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lunes, 18 de enero de 2016

En versión lunática: "Whole lotta love", la revolución entre la genialidad y el plagio


Una guitarra marca un riff fuerte, cortado y directo. Gracias a unas cuantas notas, una banda británica esculpió en oro su nombre y jamás saldría del Olimpo de los dioses del rock. Una vez que se dejó escuchar en las distintas estaciones de radio a finales de 1969, nada fue lo mismo. Tras la publicación de "Whole lotta love" de Led Zeppelin, la revolución sonora habría de comenzar.

Una Gibson Les Paul  Standar Sunburst '58 escupiendo sus gemidos gracias a un amplificador Marshall Plexi de 100 watts. El eco de su sonido se escucha del otro lado del estudio y es captado por los micrófonos que fueron colocados para tal efecto. De entre las sombras surge un reptante y profundo bajo para acompañar la figura y completar la penetrante magia que el riff imprime sin duda alguna. Una aguda voz entona versos llenos de sexualidad blusera que son rematados por una batería de figura en destiempos difícil de seguir. Sin más, llega la frase que da título a la melodía mientras una guitarra pasa a toda velocidad como un potente auto de carreras de bocina a bocina sin freno alguno.



Una indescriptible avalancha de sensaciones se dejan caer montaña abajo hasta que caemos hipnotizados en el embrujo de esta oda sexual llena de fuerza, energía y potencia. Atrapados sin remedio en un riff pegajoso, nadie podría esperar que algo nos sacudiera del embeleso, pero toda creencia es destruida cuando los instrumentos se callan para dar paso a un juego de platillos, percusiones y efectos de sonido que simplemente hacer volar la cabeza. Máquinas de guerra, explosiones y gemidos se entremezclan en una ácida ensoñación difícil de comprender. Una guitarra llora y todo se vuelve confuso.

Y de la maraña sonora surge como ave fénix uno de los mejores solos de guitarra de la historia nos regresa a la realidad para estrellarnos contra el mismo cielo y dejarnos tumbados en el suelo por el noqueo. Todo vuelve a silenciarse para darle paso a la potencia vocal, desnudándonos por entero hasta que ya no queda nada por hacer. El hechizo está terminado...



Led Zeppelin había encontrado la caja de Pandora y la abrió sin lugar a dudas. El hard rock y el blues se encontraron en un mismo lugar como si fuera un choque entre dos trenes a toda velocidad. Nadie en su vida había escuchado una cosa como esa, aunque en esencia, todo existía antes y la banda tuvo la magia para unirlo todo y componer ese pedazo de maravilla.

La leyenda cuenta que este himno generacional fue grabado de estudio en estudio durante las extensas giras que tuvo Led Zeppelin en los Estados Unidos a principios de 1969, hasta que fue mezclada en los famosos Olimpic Studios  por el propio Jimmy Page y el ingeniero de sonido de Jimi Hendrix, Eddie Kramer. Tras la potencia sonora de la melodía y los gemidos orgásmicos de Robert Plant, podíamos escuchar una claridad interpretativa que contrastaba con la brutalidad y los volúmenes electrificantes del grupo. La famosa "parte media" de Whole lotta love era un reto lanzado contra cualquiera que la escuchara, donde la orgía se enfrentaba a estruendos y explosiones mientras una guitarra eléctrica asomaba esbozos y retazos de notas que se escapan entre las manos gracias a los efectos electrónicos de un theremin.


El mundo no estaba preparado para esta sacudida. El golpe estaba dado y el movimiento de la tierra era demasiado fuerte. La violencia sónica y sexual de Led Zeppelin rompía con todo lo establecido y abría un nuevo camino, donde la música podía llevar a otros caminos más ásperos y rudos sin posibilidad de regreso. Con el tiempo, todos quedaron rendidos ante la magnificencia de una obra maestra como lo fue Whole lotta love: Led Zeppelin desbancó a The Beatles como a mejor banda según la encuesta anual que realizaba la revista inglesa Melody Maker, la revista Rolling Stone bautizó el riff como un "mordaz tartamudeo" cuando calificó el disco que la contiene en el número 79 de todos los tiempos y como "figura primitiva" al proponer a este himno en el número 11 de las canciones más grandes de todos los tiempos de los héroes de la guitarra, la Q Magazine le otorgó el tercer lugar como el mejor riff de guitarra de la historia y la famosa marca de guitarras Gibson la incluyó como uno de los mejores 50 solos de la historia del rock. Pero no siempre fue así...

