Los desarrollos tecnológicos a partir de las llamadas redes sociales soportadas en Internet han logrado reducir las distancias físicas entre, por ejemplo, México y Australia. Sin embargo, el maremoto de información que se encuentra alojada en bases de datos, páginas electrónicas y servidores provocan que las cosas se pierdan entre la cantidad. La música no se encuentra exenta de este proceso cibernético, al grado que sus antiguos soportes materiales se estén perdiendo para dar paso a la infraestructura digital. Ahora son las capacidad de investigar, discernir y filtrar propuestas sonoras las que hoy pueden ayudarnos a encontrar materiales auditivos que realmente valgan la pena.
Y es precisamente en Oceanía donde encontramos a una banda de sonidos contundentes que mezclan el primer blues eléctrico con la distorsión del stoner desértico bajo el nombre de Kitchen Witch. Con una historia que remonta desde inicios de 2013, el grupo originario de Adelaida logró la atención del público amante del hard rock a través de la publicación de su álbum debut en abril de 2017 a través de la disquera alemana Kozmik Artifactz.
Sin embargo, el primer disco de los australianos no es un material nuevo, ya que se trata de una selección de temas publicados previamente en dos EP editados de manera independiente. De esta manera, podemos escuchar la transformación musical que sufrió el grupo entre ambas grabaciones, misma que ha llevado a una maduración en la composición y en la capacidad interpretativa de sus cuatro integrantes: el baterista John Russo, la vocalista Goeorgie Cosson, el bajista Simon Elliot y el guitarrista Connor Kinsella.
El primer EP de Kitchen Witch se llamó Trouble y fue publicado en julio de 2015. En sus cinco tracks podíamos saborear el gusto del cuarteto por el blues pantanoso lleno de guitarras slide y lamentos propios de los campos de algodón que circundan el delta del Mississippi. Al escuchar el tema que le da nombre al material, también podemos detectar una influencia del rock sureño y los sonidos alternativos de la última década del siglo pasado, por lo que nos obliga a recordar a gente como Blues Pills y su innegable herencia al blues eléctrico al estilo de Led Zeppelin; aunque ésto último queda demostrado con la guitarra metálica de "Don't waste your time" y su energía desbordante.
En junio de 2016 fue presentado Back to the mud, un EP grabado por Patrick Tapping y Nick Steele que muestra un gran salto en el estilo sonoro de la banda. En este disco podemos escuchar el poder del fuzz en temas más aletargados que se sumergen en ambientes obscuros, quizá tenebrosos. Los acordes desgarran el horizonte auditivo en contraste a la tensión creada por las melodías y la fuerza vocal de Cosson, provocando inmediatamente la comparación con Alisson Mosshart de The Kills y The Dead Weather. Escuchar cómo se desintegran los instrumentos en "Third eye" y "Delusion" al puro estilo stoner diluido de Queens of the Stone Age nos permiten encontrar una delgada línea entre el desierto australiano y el californiano, pero el bonus que nos ofrece Kitchen Witch es la honestidad de su sonido, la naturalidad de las composiciones y el rescate por aquel blues energético que transforma el dolor en poder.
El tema que fue lanzado como single promocional para el Back to the mud y que ha servido también de referencia para la selección hecha por Kozmik Artifactz es "Slipstream". Acordes secos ahogados en distorsión rompen el silencio y sirven de base al clamor de una mujer, melodía cruda que se impone por su estilo directo y su canto de sirena que nos hechiza para hacernos naufragar en sus aguas pantanosas. El track nos ahoga poco a poco como si se tratara de arenas movedizas, pero ello nos otorga el tiempo suficiente para desmenuzar sus elementos aunque en conjunto levanten un impenetrable muro de sonido áspero y desgarrador.
Con una animación realizada por Aaron Farrant, en octubre de 2016 fue lanzado el video para "Slipstream". Con una estética que nos recuerda el arte realizado por Bonaface para ...Like clockwork de Queens of Stone Age, Kitchen Witch nos ofrece una mirada panóptica que nos observa con toda su totalidad hasta alcanzar la maldad y la muerte, mórbida hipnosis que nos sumerge en un viaje ácido mientras la sustancia tóxica que segrega corre por las venas.
Desde la publicación del recopilatorio, Kitchen Witchen está de gira por su país natal con la finalidad de consolidarse como una banda importante, teniendo la oportunidad de alternar con otros grupos australianos como Devil Electric, Comacozer, Seedy Jezzus y Fuck The Fitzroy Doom Scene. Mientras el cuarteto de Adelaida se decide regresar a los estudios a darle continuidad a lo hecho hasta hoy, sólo nos queda deleitarnos con el material existente y esperar cuál será su siguiente paso...
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