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lunes, 4 de junio de 2018

Red Mesa : cuando la muerte se disfraza de demonio


Tras el buen sabor de boca que nos dejó el álbum debut de Red Mesa, aquella banda norteamericana de stoner desértico, ahora tenemos la oportunidad de escuchar su nuevo álbum. Han pasado casi cuatro años entre ambos materiales, y como podría esperarse, fuertes cambios han ocurrido durante ese largo tiempo: el sonido, el concepto y hasta los integrantes. Permitimos que el disco nos hable por sí solo para eliminar cualquier prejuicio y dejamos que la mente penetre por sus desoladores pasillos con la intensión de descubrir cuál es la nueva propuesta de la banda y cuáles son los elementos que estuvieron en el pasado y ahora le sirven de soporte.

Bajo el nombre de The devil and the desert encontramos una colección de temas compuestas bajo una misma línea conceptual que confiesan el medio ambiente que rodea a la banda. Más allá del cliché creado por la exitosa serie de televisión Breaking bad, Albuquerque es una ciudad de Nuevo México asentada a la mitad del desierto con su único punto de salvación en el Río Grande. Las arenas azotadas por el sol sirven de escenario perfecto para que la muerte llegue de manera lenta a los cansados cuerpos que han sido abandonados a su suerte. El letargo produce alucinaciones mientras el demonio aprovecha su oportunidad para tentar al ser desesperado.


Red Mesa se metió a grabar su segundo disco durante 2017 con la intención de revolucionar su sonido hasta alcanzar nuevos horizontes difíciles de alcanzar luego de estilo construido en su debut. Brad Fryre en la guitarra y vocales, Shaen Wright en el bajo y Duane Gasper se animaron a cruzar los áridos parajes que rodean su ciudad para encontrar una fuente de inspiración, lo que los llevó a construir una serie de temas contradictorios entre sí que al mismo tiempo corrían por una dirección distinta a su primer disco. Por un lado crearon varios tracks con esencia acústica que viajan de manera introspectiva por el rock alternativo, el country-folk y hasta el progresivo, pero por el otro encontramos poderosas melodías distorsionadas que vagan entre el stoner más crudo y el letargo de un misterioso doom ácido. 

En agosto de 2017 se anunció la salida de Wright tras una serie de presentaciones con otras bandas reconocidas como Ruby the hatchet, Youngblood Supercult, Earthless y Cloud Catcher. Al poco tiempo también se retiró Garper, dejando a Brad Fryre a finales del año solo con un nuevo álbum de Red Mesa bajo el brazo. Sin mayor tiempo qué perder, el guitarrista se dedicó a los nuevos integrantes hasta encontrar en dos ex-miembros de la banda doom y sludge Jagged Mouth a los miembros ideales: el bajista Randy Martinez y el baterista Roman Barham.


Cuando escribimos en Earthquaker sobre el debut de Red Mesa (reseña-review), nos encontramos con un disco basado en un stoner rabioso y áspero inspirado en el hard rock setentero. Sin embargo, en The devil and the desert tenemos a otra banda a pesar de haber sido grabado por las mismas personas. De manera clara tenemos dividido el álbum dividido en dos partes, lo que significaría las dos caras de la grabación en vinilo. En el lado A tenemos un sombrío sonido basado en guitarras acústicas y slides eléctricos de sabor eléctrico que poco a poco nos sumergen en una densa atmósfera desolada y onírica. "Devil come out to play" mantiene un estilo bluesero que ya habíamos escuchado en el primer disco del grupo, pero su ritmo cae en el rock al más puro estilo southern. La melancolía ahoga el panorama sonoro bajo los lúgubres acordes de "The devil's coming round" para terminar en una balada tenebrosa, misma que encuentra su oposición en la desoladora e instrumental "Springtime in the desert" o en el riff incisivo y arreglos místicos que se escuchan en "Desert sol".

En lo que podríamos considerar como lado B, escuchamos tan sólo tres temas que rompen con la primera cara. Como si la banda quisiera rescatar aquel sonido basado en guitarras distorsionadas y ácidos arreglos, en primera instancia escuchamos "Sacred satura", tema lento y entrecortado que aprovecha los silencios para que el eco de las distorsiones de los instrumentos levante una atmósfera mórbida donde cualquier cosa pudiera ocurrir; pero tras un alucinante puente lleno de misterio, el tema se convierte en una melodía adictiva construida bajo la escuela del viejo hard rock setentero que logra servir de base para un mágico solo en manos de Fryre. El tema que le da nombre al nuevo disco de Red Mesa no abandona aquel velo de misterio y desolación, pero aquí escuchamos la sangre eléctrica que distingue a la banda. En sus aletargados pasos sentimos en la lenta marcha de la muerte que se acerca bajo el asfixiante sol de desierto y la pasiva mirada del maligno que espera arrancarnos el alma.

El tema que bien podría convertirse en el single de promoción para el The devil and the desert según lo que nos respondió el propio Brad Fryre a una pregunta hecha por Earthquaker es "Route 666". Su arenoso riff lleno de veneno muerde para inyectar sus dosis de manera directa a la sangre, una figura instrumental que nos remite a los polvorientos caminos de asfalto que se derriten ante el poder del astro rey. Quizá este tema sea el puente ideal entre el Red Mesa que su debut y el que escuchamos el día de hoy, aunque su esencia stoner que desgarra las neuronas nos transporta de manera inmediata al sonido lisérgico de los primeros discos de Queens of the Stone Age o Monster Magnet. El demonio toma el volante de un V8 para quemar la carretera mientras las dunas llenas de cactus pasan por el espejo retrovisor.


La muerte disfrazada de demonio recorre los senderos olvidados en el ardiente desierto. A partir de esta idea, Red Mesa comenzó su proceso de transición de su estilo sonoro, aunque la transformación llegó hasta el cambio de integrantes, generado así un proceso de adaptación. The devil and the desert ha sido presentado al mundo y hoy nos encontramos degustando sus siete ambivalentes temas, pero quizá sea su presentación sobre el escenario cuando el material termine de madurar y podamos conocer cuáles serán los nuevos rumbos que la banda de Albuquerque tomará. El calor de los estudios de grabación nos ofrecen un álbum bien producido lleno de detalles técnicos que apoyan en la construcción de la sombría atmósfera, pero ahora es el momento de traducir dicho trabajo a la presentación frente al público.

Página de Bandcamp de Red Mesa:
https://redmesarock.bandcamp.com/album/the-devil-and-the-desert 


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