo en destrucción y que es necesario
salvar cuanto antes.
¿Pero
quién carajos son estos tipos?
La historia de este
grupo se remonta al año 2011, cuando Zack Anderson y Cory Berry formaban parte
de Radio Moscow y durante una presentación en California conocieron a la
cantante sueca Elin Larsson. Ellos quedaron perdidos ante el poder vocal de
esta chica, por lo cual le propusieron grabar algunas ideas en casa de Zack.
Tras escuchar el resultado de las grabaciones, decidieron subir la maqueta a un
canal de YouTube, lugar que les sirvió de plataforma para que varias
discográficas independientes se fijaran en ellos.
Parker Griggs, líder de
Radio Moscow, sentía que su concepto musical se estaba estancando, por lo cual
decide darle las gracias a su banda de soporte. Ya sin compromisos, Zack y Cory
deciden construir formalmente la banda junto con Erin, por lo que comenzaron a
viajar por Europa para empaparse de la música que se estaba generando allá; y
fue en Francia donde se encontraron con Dorian Sorriaux, un chavito de 16 años
de grandes cualidades como guitarrista, y no dudaron en invitarlo al proyecto.
Con la banda completa, tomaron la decisión de tomar como base de operaciones
Örebro, Suecia, ya que la escena musical de rock vintage que inunda dicho país
escandinavo era el espacio ideal para encerrarse a escribir y soltar sus
habilidades interpretativas.
De esta manera, sólo
faltaba el nombre de la banda, el cual nació del nombre de un blog que buscaba
hacer conocer la música hecha en los años sesenta y setenta y que no había
tenido tanta suerte como la que ahora conocemos como “clásica”. Así nació el
nombre de Blues Pills.
Zack Anderson nació en
California, Estados Unidos. Creció alrededor de jóvenes que adoraban el hard
rock y el blues de los años setentas, por lo que fue creando una afición por
esta música. Fue así que comenzó a tocar el bajo eléctrico y a formar parte de
varias bandas del circuito californiano. Fue ahí donde lo escuchó Parker Griggs,
quien al ver la gran calidad de improvisación en Zack, lo invitó a formar parte
de Radio Moscow, banda con la cual grabó el espectacular Brian cycles de 2009 y el ácido The
great escape of Leslie Magnafuzz de 2011. Gracias a su calidad como
bajista, Zack no sólo estuvo en los estudios de grabación, sino se volvió
miembro en vivo de Radio Moscow. Su larga cabellera rizada y el sonido de su
bajo Rickenbacker son su sello personal, además de su innegable imaginación
para crear melodías.
Zack coincidió con Cory
Berry al formar parte de la banda de soporte en vivo de Peter Griggs. Cory es
un chico americano de grandes habilidades como baterista, que además de su
capacidad de improvisación obligatoria con Radio Moscow, tiene el potencial de
establecer ritmos acelerados, para que con un solo remate, cambia a ritmos
suaves de balada y blues.
Elin Larsson es la
vocalista de Blues Pills, una rubia chica nacida en Suecia que bebe
directamente del blues y el soul que escuchaba desde niña gracias a su madre.
Su mayor inspiración interpretativa son Aretha Franklin. Janis Joplin y Robert
Plant, influencia que se siente directamente en la música que toca la banda:
soul, blues y hard rock.
Finalmente, tenemos al
joven Dorian Sorriaux, guitarrista francés que el resto de los integrantes de
la banda conocieron mientras recorrían Europa para escuchar música y conocer de fuente directa lo que estaba
ocurriendo de ese lado del Atlántico. Escoltado de amplificadores Marshall y
una fundamental guitarra Gibson SG, Dorian juega con los riffs y las notas para
incluir al coctel sonoro de Blues Pills la psicodelia al estilo de The Jimi
Hendrix Experience con un ligero toque de Jazz muy al gusto de las bandas
vintage francesas.
El
concepto
Una vez establecidos en
Suecia, y con el apoyo de su discográfica, Nuclear Blast, Blues Pills tuvo la
oportunidad de conocer a Don Alsterberg, productor de Graveyard. La banda
buscaba inyectar a su sonido de estudio el espíritu vintage de obscuro blues y lúgubre
psicodelia que Alsterberg imprimió en el Lights
out que Graveyard grabó en 2012. Ya con el sonido definido, gracias a la
grabación de un EP titulado Devil man
a finales de 2013 y a una serie de presentaciones por toda Europa como banda
telonera de los norteamericanos Orchid y Scorpion Child, el grupo se refugió en
Gotemburg para componer y grabar su primer álbum completo.
Blues
Pills es un disco que recupera las raíces del blues negro
del delta del Mississippi y su transformación al hard rock y psicodelia que
lograron bandas como Cream y Led Zeppelin a finales de los sesenta. Tomando como
base las cualidades vocales de Elin Larsson, Blues Pills creó un compacto muro
sonoro que permite fluir un blues energético sin la exageración de las
improvisaciones que Zack y Cory realizaban en Radio Moscow, a lo que se suma el
sabor “soul” de la voz de Elin.
