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lunes, 7 de marzo de 2016

En versión lunática: un recuerdo para Shocking Blue y la voz de Mariska Veres


Hablar de Shocking Blue y de su enigmática vocalista Mariska Veres es regresar las manecillas del reloj a finales de los años sesenta para escuchar a una de las pocas propuestas de rock pop y psicodelia que alcanzó la fama y el éxito sin la obligatoriedad de ser una banda nacida en Estados Unidos o Inglaterra. Si a ello le sumamos que dicha agrupación alcanzó un número uno en ambas costas y su imagen estética y voces recaían en una mujer, su valor es mucho mayor. 

La historia de Shocking Blue nos lleva a La Haya, en los Países Bajos, lugar donde un grupo de chicos en el año de 1967se juntaron para formar una banda de rock pop inspirados en el movimiento "mod" británico. A través de la dirección musical del guitarrista y compositor Robbie van Leeuwen, la banda fue tomando forma hasta tener una serie de canciones propias con las que empezaron a girar por la pequeña escena holandesa. 


Tras la publicación de varios sencillos y un disco de larga duración, el éxito no alcanzado y la salida de su vocalista, Fred de Wilde, para cumplir con su servicio militar, obligó a la banda a reconstruirse. Tras asistir a un pequeño evento, Cees van Leeuwen, el representante de los Shocking Blue, quedó impactado con la gitana belleza y fuerza vocal de Mariska Veres, quien en ese momento era la vocalista de un incipiente grupo llamado Bumble Bees. La imponente imagen y aquella mezcla entre blues y la insipiente psicodelia que comenzaba a inundar la Europa, se convirtieron en los elementos exactos que requería la banda.

Con el impacto visual de Mariska y una nueva orientación del sonido de la banda hacia guitarras insistentes y efectos fuzz, Shocking Blue se metió nuevamente a los estudios para grabar una serie de canciones que a la larga terminaron siendo fundamentales para el reconocimiento del grupo. Por medio de la distrubución de Pink Elephant Records y la producción del propio Robbie, la banda lanzó durante 1969 su segundo larga duración At home y varios sencillos para su difusión en las estaciones de radio de su país. 


Todos conocemos el éxito arrollador que alcanzó "Venus", un hitazo que alcanzó en número uno en todo el mundo, pero como dice el refrán "nadie es profeta en su tierra", sólo llegaron al puesto número 3 en los Países Bajos. Sin embargo, esta canción requirió un escalón antes, un antecedente que hiciera voltear los ojos de la industria discográfica de esa época a una olvidada Holanda. 

Antes de "Venus", Shocking Blue lanzó al mercado el sencillo "Long and lonesome road", la cual era acompañada como lado B la canción "Fireball of love". Su fuerte rotación en las ondas radiales llevó a la banda a convertirse en la banda más importante de rock en los Países Bajos y gran parte de Europa. El single era una fuerte melodía de notas en escala hecha por una guitarra llena de fuzz y un teclado omnipresente, combinación exacta para crear un sabor de intriga y misterio a una lírica que nos habla de mal camino que ha tomado una relación. 


El trabajo hecho en estudio por Robbie van Leeuwen logra que "Long and lonesome road" aproveche la acidez de la psicodelia californiana en una obscura rola que habla de confusión personal y su efecto en las relaciones con los demás. Sin embargo, además de la fuerza que tiene la melodía dictada por la guitarra y el teclado, la base rítmica logran que la rola sea una delicia. El bajo interpretado por Klassje van der Wal juega con la profundidad sonora de las notas graves, aunque su juego de detalles agudos en el coro logran una intensidad que enchina la piel. Los redobles en la batería de Cornelious van der Beek nos llevan desde un ritmo tribal hasta la fuerza de un rock infeccioso, llevando a este pequeño himno a lugares insospechados.


Quizá lo más importante de este single de Shocking Blue es que fue la presentación de Mariska Veres con la banda. Su juego vocal nos muestra un amplia gama de intensidades, que sumadas a su personalidad e imagen sobre el escenario, lograron colocar al grupo en el gusto del público ávido de nuevas propuestas. Las comparaciones no se pueden hacer esperar, y el recuerdo de Glace Slick, vocalista de Jefferson Airplane es inevitable; sin embargo, su estilo propio le sirvió para identificar a su banda para posicionarlo en un nicho inalcanzable, mismo que ha sido imitado en infinidad de ocasiones.


Uno de los grupos que encontraron en Shocking Blue y la fuerza vocal de Mariska Veres una fuente de inspiración es Jess and the Ancient Ones. Tras un álbum debut donde el sabor a metal melódico muy dentro del estilo de Therion o Nightwish, los filandeses no lograron trascender del todo. No fue hasta que dieron un giro hacia la psicodelia y el manejo de temas místicos que los oídos del publico y de los críticos pusieron atención en su propuesta.

Publicado en febrero de 2013, el EP Astral Sabbat (reseña) catapultó a la banda directamente a las estrellas, siendo considerados así dentro del selecto conjunto de grupos que tenían en su sonido reminiscencias de la psicodelia sesentera y el hard rock setentero  con el plus de contar con una mujer al frente del micrófono. Bajo la estética del occult rock, Jess and the Ancient Ones rápidamente se filtró en los medios electrónicos hasta lograr posicionarlos como una de las bandas más importantes de la oleada vintage de Europa.


Al igual como sucedió con Shocking Blue, Jess and the Ancient Ones logró colocarse en el gusto de la gente gracias a su transformación; una ácida metamorfosis que de la mano de la psicodelia los ayudó a despegar para convertirse en un grupo reconocido y aplaudido. Gran parte de este avance para la banda finlandesa se debe a la voz de Jasmin Saarela, quien a partir de las ideas melódicas de Mariska Veres, a construido un estilo propio para tener un lugar propio a lado de gente como Alia O'Brien de Blood Ceremony o Elin Larsson de Blues Pills.


Dentro de las tres canciones que conforman el Astral Sabbat, nos encontramos con un cover a Shocking Blue. Para su versión de "Long lonesome road", Jess and the Ancient Ones copia íntegramente la grabación original, aunque el uso de instrumentos digitales contra los análogos de la versión de 1969 nos ubican claramente en el día de hoy. Bien sabemos que este EP es un puente, una transición hacia nuevos estilos y sonidos, por lo que no es de extrañar que aún se puedan detectar algunos rezagos de aquel metal que corre en las venas de los integrantes del grupo.

Sin embargo, Jess busca salirse de la copia burda y termina imponiendo su estilo. En los últimos instantes de su versión, la vocalista sube el tono para lograr mayor intensidad a la rola (como si ésta no la tuviera originalmente). Gracias a esta osadía, "Long lonesome road" alcanza posibilidades nunca imaginadas anteriormente, sin que la propia canción cambie un solo acorde.


A partir del rompimiento logrado con este EP, Jess and the Ancient Ones es otra banda, una que sin temor muestra su amor de los sonidos retros, la construcción de melodías inspiradas en la vieja psicodelia y la narración de obscuras líricas de gran intensidad. Tras el cambio, la banda se metió en 2015 a los estudios de grabación para hacer lo que sería su segundo disco, el cual se titula Second psychedelic coming: the aquarius tapes. Ahora tendremos la oportunidad de escuchar la nueva faceta de banda en vivo, lo cual les abrirá otras puertas y los acercará a distintos públicos, muchos de ellos ávidos de escuchar más música que los remita hacia aquel pasado de teclados hipnotizantes y guitarras que se deshacían en las bocinas.


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