Entre las decenas de
imágenes que inundan las redes y las opciones que nos ofrecen las distintas
plataformas de audio y video, una nos atrapa sin lugar a dudas. Unas gemelas
unidas por el cabello nos reciben en un primer plano con sus rostros sobre
cargados de maquillaje y en sus bocas una lógica contradictoria que busca un
equilibrio. Como si se tratara de un obscuro ritual pagano, doce personajes
ataviados de un manto negro se
distinguen por las distintas máscaras que ocultan los rasgos de quienes las portan.
Este es el nuevo disco de Forgotten Gods.
Nos sumergimos al
océano de la información y apenas podemos enterarnos que este power trío
originario de San José, California presentaban este Twin sisters a finales de agosto de 2015 de manera totalmente independiente.
Nos decidimos a darle click al primer track y un tribal golpeteo de tambores
nos dan la bienvenida. Los instrumentos se suman hasta que juntos construyen una
música que bebe directamente de las bandas de hard rock de principios de los
años sesenta, pero que si el oído se afina un poco más, se pueden encontrar
reminiscencias del stoner californiano con alguno que otro arreglo de la
psicodelia sesentera y hasta del doom en sus momentos de gestación.
Una vez enganchados,
sin remedio nos sumergimos en las frescas aguas de una banda que busca hacerse
de un espacio dentro del competido mundo del rock basado en los clásicos de las
décadas pasadas, pero que a la vez ofrece nuevas ideas que sin duda hace que
los oídos ávidos por cosas distintas podrán encontrar con una banda que conjuga
grandes melodías, imágenes líricas de gran imaginación y un sonido vintage que
necesariamente les dará frutos.
¿Pero
quién carajos son estos tipos?
San José, California es
un lugar privilegiado. Ubicado al sur de la bahía de San Francisco y dentro de
un valle de gran desarrollo tecnológico, este paraíso californiano se encuentra
en medio entre el azote del océano Pacífico y el asfixiante desierto. Aquí fue
donde Dave Stoltenberg tomó la decisión a mediados de 2011 a los House of
Doors, su banda anterior, para tomarse en serio un proyecto que lograra su
satisfacción personal.
Armado con su guitarra
Gibson del modelo SG y sus amplificadores Marshall , el barbudo Stoltenberg se dio
a la tarea de crear una banda donde pudiera explotar su gusto por el metal
primitivo de los años setentas de bandas como Black Sabbath y Led Zeppelin con
las guitarras explosivas de la psicodelia más pesada de los sesentas como las
de Jimi Hendrix. Sin embargo, era innegable que muchas de sus referencias
musicales surgían directamente del metal noventero de Metallica y Pantera en
conjunción del punk rock.
Fue así que se encontró
con Pete Rice, un poderoso bajista amante del doom y el black metal que con su
Epiphone amplificado a través de los clásicos equipos Sunn logra cabalgar cual
si fuera un de los caballos del apocalipsis. Su precisión se conjuga a la
perfección con las figuras creadas por Stoltenberg, regalando potencia al
sonido y una base donde las melodías pueden explotar sin problemas.
Para completar al power
trío, en la batería encontramos a Kevin Swartz, quien con su fuerza completa el
muro sonoro. La imaginación en sus remates logran escapar de aquel hombre que
sólo pueda marcar el ritmo, lo que es imprescindible para que una banda con los
objetivos trazados como los de Forgotten Gods.
La banda tuvo la
oportunidad de presentar en diciembre de 2013 su Fall of the dagger, el cual era un conjunto de seis buenas rolas
compuestas en el periodo de formación de la banda, pero dada su grabación
austera hecha por el grupo, mucha de su potencia se perdió del estudio a la
publicación. Fue por ello que para su segunda placa tomaron la decisión de
tener una verdadera dirección en los controles técnicos, encontrando en Tim
Green y sus Louder Studios al aliado perfecto.
Forgotten Gods entró a
grabar durante abril de 2015 lo que se convertiría en el Twin sisters, placa que sería presentada a finales de agosto del
mismo año en formato de disco compacto y en forma digital para descarga a
través de su página de Bandcamp. Todo el concepto y visual y arte de la
producción correría por el propio Dave Stoltenberg, donde la idea de las
gemelas y la congregación de monjes enmascarados en lo más de una torre serían
el marco central para el disco.
