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lunes, 23 de octubre de 2017

Vinnum Sabbathi : cruzando el horizonte de sucesos


El espacio y el tiempo se unen estrechamente en algún lugar del Universo tras el colapso de una estrella que no ha podido mantener su equilibrio. El brillo de la explosión de una supernova se ha transformado en una singularidad, una pequeña región con densidad infinita y excepcional campo gravitatorio que ni siquiera la luz alcanza una velocidad suficiente para escapar de la atracción. Bajamos la aguja sobre el vinil y nuestras partículas cruzan el horizonte de sucesos para ser tragadas por un agujero negro sonoro que devora todo a su paso, convirtiendo los minutos en años, siglos o quizá una eternidad. Absorbidos por un obscuro monstruo sonoro de campo gravitatorio inimaginable, las neuronas giran a su alrededor al igual que las estrellas torno al centro de las galaxias. Este fenómeno auditivo tiene nombre y es Vinnum Sabbathi.

¿Cómo escribir sobre un disco que todos los especialistas en el tema han reseñado? ¿Qué palabras se pueden utilizar para referirse sobre un proyecto instrumental que materialmente ha sacudido al planeta sin cometer un error al intentar explicarlo? Dice un dicho mexicano que nadie es profeta en su propia tierra, pero poco a poco Vinnum Sabbathi ha colocado su nombre en su país natal; aunque pecando de sinceros, el reconocimiento a su música ha llegado con mayor fuerza de más allá de nuestras fronteras. Es por ello que Earthquaker ha dejado pasar la euforia por el lanzamiento del Gravity works (su primer álbum completo), para que una vez enfriados los ánimos, coloquemos a este pedazo de banda en su justo lugar.


Luego de escuchar de manera insistente Gravity works y el split compartido con Bar de Monjas Fuzzonaut, el deseo por escuchar en vivo a Vinnum Sabbathi creció como una gigante roja; pero la banda pasó gran parte del 2017 promocionando su material en Europa; logrando en dicha ruta llena de esfuerzo y sacrificios un aplauso sincero y un gusto por el concepto musical. Encomendados a los dioses primigenios para lograr presenciar su puesta en escena, el destino nos llevó al aniversario del estudio Vesubio 34 para compartir bocinas junto con Cardiel y The Risin' Sun.

Nos encontramos en la entrada del pequeño lugar con Miguel de Pirámide y saludamos en la recepción a Miguel Fraino, quien produce en el estudio celebrado y también toca la guitarra en Cardiel. Unas cuantas cervezas compartidas con "El Patas" de Black Overdrive (quien sufre un poco el reconocimiento público por ser locutor radial) y frente a nosotros se abren las cortinas para escuchar el denso sonido intraestelar de Vinnum Sabbathi. En tan sólo treinta minutos comprobamos que la banda es mucho más de lo que condesan las grabaciones, que su fuerza es descomunal y que la muralla de sonido que construyen en cada presentación es real e impenetrable gracias al poder de los amplificadores Sunn y los gabinetes que la propia banda ha construido. Salimos con la vibración dentro del cuerpo y el gran Cthulhu sacude la tierra  a la mitad de la noche como recordatorio al favor ofrecido.


Si el nombre de Vinnum Sabbathi nace directamente del gusto de los hermanos Tamayo por Electric Wizard y de la obvia referencia al track inicial de su Dopethrone, también podríamos tomar el cuento corto de Arthur Machen como fuente de inspiración al recordar aquella historia sobre un brebaje maldito derivado de un polvo blanco diluido en agua que transforma al hombre que lo ingiere en una bestia maligna entregada al éxtasis de la noche y sus poderes ocultos.

Aunque en un primer momento la banda de Jus Oborn fue la primera influencia del guitarrista Juan Tamayo para el proyecto alterno a su banda Bloodwitch, poco a poco su sonido dejóa un costado la pesadez lisérgica de la banda inglesa para acercarse a la densidad del Universo que mezclaría en un mismo lugar la imaginación de Isaac Asimov y el rigor científico de Carl Sagan o Stephen Hawking. Su forma de hacer doom sería instrumental, ruidosa y cíclica, pero retomaría algunos elementos del krautrock, el sludge y el drone; lo que los obligaría a recordar a otras bandas ásperas como Monolord, Yuri Gagarin, Bongzilla o Sasquatch.