La mala relación entre el grupo y la presa comenzó bajo los rumores de plagio y falta de originalidad de la banda. Ello llevó a la agrupación a verse envuelto en enfrentamientos legales en las cortes sobre derechos de autor y pagos de regalías. Como banda emergida de blues, Led Zeppelin recomponía temas antiguos de Muddy Watters, Howlin' Wolf y Memphis Minnie para dotarles de potencia eléctrica que el hard rock y la psicodelia traían consigo. Así como lo hacían los viejos bluseros negros de Chicago o del Delta del Mississippi, Robert Plant tomaba frases de aquellos viejos cantos y lamentos para intercalarlos en sus propias composiciones. Esto no fue aceptado por los bluseros de la vieja guardia y comenzaron a interponer demandas contra la banda tras el inusitado éxito de sus versiones.


De entre las tantas reclamaciones por derechos de autor que le llovieron a Led Zeppelin, una se convirtió en caso especial. En 1985, las cortes judiciales decidieron que "Whole lotta love" debería incluir como autor a Willie Dixon, el famoso contrabajista y autor de muchos temas del afamado Muddy Waters. Los abogados habían encontrado  que gran parte de la letra que Robert Plant gemía sobre el primer single de Led Zeppelin estaba basado en "You need love", un sencillo publicado en 1962 por Muddy Waters a través de la conocida disquera blusera Chess. Desde entonces, cada re-edición del Led Zeppelin II hecha desde entonces incluye el nombre Dixon junto con los de Page, Plant, Bonham y Jones.



Sin embargo, al desentrañar más en esta negra historia, encontramos que realmente Robert Plant utilizó la versión hecha por la banda británica Small Faces en 1966 a la canción compuesta por Willie Dixon y grabada por Muddy Waters. Publicada en el primer disco de la banda bajo el título de "You need loving", Small Faces había mostrado su vena blusera gracias a esta versión, pero que terminó dejando a un lado para convertirse en una de las bandas más representativas del sonido mood junto con The Who de su primera época. El vocalista Steve Marriott se dió a la tarea de entonar partes de la canción de Dixon de manera libre, sumándola a muchas frases de canciones famosas de la época; pero quizá lo que ayudó a los jueces a culpar a Led Zeppelin fue el uso de Plant de una pausa de entonar la frase "Woman... you need love".


Cabe destacar aquí que la influencia de Steve Marriott sobre Robert Plant no es una casualidad: además de ser una banda muy importante dentro del panorama musical británico con sabor blusero de mediados de los sesentas junto con gente como Van Morrison, John Mayall y Alexis Korner, Jimmy Page había pensado en Marriott como vocalista para Led Zeppelin cuando se encontraba buscando músicos para cumplir con los compromisos contractuales de The Yardbirds. La potencia vocal de Robert Plant es mucho mayor a la de Steve Marriott, pero la semejanza en alguno de sus colores es innegable.



A pesar de la sombra que se postró sobre el éxito de "Whole lotta love", la genialidad de su trabajo de estudio y las incendiarias versiones en vivo que incluían un "medley" con todas las influencias roqueras y blueseras que tuvo el grupo, lograron que la canción se convirtiera en todo un clásico, y es más, en una verdadera influencia para las siguientes generaciones. Los más variados covers no se hicieron esperar, pero para esta ocasión sólo recuperaremos tres de ellos...

1) En 1970, no sólo la versión "original" hecha por Led Zeppelin llegó a las listas de popularidad de Gran Bretaña. "Whole lotta love" entró nuevamente en los charts en una versión instrumental hecha por Collective Consciousness Society, una banda creada por el famoso productor Mickie Most y por el arreglista y tecladista John Cameron bajo el concepto de crear una "big band" que tuviera secciones de metales y bases rockeras potentes, muy en el estilo de Blood, Sweat & Tears. Para conformar el proyecto, la pareja se dió a la tarea de buscar excelentes músicos de sesión inglés y personajes ya reconocidos, logrando integrar a gente del calibre de Peter Thorup y Alexis Korner. Su versión a "Whole lotta love" sirvió como entrada para el famoso programa británico "Top of the tops" de la BBC durante gran parte de los años 70, lo que ayudó a que Led Zeppelin se acercara a un público menos afecto al rock pesado. El arreglo de CCS es una versión instrumental que sustituye la voz de Robert Plant por una flauta transversal que le otorga otra faceta a la melodía, mientras que el solo de guitarra de Page es realizado por un saxofón. Sin embargo, el poder del Zeppelin se mantiene intacto gracias al grupo de rock que dió base a esta versión: Harbie Flowers en el bajo, Barry Morgan en la batería y una impresionante guitarra de Alan Parker.