Sin embargo, las
cualidades musicales de Blues Pills nos distraen y nos hacen olvidarnos de los
temas que hacen referencia en esta placa. Con líricas escritas por la propia
Elin, Blues pills es un disco que nos
habla de un enojo contra la sociedad actual. Retomando los ideales hippies del
amor por la naturaleza, el grupo busca regresar la vista hacia el mundo
natural, libre y salvaje. Sin embargo, el discurso es de coraje contra el mundo
moderno de desidia social y exterminio comercial que ciega al hombre con su
discurso de cambio, orden y progreso. Se destruye el planeta y no estamos
haciendo nada por salvarlo. Estamos obsesionados con la tecnología, el dinero y
lo virtual, olvidando nuestras raíces y a nosotros mismos.
Ahora el individuo se encuentra solo. Acabado su entorno, todo se vuelca contra él, dejándolo en el abandono, a una orilla del abismo y a un paso de la muerte. Sus pasos no pueden volver hacia atrás, pero quizá esta sea su última oportunidad para reflexionar y pueda cambiar su forma de pensar, de actuar y de sentir.
Canción
por canción
High
Class Woman: la naturaleza puede ser observada en
todo su esplendor: aves levantando el vuelo desde el suelo, la vegetación crece
y el sol se extiende sobe el cielo. Este es el momento para que el hombre deje
a un lado sus intereses económicos y regrese a su estado natural, para que
vuelva al verano del amor del hippismo, para liberar la mente y el cuerpo… Tras
un remate, todos los instrumentos entran sigilosos sobre un ambiente salvaje y
misterioso de constantes percusiones. La voz de Elin nos narra sobre un
maravilloso paisaje lleno de naturaleza que es roto por un coro que habla sobre
la modernidad y los hombres de clase alta que olvidan sus orígenes naturales. El
suave solo de guitarra de Dorian nace directamente del blues blanco, el cual
explota junto con el resto de los instrumentos que buscan reflejar la
magnificencia del estado salvaje que es necesario mantener. Esta rola fue el
primer sencillo del disco y tiene un buen video, el cual presenta la historia
de un chofer de taxi que circula por la vida nocturna de la ciudad mientras su
mente divaga por el deseo de escapar de situación y reencontrarse con la
naturaleza: un enfrentamiento entre las calles, las luces neón y la Coca Coca
contra los bosques, los lagos y la magia.
Ain’t
no change: una fuerte crítica a la sociedad que enarbola la
bandera del cambio y el progreso, pero que a la vez está destruyendo al propio
hombre y todo lo que lo rodea. Los gobiernos nos espían y establecen impuestos
hasta por el aire que respiramos, pero las sociedades no reparan en ello y se
deslumbran con la idea de la “modernidad”. Ya no hay lugar para la esperanza,
porque lo que se está extinguiendo es la mente, la consciencia y la comprensión
humana... Guardando el mismo ritmo sigiloso de percusiones e instrumentos de
cuerda que se escuchaban en “High class woman”, esta rola truena finalmente
tras su introducción en un riff de bajo con fuzz de Zack que es difícil dejar
pasar y sobre el cual logramos disfrutar las cualidades vocales de Erin.
Jupiter:
¿Qué pasará cuando la Tierra ya no pueda dar más vueltas alrededor del Sol?
¿Por qué no empezamos a actuar antes de que eso ocurra? El deseo por salvarlo
no sólo puede ser una esperanza, sino una acción. La madre naturaleza llora,
pero sus hijos todavía están a tiempo de hacer algo… Esta rola es la versión en
inglés de “Bliss”, publicada en el EP del mismo nombre. Guitarra y bajo se
pierden en una distorsión fuzz mientras otra figura de guitarra juguetea con el
pedal wah, lo que nos hace recordar el pasado de algunos integrantes de la
banda en Radio Moscow. Electrizante rola de rápido ritmo y puente mágico e
hipnótico.
Black
smoke: este es el momento que el alma deja al cuerpo, pero
queda una duda: ¿ésto es un sueño o la muerte? Hay un ángel tocando la puerta
mientras que el humo negro de un bosque que se quema llena el cielo. No hay
momento para la tranquilidad, los demonios tienen capturados los sueños del
hombre… Rola de letra psicodélica de inicio lento en blues y que luego
encuentra su explosión, la cual fue recuperada del EP de 2012, Bliss, pero en una versión contenida de
improvisación. Para esta canción, Erin canta en dos tonos distintos para darle
mayor profundidad, recordando a lo que hizo Don Alsterberg con los juegos
vocales de Joakim Nilsson en varias partes del Lights out de Graveyard. Los ecos de la guitarra en las estrofas
juega con la psicodelia muy cercana a Hendrix, pero el solo de Dorian alcanza
un sonido propio al complementarse con los duelos provocados por el bajo de
Zack y la batería de Cory.