La historia de Vinnum Sabbathi no ha sido sencilla, pues de ser un proyecto individual de Juan Tamayo en el ya lejano 2012, poco a poco se fue transformando en grupo al unirse el bajista Samuel López (con quien tocaba con Bloodwitch) y con el baterista de Bar de Monjas, Gerardo Arias. Finalmente se integraría su hermano Román Tamayo para imprimir el toque de sci-fi por medio del uso de sintetizadores, efectos de sonido y sampleos de grabaciones originales de la NASA para definir finalmente el concepto sonoro. Sin embargo, por estudios Arias ha estado radicando en Inglaterra por lo que ha compartido su espacio con el baterista de Apocalipsis y Nazareno el Violento, Leonardo "Mico" Cardoso.

El esfuerzo llevó a la banda a grabar de manera profesional sus primeros materiales que hoy se han convertido en objetos de culto, pero que requieren ser valorados y desmenuzados en México (por irónico que resulte). Gravity works ha sido editado por la argentina South America Sludge Records y por la alemana Aim Down Sight, pero para hacerlo sonar en su país se ha editado por medio de su propia disquera: Loud, Slow and Distorted Riffs Records, una plataforma que ha servido de refugio a varias bandas mexicanas para difundir sus propuestas sonoras y que ha logrado también difundir algunos grupos extranjeros


Ofrecemos como primer acercamiento a Vinnum Sabbathi el tema inicial de su Gravity works para quienes no los han escuchado aún. "Weightlessness"arranca con unas lejanas trompetas que anuncian el Apocalipsis que se aproxima, sonidos que llegan del espacio exterior para servir como telón de fondo a una figura de guitarra que se repite una y otra vez como banda de Möebius hasta el infinito. Los segundos van transcurriendo hasta hipnotizar al escucha mientras mientras voces humanas relatan aquello que ocurre más allá de nuestra atmósfera, pero la intensidad va incrementando hasta que el ruido satura las bocinas sin control posible. El orden se convierte en caos y la gravedad se reduce a cero para dejar abandonado a la mitad del espacio sideral al astronauta incauto que se ha dejado seducir por el sonido. La batería golpea sin piedad en una lucha a muerte por conseguir el tiempo y el bajo trabaja una figura grave que logra crear una base a la melodía hechizante, la guitarra se convierte en un furioso rugir que desgarra los tímpanos. Los sonoros truenos no cesan de latiguear el cielo hasta que dejan abandonado su eco en los confines de una estrella abandonada a su suerte en la obscuridad infinita del Universo.


El rabioso sonido de Gravity works fue logrado tras un largo proceso de grabaciones en Vesubio 34 durante los años de 2015 y 2016, pero el material fue finalmente terminado con el trabajo de masterización del reconocido James Plotkin de quien hemos ya escrito por su labor con bandas como Egypt, Conan, Harvester, Haunted, Iron Void y los propios Electric Wizard. Bucles sonoros que cambian de intensidad, audios con baja fidelidad que narran lo que ocurren fuera de los confines de este planeta y riffs lentos de gran volumen que saturan las bocinas hasta quebrar el plano auditivo.


Román Tamayo había hecho partícipe a Earthquaker del aniversario de su Loud, Slow and Distorted Riffs Records, pero un nuevo sismo obligó a posponer el evento. En pleno proceso de reconstrucción y recolección de escobros, Vinnum Sabbathi sale de nuevo al escenario con su ruido cósmico para obtener víveres y recursos para los damnificados y ofrecer al mismo tiempo deleite a los amantes de los sonidos ásperos que logran despegar los pies del suelo. Preparamos las neuronas y los tímpanos para salir nuevamente de la estratósfera planetaria con el cuarteto mexicano y disfrutar de las propuestas sonoras que lo acompañan en la tercera edición de festival de bandas del LSDR Records como Malamadre, Sementales Salvajes, Saturno Grooves y Moonwatcher. México, aquí está tu oportunidad de valorar los sonidos que están moviendo al mundo y de vivirlos sobre el escenario...


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