Si rascamos un poco en los miembros de CCS, descubrimos que Led Zeppelin no estaba tan lejos de este supergrupo. El productor Mickie Most trabajó durante los años sesenta con gente de la talla de The Animals, Herman's Hermit y Donovan, teniendo dentro de su "staff" de músicos de sesión a Jimmy Page en la guitarra eléctrica; y por si fuera poco, se convirtió en productor de cabecera de The Yardbirds en su última época a solicitud de Page.


Otro miembro de CCS íntimamente relacionado con Led Zeppelin fue Alexis Korner, quien es conocido en el mundo de la música como el "padrino del blues británico", pues gracias a su esfuerzo en los años sesenta implantó el gusto por la música negra norteamericana en los jóvenes de Inglaterra. Fue así que con el paso de los años le fue dando espacio en los distintos proyectos que conformó a gente importante en la historia de rock como a Charlie Watts, Brian Jones y Keith Richards de The Rolling Stones, Ginger Baker y Jack Bruce de Cream, Eric Burdon de The Animals o al famoso guitarrista de jazz -fussion John McLaughlin. Alexis Korner coincidió en varias presentaciones en el famoso Marquee Club con John Paul Jones y Jimmy Page, creando una buena relación entre ellos. Cuando Page estaba reclutando gente para formar a los nuevos Yardbirds (semilla original de Led Zeppelin), fue precísamente Alexis Korner el que recomendó a uno de sus chicos para que fuera cantante del nuevo proyecto de Page. Korner tenía dentro de sus protegidos a un joven cantante de gran potencia vocal amante del viejo blues americano: Robert Plant. ¿Acaso alguien más podía tener derecho de hacer una versión de una canción de Led Zeppelin que CCS?


2) En febrero de 2015, la compañía de discos Cleopatra Records de Brian Perera publicó un compilado dedicado a Led Zeppelin con el título "Danzed and confused: a stoned-out salute to Led Zeppelin" bajo una selección de John Lappen, siguiendo una colección de discos de tributo hechos a bandas como The Beatles, Black Sabbath, The Doors y The Rolling Stones, donde el concepto es juntar a bandas de rock stoner y nueva psicodelia para que hagan una versión de las rolas de los grupos en cuestión. Fue así que esta disquera independiente basada en Los Ángeles California se puso en contacto con los suecos de Siena Root, una banda de hard rock vintage de Estocolmo que se encontraba en un proceso de reformación tras la salida de uno de sus miembros fundadores y que además se encontraba en promoción de su último disco, titulado Pioneers.




De esta manera fue como a Siena Root le tocó la gran empresa de interpretar la fundamental "Whola lotta love". Lejos de lo que podríamos esperar, la banda dejó a un lado los referentes establecidos de lo que es Led Zeppelin para hacer de esta rola más una versión hecha por Deep Purple que por el dirigible de acero. Jonas "Joe Nash" Ahlen, el recién incorporado vocalista, deja a un lado a Robert Plant para sustituirlo por un Dave Coverdale, donde los colores medios son aprovechados al máximo sin demeritar en nada  la potencia original de la rola. La guitarra eléctrica pasa a un segundo plano para dar paso a un ferreo control de un impresionante teclado a cargo de Erik "Errka" Petersson, el cual marca el riff principal a través de un sonido heredero de Jon Lord. Sin embargo, la guitarra de Matte Gustavsson logra dar alcance a los teclado hasta llegar a realizar un enfrentamiento durante el famoso solo de Page. Para cerrar el círculo, la atmósfera potente queda en los hombros del poderoso bajo de Sam Riffer  (con arco de violín a la Page incluído sobre las cuatro cuerdas sobre la clásica parte media) y la fuerza de la batería no puede estar más en deuda con Bonham que el genial trabajo de Love Forsberg.