El
concepto
Lejos de lo que se
pudiera esperar, Twin sisters no es
un disco conceptual. Esta placa es una gran colección de canciones que
encuentran su unidad en su sonoridad y en el halo místico, onírico y obscuro de
sus letras. Las temáticas pueden sobrevuelan desde la torre de una montaña
donde una congregación adora a unas hermanas gemelas hasta la ácida historia de
un hombre molusco que transforma el vino en agua y que nos invita a perdernos
en sus profundidades abismales, pasando por viajes a la luna, panteras
alcohólicas, magia negra y coyotes desérticos.
La imaginación se abre
ante las imágenes que nos regala Forgotten Gods con sus letras, pero todo queda
amalgamado con un concepto musical muy concreto: hard rock basado en las obvias
influencias setenteras (con su naciente doom), arreglos que fusionan el metal
noventero y el rock desértico al estilo de la escena de Palm Springs,
California. Quizá la mejor de explicar la música que se escucha en este disco
es como si aceleráramos al Black Sabbath de sus primeros álbumes, en otras
palabras, es como si pusiéramos el Paranoid
a una velocidad de 45 rpm.
Sin embargo, el disco
termina alcanzando un sonido propio y ofreciendo nuevos aires a un género que
en los últimos años ha recibido una gran oleada de bandas de todo el mundo que
ha compuesto canciones originales a partir de la recuperación de los sonidos
del pasado, con la intención de escapar de la música comercial impuesta por los
medios y, dicho sea de paso, disfrutar de aquellos sonidos que muchos no
pudimos escuchar en su momento. Como banda independiente, Forgotten Gods tiene
todavía muchos escenarios que pisar con la intención de presentar su propuesta,
pero no sería de sorprender que en un futuro próximo escuchemos más de ellos.
Por lo pronto, Twin sisters es un
disco que promete mucho y que urge valorar: siete rolas de mágicas letras y
rock sincero que merecen ser escuchadas y gozadas en plenitud.
Canción
por canción
Twin
sisters: Se escuchan golpear los tambores, mientras una
congregación de monjes enmascarados murmullan sobre el nacimiento de un par de
hermanas gemelas en lo alto de la torre, aquella ubicada en la cima de la gran
montaña. La sangre busca lavar las pieles arrugadas, pero el inminente invierno
nos recuerda que se deberán quedar en ese místico lugar hasta el momento de su
muerte… Los instrumentos nos arrastran los pasos como si ellos mismos nos quisieran
llevar en ascenso hacia la torre maldita que hablará la lírica. Un riff marcado
de tres acordes y varios golpes mudos para marcar el ritmo nos llevan hasta el
nacimiento del hard rock y metal en los setentas. La batería tribal nos
recuerda que estamos ante una obscura asamblea y que nuestra mirada entrometida
indaga secretamente en este momento mágico. La melodía cambia a través de un
juego de escalas que al bajar de volumen abre paso a una explosión de un ácido
solo de guitarra.
Bad
magick: Pesados pensamientos manchan aquella mirada
errante. Con la mente nublada, los recuerdos llevan al momento en que aquella
estuvo recostada en el altar. Un pentagrama, el alma entregada y su roja
sangre, la solución contra una almohada sucia y una cama vacía. ¿A dónde se ha ido? Nadie lo sabe... Unos
cuantos acordes descendentes abren paso a un agitado ritmo de hard rock que
hace mover de manera incontrolable la cabeza y los pies. Las notas remarcadas
del coro no pueden negar su claro origen en las estructuras tétricas de Black
Sabbath. El solo de guitarra es una maravilla de juegos pentatónicos que nos
hablan del gran guitarrista que es Dave Stoltenberg. Indudablemente esta rola
serviría de “single” perfecto para el disco, la perfecta muestra de lo que es
el Twin sisters en una pequeña
píldora de 3 minutos y 22 segundos.