River:
¿el dinero y los placeres banales o los sentimientos y un alma en paz? El
individuo llega a esta bifurcación tras seguir “el río y encontrar oro en él”.
Amigos y personas nuevas se acercan tras el descubrimiento, pero lo que los
mueve es el interés. El verdadero tesoro no está en las cosas materiales sino
en uno mismo, pero ¿será demasiado tarde para encontrarlo?... Un lento blues
que la banda ya había presentado en el EP Devil
man de 2013. Gran solo de guitarra slide que termina de redondear el
melancólico ritmo. Cuando la lírica enfrenta los deseos con el individuo,
nuevamente escuchamos la voz de Erin en dos tonos diferentes como en “Black
smoke”.
No
hope left for me: La melancolía y la soledad invaden la
atmósfera. La caída es inevitable gracias al abandono y la mentira. El control
se ha perdido y sólo hay enfermedad y dolor. Sólo queda regresar a uno mismo y
resconstruírse desde los escombros de uno mismo… El clímax del Blues Pills está
en las tres canciones bluseras de su parte media, y ésta es la última de ellas.
La guitarra juega con diversos efectos de sonido, creando un mágico ambiente
que refleja el extravío y la soledad de los que habla la canción. El solo de
guitarra recuerda los efectos sonoros de Led Zeppelin cuando se combinan una
guitarra y un teclado. Esta rola tiene un video donde podemos imaginarnos como
es el proceso de grabación de la banda. Como detalle curioso, en las imágenes
ya no vemos a Cory Berry en la batería, ya que al mes de la publicación del Blues Pills, él decidió dejar al grupo.
En su lugar observamos a André Kvarnström, quien fue baterista de la banda
stoner sueca Truckfighters.
Devil
man:
La tentación, el pecado y la maldad se materializan en una sola persona, en un
ente. Demasiado tarde para pedir perdón…Una de las rolas favoritas de la banda,
la cual fue presentada en los EP’s Bliss y en su homónimo, pero que en esta
versión se siente más fuerte el hard rock y la psicodelia a través de los
efectos sonoros de la guitarra de Dorian, los cuales continúan con lo hecho en
la rola anterior de la placa. Al eliminar la voz “a capella” de Erin que tenía
la versión original, el coro se queda con toda la fuerza y el coraje que desean
expresar las líricas.
Astralplane:
Esta es la última oportunidad para plantear las cosas y escapar. La sangre se
vuelve fría, los ojos se cierran y el cielo se torna obscuro ante un alma que
sufre. Todavía se puede huir del miedo y de la muerte…Otra melodía de ritmo
lento y misterioso que se convierte en un hard blues que implora y sufre. El
tenue teclado interpretado por Robert Wallin logra redondear la atmósfera melancólica
que busca la rola, pero la voz de Elin es la que nos logra despegar los pies de
la tierra.
Gypsy:
Esta es la historia de un gitano, que como tal, viaje errante desde Kansas
hasta atravesar la frontera para llegar a México. Nadie puede detener su
recorrido, esu tren no tiene forma de frenar…Un cover a Chubby Checker, quien
fue conocido como el rey del twist, pero dentro de su chistera tenía más
sorpresas y ritmos. Esta canción fue publicada en 1973 en una versión funky
soul muy al estilo de James Brown, pero en la versión de Blues Pills se
transforma en un pop psicodélico muy cercano a lo último que grabó Jimi Hendrix,
y la guitarra de Dorian no lo puede negar. Punto y aparte se merece la batería
de Cory que se mezcla con unas
percusiones tribales hechas por el músico de sesión Joel Westberg. El video
promocional de es una oda de imágenes simétricas en blanco y negro que tornan a
una lluvia psicodélica en su punto climático.
Little
sun:
Cuando la noche es obscura y solitaria, no hay lugar a dónde ir. La tierra
tiembla, las montañas se derrumban y el océano se ahoga en sí mismo. En medio
de esta neblina se puede ver la luz de ese pequeño sol. No estamos solos, él
siempre estará ahí… Lenta melodía que sube poco a poco, pero sin lograr la explosión
que tenía su versión original, publicada en el EP Bliss. Para este disco se le aumentó la letra, se matizó la voz de
Elin y se le quitó el coro con su explosiva fuerza musical, cosa que se extraña
mucho ya que precisamente en él se contenía la frase que le daba nombre a esta
belleza: “Hey little sun just keep on shinning!”.
Les presentamos el disco
homónimo de Blues Pills, un precioso tesoro musical que logra llevarnos a los
ideales del amor y paz del hippismo sesentero, pero de la mano de un hard blues
de gran calidad… Disfrútenlo.
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