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lunes, 27 de agosto de 2018

Deadly Vipers: a qué suena el stoner francés


Escribir sobre stoner en Francia no es común. Europa tiene algunas bandas bastante bien identificadas alrededor de este género, pero el país galo no se distingue por los sonidos ásperos del fuzz. Nuestras búsquedas por las redes electrónicas nos llevaron en algún momento hasta las estridentes aguas de Denizen o al hipnótico sonido de Out of Space, aunque una ilustración realizada por Jo Riou nos atrapó nuevamente la mirada para regalarnos otra propuesta llena de poder y desgarradoras notas.

Una hermosa mujer se desgarra el pecho para mostrarnos su mecánico interior, un bello robot postrado sobre un terreno árido bañado por la anaranjada luminosidad de un extraño planeta que sirve de portada del álbum debut de Deadly Vipers. Ya con la atención ganada desde el poder visual, le damos una oportunidad a su contenido y el fragor de algunos acordes secos rompe con la trayectoria de alguna sonda espacial perdida en una lejana galaxia. Los segundos pasan y todos aquellos elementos característicos del viejo stoner californiano fluyen por las bocinas hasta saturar de arena los tímpanos.


Siguiendo las reglas de aquel stoner californiano de Kyuss, Nebula y Fu Manchu, esta banda construye un disco rasposo que aborda la ciencia ficción sobre una base sonora de fuzz, guitarras secas e imaginación psicodélica. Pero tratándose un grupo formado en Perpignan, una pequeña ciudad escondida en los pirineos franceses, uno no podría esperar una propuesta tan concisa en lo auditivo ni una linea conceptual tan definida en lo temático.  

Bajo el nombre de Fueltronaut, Deadly Vipers nos ofrecen ocho tracks que sirve de travesía por lo que ha sido el stoner, desde sus bases desérticas establecidas por Masters of Reality hasta el estilo robotizado de la primera encarnación de Queens of the Stone Age, pasando por las fundamentales enseñanzas de los suecos Truckfighters. Gracias a este panorama tan amplio, el primer disco de la agrupación francesa brinda varias opciones sonoras que permiten su versatilidad y dinamismo para crear un material robusto sin llegar a la monotonía.


Fueltronaut fue grabado y mezclado por David Hannier en el estudio Seven Theory entre los meses de diciembre de 2015 y junio de 2016. Una vez terminado el material, fue enviado al Crystal Clear Sound de Dallas, Texas para que fuera masterizado por Kent Stump, quien es guitarrista y vocalista de Wo Fat. Luego de la firma con la disquera Oak Island Records, el disco pudo ser publicado finalmente en octubre de 2017.

Deadly Vipers presentó como primer single "Supernova", una granada de fragmentación que te explota en la cara desde su primer segundo por medio de su insistente figura ahogada en fuzz. En su video promocional podemos observar un antiguo V8 corriendo sobre el ardiente asfalto mientras se cuenta la historia de un sórdido secuestro de una chica rubia. Sin embargo, el álbum debut de los franceses contiene varios tesoros enterrados en sus tracks que son necesarios descubrir frente a un single que se queda corto frente a ellos.


El cuarteto francés construye su primer disco por medio de los clichés del stoner californiano de guitarras ásperas sobre una mezcla lírica de desierto y cosmos. "Doppleganger sun" nos coloca sobre la carretera mientras el ardiente astro quema todo a su paso, la instrumental "Meteor valley" repta lentamente sobre las arenas mientras la misteriosa noche se impone sobre el panorama, y la hipnótica "Dead summer" golpea con su crudeza hasta saturar las bocinas. Sin embargo, Fueltronaut tiene la capacidad de salir del prejuicio del rock desértico para ofrecernos algunos elementos alternativos como en "The prey goes on" que luego se transforman en una tensa calma como se escucha en "Stalker" y su innegable sabor a melancólico blues eléctrico.


Quizá el track que mejor condensa el sonido de Deadly Vipers es la inaugural "Universe", tema infeccioso de stoner clásico que sabe correr por los polvorientos caminos del desierto para terminar volando por el espacio exterior. Su riff directo clava sus colmillos en la piel e inmediatamente suelta su veneno para comenzar un paseo sin regreso posible por galaxias desconocidas y planetas abandonados. Aunque el tema tendría la capacidad de mantener de manera indefinida su desbocada velocidad, al llegar a su puente la melodía pierde aceleración para dejarnos abandonados en el vacío total del espacio, sin gravedad ni refugio todo es confusión y misterio. Los golpes de la batería de Vincent asemejan asteroides chocando contra la sonda, las densas figuras del bajo de Thomas se conjugan con los violentos acordes de la guitarra de David en un constante relampagueo que confirma nuestra odisea cósmica y la desgarradora voz de Fred marca las órdenes que dirigen el paseo cósmico por insospechadas estrellas que estallan ante los tímpanos.


Tras una promoción exitosa del Fueltronaut, la banda se encuentra dando el siguiente paso. Hace unos días anunciaron que se encuentran en su siguiente álbum, por lo que tendremos elementos para saber si Deadly Vipers tienen la capacidad de ofrecernos otra bomba stoner de gran calidad como su debut con la que puedan afianzarse como una referencia del género dentro de Europa. Mientras ello ocurre, regresemos nuestros oídos al maravilloso despegue del cuarteto de Perpignan y disfrutemos su cósmica imaginación entre ásperos sonidos sin control...



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