Hole
in the moon: Ríos de lágrimas descienden lentamente
sobre un obscuro abismo. Indescriptibles bestias antiguas, extrañas formas
moviéndose entre las sombras y estrellas desvaneciendo poco a poco. Esta es mi
última imagen de la Tierra, una brumosa visión desde un agujero de la luna.
¿Estamos frente la silla de Dios o ante el trono del demonio?... Los
instrumentos cabalgan a toda velocidad en una desbocada carrera hasta el propio
manto estrellado. La capacidad de Forgotten Gods como power trío se demuestra
con las figuras hechas por cada instrumento en esta rola, que en su parte media
se transforma en un hard blues donde la guitarra nos lleva a presenciar una
erupción sónica.
Coyote:
Ya no hay agua ni gasolina. Estoy a la mitad del desierto esperando que
finalmente amanezca. Masticando desperdicios y viviendo como una cucaracha, no
queda a quién rezarle. Estoy frente mi coyote, estoy frente mi muerte... Un
despreocupado ritmo vaquero se transforma en un ritmo stoner que nos coloca en
medio del desierto, frente a nuestra propia tumba. La imagen india del coyote
como el encuentro de nuestra alma con su propia finitud toma forma con una
fuerte melodía que busca sacudir todos los pecados. Un ligero tufo a Rage
Against the Machine se puede sentir en los juegos de notas repetidas hechas por
la guitarra y el bajo nos habla de las influencias musicales de la banda. Hacia
el final de la rola se puede escuchar un energético solo de guitarra sobre una
poderosa base rítmica digna de los clásicos power tríos.
Kaleidoscope
woman: Soy un rey en este castillo que lentamente ha
envejecido mientras los rayos del sol cruzan las telarañas que cubren mi corona
de oro. Puedo observar con mi mente el sangriento cielo como un océano en
llamas. Como si hubiera nacido en un agujero negro, la reina de mis pesadillas se
muestra ante mí como un caleidoscopio, un cristal lleno de luces, un arco iris
que en sus manos tiene magia negra e infierno. Ella ha bloqueado el sol y se
escuchan gritos desde la obscuridad. Es momento de abrir los ojos… Épico tema
central del Twin sisters donde los
Forgotten Gods nos llevan por un paseo por toda la palestra musical que la
banda posee: hard blues, metal, acidez stoner y doom.
Sleeping
panther: La pantera dormida de ojos malvados bebe cerveza todo
el maldito día. Nadie sabe si está viva o muerta, y no creo que a ella le
importe de todas maneras… Quizá la única rola que se escapa de la influencia doom
en versión acelerada que guarda el Twin
sisters y se acerca más a un hard rock de este siglo. La guitarra de Dave
Stoltenberg juega con una combinación de notas en “mute” que logran darle
intensidad a la canción. Cerca del final, la melodía se acelera para dar paso a
una competencia musical digna de un power trío. Vale la pena resaltar el gran
trabajo en los tambores y sus ritmos en destiempo cortesía de Kevin Swartz.
Return
my bones: Sobre aquel pozo de agua se encuentran sus restos.
Renacuajos y sanguijuelas muerden su piel. Revestido en algas y con torbellinos
en sus ojos y tentáculos en sus manos, no puede ser otra cosa más que un hombre
molusco. Me invita a entrar a su embravecido mar, a que llene de agua mis
pulmones, a que una vez dentro del agua regrese a mi origen… ¿Quién demonios se
cree que es para transformar el vino en agua? Una tenebrosa guitarra ahogada en
“delay” nos invita a sumergirnos en sus pantanosas aguas de lenta melodía. Su
sonido nos lleva al doom clásico de “Electric funeral” incluido en el Paranoid de Black Sabbath, pero todo se
vuelve obscuro cuando entran las líricas con su voz filtrada. La fuerza toma
por asalto para robustecer de la canción, alcanzando un riff de notas repetidas
e insistentes que logran volar la cabeza. Finalmente, la rola nos jala de los
pies hasta el fondo de un océano instrumental muy stoner que logra perdernos en
las profundidades abismales.
Siete canciones contenidas en 37 minutos de rock califoniano, donde la magia y la imaginación se desbordan en las líricas mientras la música satura las bocinas. Este es el Twin sisters de Forgotten Gods...
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