3) Durante los años setentas, el controvertido Alice Cooper creó un especie de "club" para bebedores, donde sus miembros se encontraban puros músicos y artistas reconocidos, entre los que podemos recordar a John Lennon  y Ringo Starr de The Beatles, al bajista Klaus Voormann, Marc Bolan de T. Rex, al tecladista Keith Emerson del grupo de rock progresivo Emerson, Lake and Palmer, Keith Moon de The Who, o Joe Walsh, guitarrista de The Eagles. No fue sino hasta el año 2015 que Alice Cooper llevó a los escenarios la idea de un supergrupo, reutiliando el nombre de su viejo "club": The Hollywood Vampires. Gran parte de este proyecto se realizó a través de una extraña mancuerna, el actor Johnny Deep, quien se encargaría de tocar las guitarras acompañamientos y algunos slides. Para septiembre de 2015 se tenía en los aparadores de las tiendas el flagrante disco con la participación de gente de la talla de Joe Perry de Aerosmith, Paul McCartney de The Beatles, Perry Farrell de Jane's Addiction, Robby Kriegger de The Doors, Dave Grohl de Nirvana y Foo Fighters, Matt Sorum, Slash y Duff McKagan de Guns n' Roses, el mítico productor de Kiss Bob Ezrin y el re-encuentro con Neal Smith y Dannis Dunaway, miembros originales de la banda que llevó al estrellato a Alice Cooper en los setentas y que compusieron parte de las melodías clásicas del cantante.


El disco es una colección de covers a rolas míticas de bandas clásicas de los 60's y 70's como The Who, The Jimi Hendrix Experience, The Doors, Small Faces (sí, aquellos de donde sacaron Led Zeppelin las ideas para "Whole lotta love"), John Lennon, Pink Floyd y T. Rex, además del obligado "School's out" del propio Cooper. Dentro de las maravillas que ofrece este disco, nos encontramos con el clásico de Led Zeppelin,donde más allá de la versión lograda, quizá lo sorprendente es la gente que se reúne para este corte del disco: en la bateria Zak Starkey, hijo de Ringo Star que tocara con bandas como The Who y Oasis; en la vocales el propio Alice Cooper acompañado por Brian Johnson, vocalista de AC-DC; en guitarra eléctrica Joe Walsh, único miembro del club de bebedores de los 70's que participa en el proyecto y guitarrista de Eagles (y como dato extra: gran amigo de Jimmy Page desde los años setentas); y como soporte, Kip Winger en el bajo y Tommy Henriksen, miembros de la banda de apoyo de Alice Cooper desde hace muchos años.


La versión de Hollywood Vampires vale por sí sola por la pléyade de estrellas que forman parte de su grabación, sin embargo, existen otras cosas que destacan en ella. La primera es que Alice Cooper le colocó una lenta introducción de cuerdas muy al estilo de Bob Ezrin que incluye el uso de armónica hecha por el propio vocalista, quien además realiza un solo de dicho instrumento como si de un tributo a Robert Plant se tratara. La gastada voz de Brian Johnson busca alcanzar a la original del vocalista de Led Zeppelin, por lo que termina alargando cada estrofa para mantener la potencia necesaria. Finalmente, el solo de guitarra que realiza Joe Walsh brilla con mérito propio gracias a las figuras innovadoras totalmente distintas a las de Jimmy Page, convirtiendo en una maravilla su participación con el proyecto.


Pocas melodías pueden tener el privilegio de ser consideradas realmente bajo el concepto de "clásico". Pocas bandas pueden presumir que dentro de su catálogo se encuentran varios "clásicos". Led Zeppelin es uno de esos grupos, quien gracias a su trabajo e ingenio en los estudios y a sus espectaculares presentaciones en vivo (mismas que duraban más de tres horas por noche), logró convertirse en una leyenda en la historia de la música. "Whola lotta love" fue uno de los primeros escalones para alcanzar la fama, aunque la historia tras su composición empañó parte del mito. Sin embargo, el tiempo le ha dado su justo valor y, como era de esperarse, terminó encumbrando todavía más a aquellos cuatro jóvenes que lograron durante los años setentas enarbolar la bandera del sexo, drogas y rock n' roll hasta lo más alto. Salve oh gran Led Zeppelin!!



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