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viernes, 14 de abril de 2017

Telekinetic Yeti : una fuerte tormenta eléctrica desde Iowa


Un grupo de hombres cubiertos por túnicas se colocan alrededor de la boca de una montaña para realizar un ritual quizá pagano, quizá satánico. La luz que en el interior emana nos indica de la magia que ahí radica mientras contrasta con el manto estelar que cubre la escena. La naturaleza ha despertado al morbo del hombre, la búsqueda por descifrar lo desconocido desarrolla la imaginación del humano hasta llevarlo a dotar de entidad física a lo inexplicable.

Gracias a esta magnética ilustración realizada por Antoine Defarges, nos encontramos con el álbum debut de Telekinetic Yeti que fue publicado de manera independiente en marzo de 2017 y que rápidamente ha logrado buenos comentarios por los distintos medios especializados en stoner y doom. Así como logró Headbang Design llamarnos la atención con sus portadas para excelentes bandas como Sasquatch, Freedom Hawk, Goatfather y Lizardmen, hoy el poder la imagen busca arrastrarnos hacia las fauces de la mítica bestia de los bosques nevados y sus sonidos distorsionados. 


Inspirados en aquellas bandas integradas por tan sólo dos músicos que combinaran cuerdas y percusiones, en la pequeña ciudad frente al río Mississippi de Dubuque, en Iowa, Estados Unidos se unieron el baterista Anthony Dreyer y el guitarrista Alex Baumann. Rodeados de amplificadores Orange, la pareja de greñudos y barbudos creó un monstruo sonoro de gran densidad que fácilmente nos podría recordar a viejos colosos como Sleep o Kyuss en mezcla perfecta con la experimentación auditiva de los ingleses Royal Blood; recordándonos un poco al sonido logrado por Year of the Cobra o Cardiel

Una vez que tuvieron un puñado de temas completos, Telekinetic Yeti se trasladó de "The Key City" al pequeño poblado de Lone Tree (también en Iowa) para meterse a los estudios Flat Black y grabar lo que sería Abominable, un disco de ocho tracks mezclado por Luke Tweedy y masterizado por Carl Saff que lograría captar la atención de los amantes de los acordes que rompe tímpanos y los sonidos cavernarios.


El álbum debut de Telekinetic Yeti abre con "Abominable", que además de darle título al disco nos muestra el punto fuerte de la banda, pues luego de encender los amplificadores y escupir feedback, los acordes distorsionados de la guitarra mediante un arsenal de efectos y pedales siguen los salvajes golpes de la batería, mismos que parecen una caída de meteoritos. Tras el estruendoso inicio del material, el disco se debate entre crudos temas instrumentales (como "Electronaut" de hipnótico riff desgarrador o la enigmática "Colossus") y los temas de breves líricas como dardos envenenados que logran hacer volar la imaginación (como el primer single "Stoned and feathred" y la abismal "Lightbearer").

La pareja de Iowa aprovechó el poder de las redes sociales y logró dar su primer golpe cuando publicó el primer día de 2017 a través de su canal en YouTube el video promocional de "Stoned and feathred", trabajo visual grabado y editado por Joe Gibbs que nos muestra a la banda rodeada de amplificadores y de una tenue neblina mientras la música nos explota en las neuronas. Tatuajes a media luz, una batería transparente y una que otra simetría vintage logran transportarnos a un universo muy lejano.

"Coloca las alas del viento en nuestras velas, guíanos a la inmortalidad.
Gloria y eternidad, tómanos por los hombros y llévanos a la victoria..."

"Stoned and feathred" es una verdadera tormenta eléctrica que nos cae del cielo y nos deja impresionados con su fuerza y su resplendor. La guitarra eléctrica va desde el fuzz heredero del stoner más fundamental hasta el juego ilimitado del POG de Electro-Harmonix, sin olvidar el obligatorio pedal wah para completar el repertorio de efectos. La batería golpea sin piedad mientras construye un soporte al monstruo electrificado de seis cuerdas, logrando al mismo tiempo crear un bombardeo del que será difícil escapar.


La mezcla que hace Telekinetic Yeti entre los fuertes acordes del stoner metal con algunas figuras del doom logra hacer puntería en las almas que buscan sacudir la tierra a punta de guitarrazos y fuertes golpes de percusión. La energía tribal que se respira en la base de su proyecto logra transformarse en un flujo de cargas eléctricas que provocan poderosas señales, música que integra lo primitivo del golpe con la modernidad de la distorsión a través de un amplificador. El sonido nos ha movido para estar frente al helado gigante, sin razón aparente su ruido ha logrado atravesar nuestro cuerpo para hacernos volar sobre la obscuridad del abismo y lo desconocido...



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